Conspiraciones en el PSOE para echar a Pedro Sánchez en otoño

Barones que todavía no han criticado al secretario general hablan de un nuevo asalto a Ferraz si hay debacle en las próximas elecciones

Pedro Sánchez.
Pedro Sánchez.

La decisión del Gobierno de nombrar a un “relator” para la negociación con los independentistas catalanes ha vuelto a partir el PSOE. Pero esta vez, parece que la fractura va a ser definitiva. De momento, solo los barones críticos se han levantado contra Pedro Sánchez , pero éstos dan por hecho que todos seguirán sus pasos cuando, tras el 26-M, “nos quedemos sin gobernar nada”.

Se avecina un otoño caliente en el PSOE y, desde los dos bandos enfrentados, los afines al presidente del Gobierno y secretario general y los críticos, asumen que la tensión palpable en los últimos días “explotará” una vez que se celebren las elecciones del 26 de mayo y, si no hay Presupuestos, las generales en octubre.

Una batalla por la “supervivencia”

Así lo asegura al Confidencial Digital un importante cargo del partido, más próximo a las tesis de barones críticos como Javier Lambán, Emiliano García-Page y Guillermo Fernñandez Vara. Esta fuente afirma que “cuando llegue mayo y perdamos los gobiernos, y llegue octubre y perdamos La Moncloa, la batalla va a ser total. Lo del 1 de octubre de 2016 va a quedar en nada”.

En ese sentido, en el PSOE se empieza a asumir que el choque de trenes existente entre las dos facciones enfrentadas va a ser mucho peor que hace dos años, porque “entonces hubo un choque ideológico,” entre hacer o no presidente a Rajoy. Ahora, sin embargo, “la guerra va a ser por la supervivencia” dentro del partido entre los barones y el propio Pedro Sánchez y su ejecutiva.

Todo ello porque, tras las autonómicas, y la casi segura pérdida de gobiernos como el de Castilla-La Mancha, Aragón, o Comunidad Valenciana, “Ferraz amagará con forzar congresos regionales, como ya pasó tras las elecciones en Andalucía”. El secretario general, afirman, “se guardará esa bala por si hay generales y pierde. Pero entonces, serán los barones los que pidan su marcha”.

Esa petición, afirman las fuentes consultadas, será “más amplia” de la que se esperaría a día de hoy, ya que candidatos y líderes regionales que ahora guardan silencio se rebelarán ante unos malos resultados: “Ximo Puig, Francina Armengol, Luis Tudanca y José Manuel Franco, por ejemplo, están callados, pero si ven amenazado el futuro del partido pueden cambiar de opinión”.

Una ejecutiva “blindada”

Los críticos contra Pedro Sánchez no lo tendrá, sin embargo, nada fácil para desalojarlo de Ferraz, aún habiendo perdido el Gobierno de España.

En ese sentido, recuerdan que el secretario general y su ejecutiva se han “blindado” para evitar que se repita el 1-O de 2016, con un Comité Federal perfectamente afín. No obstante, existen otras fórmulas para plantear un congreso, “casi de refundación” en el PSOE, como el Comité de Política Territorial o, incluso, consultando a la militancia el cese de la ejecutiva.

Las bases del partido, además, “ya no están tanto con Sánchez” y, teniendo en cuenta la salida de la “práctica totalidad de gobiernos”, con la pérdida de cargos que eso implica, hay “posibilidades reales” de un relevo, aunque “la ejecutiva tratará de resistir hasta el final”.

 

Entre otras cosas porque, según las fuentes consultadas, “el problema que tienen los colaboradores de Sánchez es que pertenecen a una generación que únicamente ha vivido de la política. Saben muchísimo de la organización del partido, de cómo funciona el PSOE... pero no tienen vida laboral. Por eso van a defender su cargo a muerte pase lo que pase”.

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