Crisis por las bombas de Arabia Saudí: el rey medió y Riad pidió el cese de la ministra

Moncloa pidió a Felipe VI que llamara al príncipe heredero. Don Juan Carlos también intervino. Los saudíes retiraron la exigencia de destituir a Margarita Robles

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Felipe VI con el príncipe heredero saudí Mohamed Bin Salman durante su visita a España el pasado mes de abril.

En los ámbitos de Exteriores y en el mundo de la inteligencia la consideran la más grave crisis diplomática a la que se ha enfrentado el gobierno de Pedro Sánchez en sus cien primeros días. Sobre todo por lo que había en juego: el mayor contrato extranjero de Navantia y unos 7.000 puestos de trabajo.

El Confidencial Digital ha tenido acceso a varias fuentes políticas, diplomáticas y militares que han vivido de cerca el desarrollo de esa crisis. A partir de sus revelaciones y testimonios, esta es la cronología del episodio de tensión entre España y Arabia Saudí por el veto de Defensa a la venta de 400 bombas guiadas por láser:

--El lunes, 3 de septiembre, salta la noticia en la Cadena SER. Defensa, con la aprobación de Moncloa, paralizó y dejó sin efectos en junio un contrato con Arabia Saudí, fechado en 2015, por valor de 9,2 millones de euros, para el suministro de armamento. Se trataba de 400 bombas tipo MK, equipadas con kits de guiado láser Paveway -fabricados por la firma norteamericana Raytheon- que habían sido adquiridas por el Ejército del Aire años antes.

Una bomba con kit de guiado laser Paveway de fabricación estadounidense.

España apenas utiliza este tipo de armamento -más allá de prácticas de tiro con la OTAN- y el ministerio de Pedro Morenés decidió deshacerse de ellas. El veto de Defensa aludía a que en el contrato se estipulaba claramente que estas armas no podrían usarse fuera del territorio saudí. Una limitación para que no fueran utilizadas en Yemen contra civiles en el conflicto contra los rebeldes houtíes que controlan buena parte del país.

Una “torpeza” preocupante

--Martes, 4 de septiembre. En el sector armamentístico se recibe la noticia con absoluta incredulidad. Se tacha abiertamente de “torpeza”. Lo cuenta ECD ese día: fuentes del sector, con amplia experiencia en la negociación con Arabia Saudí, advierten de las graves consecuencias que puede provocar el veto. En juego está el contrato de venta de cinco corbetas Avante 2200 a Riad, fabricadas por Navantia, por 1.800 millones de euros.

Y no solo eso. En riesgo estaba también perder un gran socio comercial para las empresas españolas en otros sectores. Por ejemplo con el AVE Medina-La Meca, un proyecto que no atraviesa sus mejores momentos por los problemas técnicos que se están registrando. “Es muy difícil ganarse su confianza -la de los saudíes- y muy fácil perderla. Además, suelen reaccionar bastante ante un mal gesto. Son de la filosofía del o conmigo o contra mí” explicaban estas fuentes.

--La crisis también tenía un plano militar y afectaba en cierta medida a las Fuerzas Armadas españolas. Arabia Saudí es aliado de España no solo en la venta de armamento. También existe colaboración entre ambos países en materia de formación. Un ejemplo, los pilotos saudíes de Eurofighter que se forman en España. En 2010 falleció uno de ellos en Morón de la Frontera, tras estrellarse en la pista (según cuentan fuentes militares, Riad pagó la factura del caza accidentado -propiedad de España- aunque no le correspondía hacerlo).

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Pero también colaboran en otros planos más estratégicos: la Armada, por ejemplo, trabaja codo con codo con Arabia Saudí en la zona del Mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb, ruta que atraviesan las unidades navales españoles de camino a aguas del Índico para la Operación Atalanta. Este peligroso enclave es lugar habitual de ataques a buques por parte de los rebeldes houtíes. ECD ha contado algunos de estos ataques  con lanzacohetes (también a buques españoles), e incluso reveló que el Estado Mayor de la Armada, altamente preocupado por el deterioro de la situación en Yemen, había ordenado el envío a la zona de buceadores de combate especialistas en desactivación de explosivos. “España y Arabia Saudí tienen muchos objetivos comunes en el plano militar” admiten fuentes castrenses, que no niegan que el veto del departamento de Robles pudo “complicar” el futuro de dicha colaboración.

Los saudíes hablan de falta de respeto y amenazan con represalias

--Ese martes, día 4, el temor a una represalia comercial de Arabia Saudí se extiende rápidamente entre la plantilla de Navantia. Sus comités de empresa comienzan a preparar manifestaciones para pedir al gobierno que rectifique.  Paralelamente, Exteriores comienza a recibir mensajes preocupantes de sus redes diplomáticas en Riad, confirmando lo obvio: a la monarquía saudí no le ha sentado nada bien el gesto del ejecutivo español. Textualmente, lo considera “un ataque y una falta de respeto”. La expresión ‘falta de respeto’, dicen las fuentes consultadas, enciende todas las alarmas en el ministerio. Los saudíes anuncian que van a replantearse sus relaciones comerciales con España.

--Nada más valorar el alcance de la crisis, el Ministerio de Exteriores, coordinado por el ministro Borrell, activa su maquinaria diplomática para tratar de apaciguar a los saudíes. El Gobierno español decide minimizar el veto y responsabilizar a Defensa de la situación. Hay esperanza: los diplomáticos conocedores de la idiosincrasia de Arabia Saudí valoran en ese momento que, al no haberse devuelto aún los 9,2 millones de euros del contrato, es posible solucionar el embrollo. En caso de que el dinero hubiese retornado a Riad, dicen, las consecuencias resultarían imparables.

--Paralelamente, se trasmite al gobierno saudí que el gobierno español va a salir a negar la información de la Cadena SER y a minimizarla, diciendo que se trata de un asunto que no se ha gestionado desde Moncloa sino por el Ministerio de Defensa. Se añadirá que no hay ninguna decisión firme tomada al respecto (posición que hará pública y oficial el viernes Isabel Celaá tras el Consejo de Ministros).

Riad pide la dimisión de Robles y aparece el Rey

--Entre el martes y el miércoles, llega al gobierno, por cauces diplomáticos, una petición saudí que acaba por poner de los nervios a Moncloa: están abiertos a una solución amistosa... pero a cambio reclaman “la dimisión de la ministra de Defensa”, Margarita Robles, a quien el propio ejecutivo había señalado como responsable del conflicto. Una forma de desagravio. Cuentan las fuentes consultadas por ECD que el gobierno se cerró en banda ante esta petición. No era asumible. Es el momento de mayor tensión de la crisis, según estas fuentes.

-Ante ese callejón sin salida, Exteriores se pone en contacto con el Palacio de la Zarzuela. Una de las fuentes consultadas asegura que la gestión la realiza directamente el ministro Borrell. Otras voces admiten que desde Moncloa también se iniciaron gestiones semejantes. El objetivo es implicar a la Casa Real como mediador del asunto, ante el cariz que van tomando los acontecimientos. La respuesta es positiva. Según ha sabido ECD, el rey Felipe VI conversa telefónicamente con Mohamed Bin Salman, ministro de Defensa y príncipe heredero saudí, que también es quien controla la política económica y energética del país. Es decir, quien decide sobre el petróleo, lo que le convierte en el hombre más poderoso e influyente en estos momentos de la Casa de Saud. Las fuentes consultadas coinciden en señalarle como la figura clave en esta crisis.

MBS, el hombre clave en Riad

Salman, que acaba de cumplir 33 años, es el impulsor del llamado Plan 2030, un proyecto de grandes inversiones para modernizar el país árabe. Busca hacerlo más independiente del petróleo, y también restar poder al wahabismo, la corriente extremista del Islam que domina la península arábiga. MBS, como es conocido en el país, es un caso excepcional en la Familia Real saudí: sólo tiene una esposa, se ha educado íntegramente en universidades saudíes -no en prestigiosos campus norteamericanos-, no es ostentoso, y se trata de un reformista confeso. Los inicios de la buena relación con Felipe VI se remontan a enero de 2017, cuando el monarca realizó su primera visita oficial como rey a Arabia Saudí. En abril de 2018 fue Felipe VI quien le acogió en el Palacio de El Pardo, durante la visita que realizo MBS a España para firmar un acuerdo bilateral con Defensa para adquirir material. Las cinco corbetas para Navantia, entre otros asuntos.

MBS durante una recepción con Donald Trump en la Casa Blanca (2017).

--La llamada de Felipe VI a Riad no es la única que se produce esos días desde el entorno de la Casa Real. También se moviliza a don Juan Carlos. Las fuentes consultadas aseguran tener constancia de las gestiones del rey emérito, aunque dicen desconocer al interlocutor de las mismas. Especulan con que puede tratarse del actual monarca árabe, Salman bin Abdulaziz al Saud. A ambos les une una amistad no sólo institucional, sino también privada. La pasada Semana Santa Juan Carlos I viajó a Riad invitado por el rey saudí; un discreto viaje del que poco trascendió, ya que Zarzuela confirmó que se trataba de una visita de carácter puramente personal, que se produjo dos semanas antes de la visita a España de Mohamed Bin Salman para firmar el memorándum de las cinco corbetas.

Una solución amistosa y un ‘perdón’ en Madrid

--Las gestiones diplomáticas y la ofensiva desde Zarzuela da frutos. Los saudíes, explican las fuentes consultadas, aceptan una solución pacífica al conflicto. A partir de ese momento, el futuro de Margarita Robles al frente del ministerio deja de estar ligado al del contrato de las corbetas. Pero los saudíes exigen que la propia ministra dé explicaciones en persona al embajador árabe en Madrid, el príncipe Mansour Bin Khalid Al-Farhan Al-Saud. Según ha sabido ECD, en ningún momento se habla explícitamente de “disculpas”, pero el tono del encuentro que se celebra en la embajada saudí en Madrid “es lo más próximo a una petición de perdón”.

--El jueves se produce el encuentro cara a cara -que adelanta Miguel González en El País- entre el embajador saudí y la ministra de Defensa, con presencia del secretario de Estado de Exteriores, Fernando Valenzuela, y del director del Centro Nacional de Inteligencia, Félix Sanz Roldán, que había estado en contacto toda la semana con el embajador árabe. Al jefe de la legación saudí se le traslada que el contrato de las bombas simplemente “se está estudiando y revisando sus clausulas” para que respeten la legislación española de venta de armas a terceros países, pero en ningún momento se ha anulado o vetado. El embajador, al parecer, da por buenas las explicaciones.

Borrell, pegado al teléfono desde Argelia

--Por otra parte, Josep Borrell “pasa el jueves pegado al teléfono” tratando este asunto, a pesar de que se encontraba en una visita oficial a Argelia agendada desde hacía semanas. Es informado al minuto del desarrollo de acontecimientos que tiene lugar en la delegación diplomática saudí, situada en una zona residencial acomodada del norte de Madrid capital.

--El viernes, tras recibir probablemente las novedades del embajador, Arabia Saudí da por zanjado el asunto y confirma que los contratos cerrados siguen adelante. Las corbetas de Navantia están a salvo. En Exteriores y en los circuitos diplomáticos se da por apaciguada la crisis, aunque se mantiene la preocupación por el posible deterioro de relaciones que ha podido generar el encontronazo. Esa misma tarde, el Gobierno da por finiquitado el asunto confirmando tras el Consejo de Ministros que la anulación de la venta de bombas no es definitiva y está en fase de estudio.  

Una versión que la ministra Margarita Robles repetirá el lunes, día 10, durante su comparecencia en la Comisión de Defensa del Senado.

Margarita Robles dando explicaciones por la crisis en la Comisión de Defensa del Senado.

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