Los cruceros dan por perdida la Semana Santa y trabajan de cara al verano

MSC, Costa Cruceros y Royal Caribbean cuentan con volver a Canarias a partir de mayo después de perder el sector más de 4.000 millones de euros en 2020

Barcos atracados por la COVID-19
Barcos atracados por la COVID-19

El sector de los cruceros en España ha sido uno de los más afectados por la caída del turismo provocada por la pandemia del coronavirus. Solo en España se ha llegado a perder la facturación anual, algo más de 4.000 millones de euros, desde marzo.

Según los datos de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros en 2018, últimos datos a los que se puede acceder, el sector facturó en España 4.300 millones de euros. Este 2020 los ingresos serán prácticamente residuales dado que la actividad se ha reducido a los dos primeros meses del año y a la zona geográfica de Canarias.

Por ello es tan importante el archipiélago en el negocio de los cruceros en España.  Con apenas destinos turísticos en el Mediterráneo disponibles durante los próximos meses debido al coronavirus Canarias se convierte en el destino único para todas estas empresas que trabajan en España.

Sin embargo la recuperación plena de la actividad no se va a producir hasta bien entrado 2021 pese a los intentos de las compañías de reactivar los viajes poco a poco y, según dicen, la buena disposición de los viajeros a contratar este tipo de vacaciones.

En MSC, empresa líder en la industria de los cruceros en España, dicen estar en conversaciones con las autoridades para recuperar sus negocios tanto en España como Francia y algunos países de Europa además de Norteamérica, el Caribe y Sudamérica.  Ya se ofertan en internet algunos cruceros de su buque MSC Magnífica con escala en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canarias para el próximo mes de mayo de 2021.

Royal Caribbean no tiene todavía decidida la hoja de ruta a seguir ya que consideran que la situación provocada por el COVID deja un escenario todavía muy difícil de predecir.  Con respecto a Canarias, como mercado español con un mayor ritmo de recuperación frente a la pandemia, desde la compañía aseguran a Confidencial Digital que estudian la vuelta de ‘algunos de sus cruceros' en el verano y otoño de 2021 con escalas en Lanzarote, Tenerife o Gran Canaria.

Fuentes de Costa Cruceros confirman a ECD que tratarán de repetir la táctica de Italia y esperan recibir en las próximas semanas la autorización de las entidades portuarias para poner en marcha a sus barcos y tripulación.

Desde Norwegian ya han confirmado que sus cruceros no volverán a Canarias hasta el próximo año.  En concreto, los noruegos dicen no tener una fecha de desembarco segura para sus buques Norwegian Cruise Line, Oceania Cruises y Regent Seven Seas Cruises.

La compañía asegura que continuará trabajando conjuntamente con los gobiernos y las autoridades de salud pública locales, y con el equipo de expertos internacionales del Healthy Sail Panel para tomar las medidas necesarias para proteger a sus pasajeros, tripulación y los destinos en los que se hace escala.

 

Acorde a los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística sobre el movimiento en fronteras Canarias ha sido la comunidad autónoma que más ha visto descender el número de turistas con la ausencia de nueve de cada diez viajeros que sí que visitaron el archipiélago en 2019.

AIDA Cruises y TUI vuelven

En el caso de la compañía estadounidense-británica AIDA Cruises, por el momento, se han suspendido todos los cruceros en Canarias durante todo el mes de noviembre tras las restricciones a la movilidad impuesta por el Gobierno alemán a sus ciudadanos.

AIDA Cruises, con base en el puerto de La Luz y de Las Palmas, iba a volver a Canarias el pasado 5 de noviembre al puerto de Puerto Rosario en la isla de Fuerteventura.  Ahora queda en manos de los gobierno europeos y, en especial, del alemán la vuelta a las aguas de las navieras de esta compañía cuyo mercado principal son los ciudadanos germanos.

Quien si ha vuelto a surcar las aguas atlánticas del archipiélago canario ha sido el turoperador británico TUI junto a su buque Mein Schiff 2.  Desde el Puerto de La Cruz, en Las Palmas de Gran Canaria, salió el barco que se ha convertido en el primer crucero que ha hecho escala en España y en Canarias tras el parón provocado por la crisis de la COVID-19.

Pese a esta vuelta intermitente TUI reconoce estar todavía trabajando con las autoridades regionales del Gobierno canario de cara a la temporada de invierno.

Protocolos exhaustivos

Para elevar anclas las compañías de cruceros deben de respetar y cumplir una serie de normas higiénico-sanitarias impuestas por el Ministerio de Sanidad.  

El protocolo de MSC se basa en nueve elementos fundamentales, muchos adaptados por las totalidad de las empresas en todas sus navieras y las aerolíneas internacionales y aeropuertos que se conforman como la puerta de entrada del negocio ya que son las encargadas de llevar a los viajeros extranjeros, en su mayoría británicos y alemanes, hasta tierras canarias.

En MSC se han propuesto hacer dos test a cada pasajero por viaje, una vez antes del embarque y otro durante el propio viaje.  En cuanto a los tripulantes, las aerolíneas deben de realizar tres pruebas por trayecto antes de comenzar el viaje.  Además, las excursiones de pasajeros deben ser de grupos reducidos y asegurarse la correcta ventilación de todos los espacios. Se ha de promulgar la distancia de seguridad física obligatoria de metro y medio y el uso de mascarillas.

Por otro lado, en la compañía han puesto en marcha un plan de contingencia que evite cualquier derivación de los pasajeros a las autoridades sanitarias de los puertos de llegada de manera que se evite el colapso sanitario de los pueblos y ciudades donde atracan las navieras.

Adicionalmente las compañías han activado nuevos planes sanitarios con los que dicen ofrecer una experiencia ‘sin peligro’ para los viajeros.  En consecuencia, han decidido intensificar las medidas de saneamiento con el uso de productos desinfectantes de grado hospitalario aumentar el distanciamiento social con, según comenta MSC a ECD, más de 10 m² por persona atendiendo a una capacidad total de las navieras cercana al 70 por ciento en el caso de su buque Magnífica.

En el caso de haber un positivo de coronavirus a bordo el plan de contingencia contempla la evacuación del caso y los contactos cercanos quienes deberán seguir las medidas de aislamiento hasta poder desembarcar.

Sin salir de las islas

De entre todas las restricciones que los cruceros deben seguir si quieren dar luz verde a su negocio en las Islas Canarias la que más polémicas suscita es la relacionada con la restricción de trayectos a las dos provincias de archipiélago. 

El Ministerio de Sanidad autoriza la navegación de este tipo de embarcaciones únicamente en las aguas canarias.  Caminos de ida y vuelta que únicamente pueden viajar entre las provincias de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas. 

Los permisos de navegación los expiden las diferentes comunidades autónomas y, por lo tanto, si un barco quiere viajar de Canarias a la costa española andaluza deberá de obtener el aprobado de la Junta de Andalucía.  Una situación que no se está dando debido a que, según confirman autoridades portuarias Canarias a ECD, los ejecutivos regionales peninsulares no están interesados en ello ya que la situación de la pandemia se podría agravar y descontrolar con la llegada y salida de viajeros internacionales que no están registrados.  

Del mismo modo ningún barco que comience su viaje en Canarias podrá arribar en el continente africano ni en ninguna parte de la costa portuguesa ya que el Ministerio de Sanidad rescindiría en ese momento la autorización de navegación con la que deben contar las navieras.  

Cruceros sin destino

La crisis del sector del turismo y, en especial, de los cruceros ha provocado el nacimiento de nuevas vías de negocio.   En Singapur, por ejemplo, ya han comenzado a darse los primeros viajes de cruceros sin destino, es decir, con salida y destino en la misma ciudad.

La idea, puesta en marcha por Genting Cruise Lines, es realizar trayectos lúdicos hasta aguas profundas con un aforo limitado al 50% de su capacidad.  Un negocio que se vende como unas ‘vacaciones en el mar’ con una duración de entre dos y tres noches que permiten a los viajeros poder disfrutar de los cruceros y sus actividades, pero sin las paradas en los puertos turísticos de referencia en cada uno de los trayectos. 

Por el momento, estos viajes solo están en marcha en Singapur o para los residentes en el país aunque compañías españolas en el sector confirman a ECD estar observando ‘de cerca’ el piloto singapurense y analizar la posible exportación a otros destinos como el Caribe y Europa.

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