Javier Fumero

Los datos menos conocidos del último CIS

Proceso de recuento en una mesa electoral.
Todo parece indicar que habrá nueva cita con las urnas, el 10-N

Los analistas coinciden en que lo mejor del CIS, sobre todo a raíz de la irrupción de Tezanos en el organismo demoscópico, es trabajar con “las tripas”, con los datos fríos, sin cocinar, que se pueden consultar y son de libre acceso.

Hacen falta algunos conocimientos pero una mirada experta sabe encontrar en la consulta pistas relevantes: tendencias, movimientos, cambios, novedades…

La última entrega es especialmente significativa. Por varios motivos. Llega a las puertas de una nueva convocatoria electoral. La muestra se ha duplicado: ahora se han realizado 5.900 entrevistas (que son muchas para un estudio de este estilo). Y el trabajo de campo se ha alargado: se han realizado preguntas entre el 1 y el 18 de septiembre.

Hay que recordar que el 11 de septiembre tuvo lugar la última reunión entre los equipos negociadores de PSOE y Unidas Podemos. El día 16 el Rey inició la consultas y ese mismo día, Albert Rivera realizó un ofrecimiento final a la desesperada al PSOE.

Casi por casualidad he llegado hasta la web de una empresa llamada Gravitas, dedicada a la consultoría y el análisis de datos, también sobre sondeos. Fíjense a las conclusiones a las que llegan, tras ‘destripar’ el último CIS:

-- La percepción sobre la situación política empeora notablemente en el último trimestre. 3 de cada 4 españoles cree que la situación es mala o muy mala.

-- Más de la mitad de los españoles (53,1%) considera que los políticos son uno de los principales problemas de España. Se trata de un dato sin precedente en las series del CIS. La inmigración repunta y para los votantes de Vox es su tercer problema.

-- La percepción sobre la situación económica es muy mala. El principal cambio se produce en las perspectivas de futuro: el pesimismo triplica al optimismo. Existe una diferencia sustancial entre las percepciones en la repetición de 2016 y la de ahora.

-- Sobre la percepción ideológica de los partidos. El PP continúa su proceso de moderación y el PSOE consolida su giro a la izquierda.

 

-- En cuanto a la intención directa de voto (respuesta espontánea), el PSOE pierde 3,5 puntos desde julio y Cs se deja 1. El PP está estable. Suben un punto los partidos en los extremos (Podemos y Vox).

-- En términos de bloques, la izquierda pierde algo más de 2 puntos y la derecha apenas registra variaciones. Esos 2 puntos se marchan a la abstención y a los indecisos, que se sitúan en el 31%.  Los partidos nacionalistas permanecen sin variaciones reseñables.

-- El recuerdo de voto está descuadrado en el PSOE, con respecto al resultado real de abril. El 30,8% recuerda haber votado al PSOE, cuando la realidad fue que lo votó el 21,5% (sobre censo). Estos desajustes se corrigen con “la cocina”.

-- El centro ideológico se deprime. El PSOE y Ciudadanos sufren una caída en la fidelidad de voto muy significativa con respecto al barómetro de julio. Los socialistas pasan de 85 a 76 (bajan 9 puntos) y Cs pasa de 74 a 59 (baja 15 puntos)

-- El convencimiento de los electorados (los que volverán a votar a ese partido con total seguridad) cae de forma generalizada, excepto en Podemos. Vox cuenta con el electorado más convencido, pero es el que más ha perdido en el verano (cae 10 puntos)

-- Solo un 54% de los españoles dicen que irían a votar con total seguridad. En la preelectoral de marzo ese mismo indicador era del 62%. Los menos movilizados, con diferencia, son los votantes de Ciudadanos. Los más movilizados son los nacionalistas.

Más en twitter: @javierfumero

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