Defensa homenajea a un teniente general asesinado por un etarra al que Marlaska acaba de acercar al País Vasco

El Salón de Actos para Altos Cargos de la sede central del ministerio llevará el nombre de Francisco Veguillas, a quien Mikel Azurmendi mató con un coche bomba en 1994

Fernando Grande-Marlaska, Margarita Robles y Pedro Sánchez, en la Pascua Militar de 2019.
Fernando Grande-Marlaska, Margarita Robles y Pedro Sánchez, en la Pascua Militar de 2019.

El goteo de traslados de presos de ETA a cárceles más cercanas al País Vasco y a Navarra incluyó recientemente el cambio de cárceles de Mikel Azurmendi, condenado a 416 años por delitos de terrorismo, homicidios y asesinatos, que ha pasado del Centro Penitenciario de Valencia-Antoni Asunción (en Picassent) al Centro Penitenciario de Zaragoza (en Zuera).

De este terrorista de ETA se ha destacado que fue condenado a 30 años de cárcel como responsable del asesinato a tiros del concejal del Partido Popular en Sevilla Alberto Jiménez-Becerril Barrio y de su esposa Ascensión García Ortiz.

Pero Azurmendi está condenado por participar en más asesinatos terroristas: el del teniente de Ingenieros del Ejército de Tierra Miguel Peralta Utrera (1994), el del general de Brigada y subdirector general de Centros y Servicios de Defensa Juan José Hernández Rovira (1994), el del sargento de Tierra Miguel Ángel Ayllón Díaz-González...

También fue autor material del atentado mortal contra Francisco Joaquín Martín Moya, César García Contonente y Francisco Veguillas Elices. Este último acaba de ser homenajeado por el Ministerio de Defensa.

Salón de Altos Cargos de Defensa

El traslado de Mikel Azurmendi a una cárcel a unos 300 kilómetros del País Vasco, frente a los 600 que había hasta Picassent, se dio a conocer el 11 de noviembre por parte de Instituciones Penitenciarias, dentro de una estrategia de traslados de etarras a cárceles más cercanas a donde residen sus familias que está llevando a cabo el ministerio que dirige Fernando Grande-Marlaska.

Nueve días después, el viernes 20 de noviembre, Margarita Robles firmó una orden ministerial “por la que se dedica el Salón de Actos para Altos Cargos de la sede central del Ministerio de Defensa, al Teniente General del Ejército de Tierra, don Francisco Veguillas Elices”.

Es decir, rubricó un reconocimiento póstumo de relevancia, sobre todo entre el personal militar y del Ministerio de Defensa, que vieron esa orden ministerial publicada en el Boletín Oficial del Ministerio de Defensa (BOD) el lunes 23.

Teniente general Francisco Veguillas

El texto de la orden ministerial es todo un homenaje al teniente general Francisco Veguillas Elices, del que dice que “representa los grandes valores y compromisos de nuestras Fuerzas Armadas al servicio de España”.

Se incluye información biográfica de este alto mando militar que fue asesinado por ETA: “Tras ingresar en el Ejército en 1942, desde muy temprano, su trayectoria profesional estuvo marcada por una amplía actividad internacional, lo que le llevó a visitar otros países y a conocer sus Ejércitos. Estas experiencias y su destino como Agregado Militar en Washington, le permitieron posteriormente realizar importantes aportaciones a la modernización y a la apertura de nuestras Fuerzas Armadas al exterior”.

 

Tras ascender al empleo de teniente general, Francisco Veguillas fue destinado como Jefe de la VII Región Militar con sede en Valladolid, de la que fue su último Capitán General. “A los pocos meses, en enero de 1987, fue designado para la relevante responsabilidad de dirigir la política de defensa, cuya Dirección General, que estaba integrada en el Estado Mayor de la Defensa, pasó desde ese momento a depender del Ministro de Defensa”.

Ese es el cargo que desempeñaba al ser asesinado por Mikel Azurmendi en 1994.

Director general de Política de Defensa

La orden ministerial firmada por Margarita Robles destaca de este teniente general que “su talante abierto y su profundo conocimiento de las relaciones internacionales propició su participación en las complejas negociaciones en el ámbito internacional que dieron como fruto, entre otros, los Acuerdos de integración de España en la OTAN, el Nuevo Tratado de Amistad y Cooperación con los Estados Unidos y los primeros contactos con los Ejércitos integrados entonces en el Pacto de Varsovia”.

Además, “como Director General de Política de Defensa quiso también profundizar en la presencia de nuestros Ejércitos en el escenario internacional, abriendo el camino e impulsando la participación de las Fuerzas Armadas españolas en misiones de paz bajo mandato de Naciones Unidas. Además, fue uno de los principales artífices, hace ya algo más de cuarenta años, de los primeros despliegues de observadores españoles en África y Centroamérica y, en 1992, del primer despliegue operativo de Fuerzas militares españolas en la Fuerza de Protección de Naciones Unidas en Bosnia-Herzegovina (UNPROFOR)”.

No ahorra en elogios: “El Teniente General Veguillas, desde una profunda humanidad, contribuyó a hacer de España una nación moderna y de sus Fuerzas Armadas una institución eficaz al servicio de los españoles, abierta a la sociedad y al mundo actual. Su trabajo ayudó de forma significativa a que nuestras Fuerzas Armadas pudieran integrarse con normalidad en operaciones bajo mandato de Naciones Unidas junto a los Ejércitos de las demás democracias occidentales”.

Por todo ello, “el Ministerio de Defensa quiere reconocer la importante contribución del Teniente General Veguillas a la normalización institucional de los Ejércitos españoles en el nuevo contexto jurídico y social surgido de la Constitución de 1978 y a la nueva política de alianzas con nuestros socios internacionales. Pero sobre todo, además en la persona del Teniente General Veguillas, queremos rendir nuestro más sentido y profundo homenaje permanente a todos los miembros de las Fuerzas Armadas y a sus familias, que fueron víctimas de execrables actos terroristas y con los que España siempre tendrá una deuda de gratitud impagable”.

ETA también asesinó a su antecesor

Sobre su asesinato, la orden ministerial indica que fue “víctima de un vil atentado de la organización terrorista ETA en la madrileña plaza de Ramales, el 29 de julio de 1994, encontró la muerte junto a Joaquín Martín Moya y César García Contonente”.

El libro ‘Vidas rotas’ de Rogelio Alonso, Florencio Domínguez y Marcos García Rey recoge el relato de hechos del atentado. En torno a las 8:45 del 29 de julio de 1994 circulaba por la Plaza de Ramales, cerca del Palacio Real de Madrid, el coche oficial que trasladaba al director general de Política de Defensa.

En ese momento, el etarra del ‘Comando Madrid’ Mikel Azurmendi Peñagaricano pulsó el botón del mando a distancia que hizo explotar un coche bomba cargado de explosivos.

La deflagración mató en el acto al teniente general Veguillas, al conductor civil del Ministerio de Defensa Francisco Joaquín Martín Moya que conducía el coche del director general de Política de Defensa, y César Contonente, operario de la compañía del Ballet Clásico de Madrid que estaba cargando un camión en las cercanías.

Cabe señalar que el antecesor de Francisco Veguillas Elices como director general de Política de Defensa también había sido asesinado por ETA, justo nueve años antes. Al vicealmirante de la Armada Fausto Escrigas Estrada y a su chófer Francisco Marañón García (gravemente herido) los ametrallaron otros terroristas del ‘Comando Madrid’ el 29 de julio de 1985.

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