El Ejército investiga si Moscú está interceptando los teléfonos de los militares españoles en Letonia

Llegan facturas de más 700 euros por supuestas conexiones desde Rusia. Las familias reciben llamadas a horas intempestivas. Se va a enviar un equipo de guerra electrónica

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Militares españoles patrullando a las afueras de Adazi (Letonia). Foto Ejército de Tierra.

Los militares españoles destinados en Letonia en misión de la OTAN llevan meses detectando comportamientos extraños en sus teléfonos móviles. Les facturan llamadas supuestamente realizadas desde Rusia, sus familiares reciben llamadas a horas intempestivas.. .Lo que en un principio se sospechó que era un simple timo va tomando otro cariz.

700 euros por unas pocas llamadas telefónicas a sus familias. Hasta 200 euros por hablar unos minutos con su hogar. Eso es lo que se han encontrado en las facturas de sus compañías decenas de militares españoles destinados en Letonia.  Un territorio de la Unión Europea y por tanto amparado por la nueva normativa de roaming, pero que les han tarifado como si se hubiesen realizado desde territorio ruso.

Los poco más de 300 efectivos destinados en la misión de la OTAN en Letonia tienen su base en Adazi, a las afueras de Riga y a poco menos de 200 kilómetros del punto más cercano de la frontera Rusa.

Extrañas llamadas 'desde Rusia'

Con esta ubicación geográfica, las llamadas telefónicas que realizan se gestionan a través de la red GSM de Letonia. Sin embargo, las compañía telefónicas particulares de los militares han identificado que las llamadas se gestionaron a través de la red rusa, y por tanto tienen una tarificación especial. Cabe decir que las fuentes militares consultadas aseguran que en ningún momento los militares españoles han traspasado la frontera con la Federación Rusa.

La situación se viene dando desde hace muchos meses. Al principio se barajó que podría tratarse de un fallo técnico por parte de las compañías telefónicas, pero las incidencias eran cada vez mayores y afectaban no sólo a militares españoles, sino a polacos, italianos, eslovenos y eslovacos, con quienes comparten base.

En este punto se comenzó a valorar que se tratase de algún tipo de estafa, relacionada con algún grupo de ciberdelincuencia local. Pero el número de afectados iba aumentando y se contaba por docenas. Todos ellos militares destinados en Adazi.

Extrañas llamadas a los familiares

Pronto comenzó a aumentar la preocupación al respecto entre los equipos que velan por la seguridad del contingente español en Letonia. Y es que las incidencias con los teléfonos empezaron a afectar también a familiares de los militares.

Según ha sabido Confidencial Digital, algunos de sus familiares directos empezaron a recibir llamadas a horas intempestivas. Muchas veces de madrugada. Estas llamadas procedían de números con prefijo letón, aunque cuando cogían el teléfono nadie hablaba al otro lado.

Una situación que generó una profunda intranquilidad entre las familias afectadas, ya que sabiendo que tenían a un ser querido en Letonia sospechaban que les podían estar llamado porque le había ocurrido algo a su familiar.

Las llamadas solían realizarse a contactos de la agenda con los que recientemente se habían mantenido conversaciones de WhatsApp, casi siempre familiares muy cercanos como padres, madres y esposas o maridos. Era, explican, como “si alguien hubiese obtenido una copia de la agenda y los números más frecuentes utilizados”.

 

Los equipos de seguridad de los contingentes sospecharon que tras las irregularidades podría haber algo “más inquietante”

La inusitada incidencia de estos problemas entre los militares de la OTAN destinados en Adazi llevo a los equipos de seguridad de los contingentes a sospechar que tras las irregularidades podría haber algo “más inquietante”, explican fuentes militares a ECD.

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Investigación en marcha

Cada país abrió su propia investigación al respecto para averiguar qué le estaba pasando a las líneas telefónicas de sus soldados. En España se movilizó al Mando de Operaciones, al Mando Conjunto de Ciberdefensa y al Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas.

Sin embargo, tal y como ha podido saber ECD de fuentes próximas al Mando Conjunto de Ciberdefensa, no se ha llegado aún a ninguna conclusión. Lo que si se ha constatado es que podría encajar dentro de las características de una operación militar por parte de un tercer estado. Y según cuentan estas voces todas las pistas, por situación geográfica y naturaleza de la misión, apuntan a Rusia.

Como respuesta, el Mando de Operaciones está planificando el despliegue en Adazi de un equipo especializado en contramedidas del Regimiento de Guerra Electrónica nº 31 (REW 31) para determinar si, efectivamente, los soldados españoles están siendo objetivo de algún tipo de operación tecnológica ‘enemiga’.

Tampoco se descarta que se hayan producido “escuchas” e intervenciones a las comunicaciones de los militares con sus familias. Aunque esto preocupa menos, ya que como explican las fuentes consultadas los militares desplegados “están bien preparados y saben que no deben compartir información de su misión con nadie ajeno a ella ni a través de ningún método de comunicación”.

Rusia ya dejó sin móviles una parte de Letonia

 No es la primera vez que las líneas móviles de Letonia sufren incidentes extraños. El pasado año, coincidiendo con la realización de los ejercicios militares Zapad, los mayores desde la Guerra Fría, el oeste de Letonia vivió un apagón total de su red de comunicaciones que afectó incluso a las líneas segregadas que se utilizan en caso de situación de emergencia.

Admitieron tener constancia de la presencia de un buque militar de guerra electrónica en el mar Báltico

Los servicios de inteligencia letones culparon al ejército ruso de dicha caída de la red, que se mantuvo durante 16 horas, que también afectó a algunas zonas de Suecia. Admitieron tener constancia de la presencia de un buque militar de guerra electrónica en el mar Báltico y desde la OTAN se señaló a unas instalaciones tecnológicas que las fuerzas armadas rusas tienen en la ciudad de Kaliningrado. No se tiene constancia exacta de qué tipo de tecnología habrían usado para dicha operación.

Los teléfonos móviles de los combatientes extranjeros han sido objetivo de las unidades de ciberguerra rusa desde hace años. En 2014 en Ucrania, por ejemplo, se ‘hackeo’ una aplicación de móvil muy popular entre los artilleros ucranianos. La utilizaban para calcular la posición y distancia de sus objetivos, pero lo que no sabían es que al utilizarla estaban revelando la posición de la artillería ucraniana a las fuerzas rusas.

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