El Ejército prohíbe el acceso a sus bases de trabajadores con símbolos religiosos o políticos

Así lo establece en acuerdos suscritos con la empresa pública ISDEFE: deberá garantizar que no entre personal con simbología contraria a la neutralidad de las Fuerzas Armadas

Acuartelamiento Sangenís (Zaragoza), sede del Regimiento de Pontoneros.
Acuartelamiento Sangenís (Zaragoza), sede del Regimiento de Pontoneros.

Disciplina, jerarquía y unidad y deber de neutralidad política: esas son las características de las Fuerzas Armadas que recogen las Reales Ordenanzas y la Ley Orgánica de derechos y deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas, y al menos la última de ellas el Ejército de Tierra trata de que se aplique incluso más allá de sus militares.

Confidencial Digital ha podido comprobar que desde hace unos meses, Tierra incluye una cláusula a este respecto en algunos acuerdos de encomienda de gestión que firma para encargar determinados trabajos a empresas externas.

Concretamente, al menos ha ocurrido en tres de estos acuerdos firmados con ISDEFE, la empresa pública Sociedad Estatal Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España, SAU, para la realización de trabajos de asistencia técnica y consultoría en ingeniería de sistemas.

El más reciente es un acuerdo firmado en mayo por el que el Ejército de Tierra encarga a ISDEFE “la realización de trabajos de asistencia técnica y consultoría en ingeniería de sistemas”. Pero dicha cláusula también se encuentra en el encargo (en diciembre de 2018) de unos “trabajos de asistencia técnica y consultoría en ingeniería de sistemas en beneficio de las UCO,s en Zona de Operaciones”, y en el de septiembre de 2018 “para la realización de trabajos de asistencia técnica y consultoría en ingeniería de sistemas”.

Que no entre nadie con símbolos no neutrales

El punto en cuestión sobre la neutralidad política aparece en la cláusula “Quinta. Personal”, que desgrana una serie de condiciones que el Ejército establece sobre el personal de ISDEFE que participe en la ejecución del trabajo encargado.

“En cumplimiento con los criterios de actuación dictados por el EME [Estado Mayor del Ejército], ISDEFE velará por el estricto cumplimiento de los criterios de actuación que garanticen la neutralidad política en las BAE,s [bases, acuartelamientos y establecimientos] del ET [Ejército de Tierra], evitando el acceso o presencia en BAE del ET de personal que porte simbología contraria a dicho principio de neutralidad política de las Fuerzas Armadas”, comienza el punto 5 de esa cláusula Quinta.

En el documento no se desarrollan en profundidad esos criterios de actuación dictados por el Estado Mayor del Ejército, pero queda claro que van en la línea de establecer medidas para impedir cualquier circunstancia que ponga en cuestión la neutralidad política del Ejército de Tierra y de las Fuerzas Armadas en general.

Prohibidos signos políticos y religiosos

El aviso que el Ejército de Tierra ha incluido en estos acuerdos contiene cierta contradicción, al tratar de equilibrar una postura firme contra el uso de símbolos políticos por personal de la empresa contratada con la realidad (que admite) de que no va a expulsar a nadie por ostentarlos.

“Al no existir cláusula específica sobre uniformidad y vestuario para el personal de la empresa ISDEFE, y de empresas subcontratadas”, se explica en este cláusula en los tres acuerdos entre Tierra e ISDEFE citados, “se refleja en este apartado del Encargo la prohibición y restricción de ostentar por sus trabajadores de signos visibles políticos, religiosos, etc. en su lugar y horario de trabajo”.

 

En virtud de esa exigencia, el Ejército de Tierra establece que “ISDEFE deberá comunicar a sus empleados todo lo referente a los criterios a cumplir del deber de neutralidad política, exigir el estricto cumplimiento de las normas éticas y de buena fe derivadas del puesto de trabajo, en especial las correspondientes al decoro, higiene y uso de la vestimenta adecuada para el desarrollo de su trabajo”.

Eso se concreta en que ISDEFE no permita, a los empleados que tengan que acudir a bases, acuartelamientos e instalaciones de Tierra para participar en los trabajos encargados, “ostentar, cualquiera que sea su indumentaria, lemas, insignias, distintivos o emblemas contrarios a la normativa citada; y en caso necesario tomar las medidas oportunas para su cumplimiento”.

Es decir, el Ejército traslada a la empresa, Sociedad Estatal Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España, la exigencia de encargarse de que sus empleados no incumplan esa prohibición de lucir símbolos políticos, religiosos o de otro tipo que sean contrarios al principios de neutralidad de las Fuerzas Armadas.

Aunque no se puede denegar el acceso

Sin embargo, admite que si finalmente “se produce la infracción y se detecta un trabajador intentando acceder al recinto militar con alguno de los símbolos aludidos, deberá tenerse en cuenta que no puede denegársele el acceso a las instalaciones”.

Sólo añade que “en todo caso, se procederá acorde al procedimiento que marca la normativa de aplicación”, que se entiende que son los criterios de actuación dictados por el Estado Mayor del Ejército sobre neutralidad política en sus instalaciones.

También contempla la posibilidad de que el incumplimiento, es decir, la exhibición de simbología política o religiosa que rompa con la neutralidad exigida se realiza una vez que el trabajador ya esté dentro de las instalaciones militares. En ese caso, “se dará cuenta al Responsable de Certificación del MALE, reiterándose el procedimiento citado anteriormente”.

Eso sí, remarca que el Ejército de Tierra y su Mando de Apoyo Logístico (el órgano de contratación en los tres acuerdos con ISDEFE) tienen facultad para “exigir el debido cumplimiento de las condiciones del Encargo y la adopción, en su caso, de las penalidades recogidas en el mismo”.

Por eso se prevé que la sociedad pública ISDEFE designe a un representante como interlocutor válido ante el Mando de Apoyo Logístico del Ejército. Como en realidad el Ejército “carece de potestad para dirigir o controlar a los empleados de ISDEFE directamente”, los mandos de Tierra trasladarán a ese representante de ISDEFE las quejas y advertencias en caso de que los trabajadores de la empresa pública que acceden a las bases militares incumplan el principio de neutralidad con símbolos políticos o religiosos.

Manifiestos sobre Franco y tatuajes ultras

El empeño de las Fuerzas Armadas por evitar que se politice la institución militar se concreta en distintas medidas. Por ejemplo, en los últimos meses el Ministerio de Defensa y los tres ejércitos han abierto expedientes informativos y disciplinarios que suscribieron con su firma o bien el manifiesto a favor de la figura de Francisco Franco (a raíz del proceso de traslado de sus restos mortales), o bien otro texto contra el dictador que un grupo de militares hicieron circular para responder al anterior.

Además, en la línea de la neutralidad en la vestimenta de los trabajadores que entran a las bases del Ejército, en los últimos años las Fuerzas Armadas han realizado una discreta labor para mantener controlados y poner coto a los militares de tendencia ultraderechista. En muchos casos, estos militares lucen tatuajes con símbolos extremistas, que también se pretenden evitar.

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