José Apezarena

Elecciones otra vez, no, por favor

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias firman el acuerdo de presupuestos, la pasada legislatura.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias firman el acuerdo de presupuestos, la pasada legislatura.

No me puedo creer que los políticos de este país no sean capaces de resolver el atasco institucional en que nos encontramos.

Acabamos de celebrar unas elecciones generales, el 28 de abril, y dos meses y medio después todavía no se ha resuelto la formación de un nuevo Gobierno. Y el panorama es en este momento francamente pesimista.

Aquí hay muchos responsables, evidentemente, pero en primera posición aparece Pedro Sánchez.

Recibió el encargado del rey de conseguir la investidura, y sin embargo apenas se lo está trabajando, distraído en afanes internacionales, que tanto le gustan, pero internamente en plan pasota, a la espera que le caigan llovidos del cielo el apoyo de Podemos y las abstenciones de Populares y Ciudadanos.

Por lo visto, el candidato apuesta por un "gratis total", por un dadme todo que yo no doy nada, amparado en la extorsión de que, si no, no le quedará más remedio que renunciar a la investidura y, con ello, ir otra vez a elecciones.

Se echa de menos por su parte una actitud mucho más proactiva, que se lo trabaje en serio. Y, además, moverse en varias direcciones. Una de ellas, sondear de verdad qué contrapartidas tendría que ofrecer a los dos principales partidos de la oposición a cambio de lograr que se abstengan.

El otro responsable principal es Pablo Iglesias, que no asume que su grupo parlamentario no resulta decisivo, y que se ha enrocado en la demanda infantil de entrar en el Gobierno a como dé lugar.

Mientras, desde el socialismo se apela hoy a la abstención de populares y Ciudadanos, con el argumento de que ellos lo hicieron cuando Mariano Rajoy estaba en minoría, haciendo así posible la formación de un Gobierno.

Es verdad. Como también lo es que a la dirección del partido le costó un mundo convencer a sus parlamentarios. Tanto, que unos cuantos rompieron la disciplina de voto.

 

Lo chocante es que algunos de los heraldos de tal demanda, como Adriana Lasta y José Luis Ábalos, se mostraron entonces absolutamente contrarios a permitir la investidura del líder del PP. Y votaron abstención a regañadientes, poco menos que "por imperativo legal". Ahora, ellos y otros líderes del PSOE semejantes, claman por la abstención de los populares.

En cualquier caso, si al final todo acaba en convocatoria de nuevas elecciones, entonces que los políticos no se extrañen de que los ciudadanos decidan pasar definitivamente de ellos.

En abril les dieron el encargo de constituir unas nuevas Cortes y formar Gobierno, y no han cumplido el mandato. Hay que pedirles responsabilidades.

Que no se extrañen cuando las encuestas, como acaba de ocurrir con el último barómetro del CIS, les suspenden a todos. A todos.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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