Los pilotos españoles incumplen los descansos exigidos por la UE para vuelos largos
La nueva normativa debía aplicarse desde hace un mes y España ha obtenido una moratoria para adaptar los aviones
La falta de adaptación de algunos operadores a los requisitos que exige la norma para los descansos en vuelo ha provocado que Europa permita a los países posponer hasta un año la aplicación de este punto. De nuevo, España es uno de los pocos países que ha recurrido a la moratoria.
El motivo es que muchas aerolíneas no habían emprendido los cambios que necesitan muchos aviones para garantizar un correcto descanso de los pilotos durante los vuelos de largo radio.
En algunos casos, se requiere una cama o cualquier otra superficie que permita una posición para dormir plano (recto) o casi plano. También una reclinación de hasta al menos 80° vertical y separado tanto de la cabina de vuelo como de la cabina de pasajeros, en un área que permita que el miembro de la tripulación pueda controlar la luz, y tener además un aislamiento del ruido y sin perturbaciones.
En otras situaciones, se exige un asiento en una cabina de avión que se recline al menos un ángulo de 45º hacia atrás, de al menos de 55 pulgadas (137,5 cm), una anchura de asiento de 20 pulgadas (50 cm) y un soporte para las piernas y los pies. Debe estar separado de pasajeros por, como mínimo, una cortina para proporcionar la oscuridad y cierta mitigación de sonido, y estar libre de perturbaciones por los pasajeros o del resto de los miembros de la tripulación
También se reclama contar con un asiento en un compartimiento de la cabina del avión o de la tripulación de vuelo que se recline al menos 40° y proporcionar un soporte para las piernas y los pies, separado de los pasajeros al menos por una cortina para proporcionar la oscuridad y cierta mitigación sonora, y no encontrarse al lado de los asientos ocupados por los pasajeros.
El pasado 18 de febrero comenzó a aplicarse el Reglamento 83/2014 que entró en vigor hace dos años y armoniza en toda Europa la legislación sobre la fatiga de pilotos y tripulaciones de cabina.
A partir de ese día, las diferentes normativas nacionales sobre la materia, así como la preexistente europea, debían ser sustituidas por el nuevo reglamento, que fue publicado en el Boletín de la Unión Europea hace dos años.
Según las fuentes consultadas, en vísperas de aquella jornada, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea se encontraba aprobando, in extremis, los manuales de operaciones de las aerolíneas españolas con los cambios que requiere esta norma.
Las tripulaciones aéreas no pudieron conocer a tiempo cómo funciona en sus compañías el Reglamento, una maraña de textos que complica enormemente su interpretación.
