¿Está haciendo electoralismo el Gobierno con las últimas decisiones?

Tras varios años centrado en las reformas económicas y en recortes presupuestarios que le han producido un desgaste en su apoyo popular, el Gobierno de Mariano Rajoy ha comenzado a anunciar y tomar decisiones que parecen ir encaminadas a contentar a parte del electorado: bajada de impuestos, retirada del anteproyecto de ley del aborto, devolución de parte de la paga extra a los funcionarios... ¿Son medidas motivadas por intereses electorales del Partido Popular?

Mariano Rajoy durante un mitin del PP.
Mariano Rajoy durante un mitin del PP.

Nada más heredar las responsabilidades de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy comenzó a tomar medidas impopulares urgido por el elevado déficit público que se encontró al llegar al Ejecutivo.

Habían pasado pocos días desde su debate de investidura, en el que se comprometió a no subir los impuestos, cuando Rajoy celebró su primer Consejo de Ministros y aprobó una subida del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en todos su tramos, del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y del precio del gas. Además, anunció un recorte presupuestario de 36.000 millones de euros.

Meses después, en julio de 2012, el presidente subió a la tribuna del Congreso de los Diputados para anunciar el ajuste presupuestario más duro de la democracia: un ahorro de 65.000 millones de euros en dos años y medio, que se sumaban a los recortes en los Presupuestos Generales del Estado. Se aprobaron medidas tan impopulares como la supresión de la paga extraordinaria de Navidad a todos los funcionarios, la reducción de días “moscosos” y la subida del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) sobre numerosos productos y servicios.

En este tiempo Rajoy también ha impulsado duros recortes en las partidas sociales, como Sanidad y Educación, y ha introducido copagos farmacéuticos y subidas de tasas universitarias.

Después de casi tres años en La Moncloa, la estrategia del Gobierno parece haber cambiado. En los últimos tiempos se han sucedido varias medidas y anuncios del Ejecutivo que revierten la línea de “dureza” en la disciplina presupuestaria: el IRPF bajará el 1 de enero de 2015; los funcionarios recuperarán uno de los “moscosos” y parte de la paga extra suprimida; el nuevo ministro de Justicia revisará las tasas judiciales impuestas...

A ello se suma un cambio significativo de mayor carácter ideológico: la retirada del anteproyecto de ley del aborto, que introducía cambios sustanciales en la regulación de Zapatero, y su sustitución por una reforma más superficial sobre el permiso paterno para que aborten las jóvenes de 16 y 17 años.

Estos cambios se producen tras las elecciones europeas, en las que el Partido Popular perdió varios millones de votos, y cuando comienza el ciclo electoral que incluye las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2015 y ya más adelante los comicios generales. El Confidencial Digital ha contactado con varios periodistas políticos para analizar si estas últimas medidas del Gobierno corresponden a una estrategia electoralista del PP para tratar de recuperar a los votantes que ha perdido.

Aborto, impuestos, funcionarios, tasas judiciales...

“¿Están influidas las últimas decisiones del Gobierno por los próximos procesos electorales? Inevitablemente sí”, responde Alfonso Merlos, periodista de 13TV y columnista de La Razón. Merlos asegura que el Ejecutivo de Mariano Rajoy y el Partido Popular ya tienen la vista puesta en las elecciones municipales y autonómicas, pero también en las generales, y eso está condicionando algunas de los anuncios recientes del Gobierno.

El caso más claro para este periodista es el de la retirada del anteproyecto de ley del aborto. “El fin fundamental de esta decisión es no espantar a los votantes del centro. Serán los cálculos de Pedro Arriola [el sociólogo de cabecera de Rajoy]: esta ley del aborto podía hacer perder muchos votos a los actuales alcaldes y presidentes autonómicos del PP”, afirma Merlos.

Marisa Cruz, periodista del diario El Mundo que cubre la actualidad del Gobierno, asegura que en las últimas decisiones del Ejecutivo influyen dos factores: la mejoría de la situación económica, que permite aflojar el ritmo de los recortes, y también la estrategia electoral del PP. “Algunas medidas se podrían haber hecho antes, como la retirada de la ley del aborto por la presión social. Pero lo han hecho ahora, al ver que iban a perder más votos de los que podían ganar”, reflexiona Marisa Cruz.

La periodista de El Mundo señala que la retirada de la Ley del Aborto puede tener claros efectos electorales, como también ocurre con la bajada de impuestos que entrará en vigor el 1 de enero de 2015. “También está influida por los cálculos electorales del Gobierno”, señala Cruz, aunque también asegura que con la actual coyuntura económica y la mejoría de la situación ahora es el momento más propicio para llevar a cabo la bajada de impuestos.

Sobre la reforma tributaria -“que apenas la vamos a notar en los bolsillos”-, Alfonso Merlos considera que hay que verla como el cumplimiento de una de las promesas electorales del Partido Popular para esta legislatura: si se ha hecho ahora es porque a principios de la legislatura era más difícil, por elevado déficit que se encontró el actual Gobierno.

Sin embargo, sí señala cierta estrategia electoral en dos decisiones recientemente anunciadas: la devolución de un moscoso y de parte de la paga extra a los funcionarios, y la revisión del sistema de tasas judiciales. “Con esto, el PP más que generar grandes apoyos en próximas elecciones lo que busca es no espantar a más colectivos”, apunta el periodista de 13TV.

El desafío independentista en Cataluña

Las acusaciones de estar actuando por estrategia electoral también le llegan al Gobierno por el asunto del desafío soberanista en Cataluña. Han sido varios los dirigentes políticos de otros partidos que han afirmado que si Mariano Rajoy se niega a embarcarse en el proceso de reforma constitucional es porque considera que mantener su posición de “dureza” ante Artur Mas en el asunto de Cataluña le reportará votos en otras regiones de España.

Sin embargo, los analistas políticos consultados por El Confidencial Digital rechazan la teoría de que la estrategia de Rajoy ante la ola independentista esté influida por cálculos electorales. “En Cataluña el Gobierno no puede hacer ahora otra cosa que la que está haciendo, no puede transigir”, señala Marisa Cruz, mientras que Alfonso Merlos considera que “el PP sólo está aplicando la ley; no está siendo ni duro, como dicen los nacionalistas, ni blando, como cree algunos sectores más conservadores en el resto de España”.

El periodista de 13TV admite que hay un sector de votantes del Partido Popular “a los que el cuerpo les pide más dureza”, pero aún así Rajoy está manejando el asunto a su estilo: “Sin declaraciones estridentes, pero con frialdad extrema y con eficacia”. Aunque Merlos asegura que no son estrategias electorales las que conducen la acción del Ejecutivo nacional en este caso, sí apunta que “si, al contrario de lo que está haciendo, no aplicara la ley, entonces sí se hundiría”.

Más allá de responder en los tribunales a los pasos que ha dado el presidente de la Generalitat para celebrar un referéndum sobre la independencia de Cataluña, “un tema distinto es si Rajoy debería haber actuado antes por otras vías”, señala Marisa Cruz, de El Mundo. Pero añade que ahora ni es posible conseguir una reforma constitucional antes de que acabe la legislatura en las Cortes, ni es conveniente políticamente “cuando Artur Mas sigue tensando el desafío”.

La idea la comparte Alfonso Merlos, que afirma que Rajoy cometería un error si aceptara la idea de Pedro Sánchez de que se siente a dialogar con Artur Mas y de que emprenda una reforme de la Constitución para darle un nuevo encaje a Cataluña: “Si se sienta en una mesa con Artur Mas mientras le está chantajeando, se presentaría como un dirigente débil. Y esa imagen no le daría votos ni simpatía, ni en la derecha ni más en el centro”.

Con casi tres de los cuatro años de legislatura completados, y teniendo en cuenta todos los asuntos anteriormente analizados, Alfonso Merlos vaticina que el Partido Popular volverá a ganar las elecciones generales en la próxima convocatoria, aunque seguramente lo haga sin mayoría absoluta y con unas Cortes mucho más fragmentadas. Marisa Cruz considera que la clave de la victoria será la economía: “Si los ciudadanos empiezan a notar en su vida diaria la recuperación económica, por ejemplo si baja el paro, lo más probable es que vuelva a ganar el PP”. Eso sí, matiza que la diferencia entre una simple victoria y la mayoría absoluta dependerá de otros factores: “Ahí si afectarán temas como el aborto, como las tasas judiciales... Esos temas más políticos decidirán si tiene o no mayoría absoluta”.

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