Los incendios del norte de España han sido provocados por ganaderos y cazadores

Hasta 147 incendios simultáneos llegaron a registrarse en la noche del pasado sábado en Asturias. Además de unos cuarenta en Cantabria y varios más en toda la cornisa cantábrica. La investigación sobre la autoría de algunos de esos fuegos, considerados provocados, apuntan a ganaderos locales. Pero, de momento, no hay pruebas de que haya actuado de forma conjunta.

400 focos en apenas doce horas

No es temporada de incendios en Asturias. El riesgo en estas fechas es “muy bajo”, según fuentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Sin embargo, el pasado sábado se declararon en tan sólo unas horas cerca de 150 focos de incendio en todo el territorio asturiano. Unos cuatrocientos en todo el norte de la Península.

Los fuegos afectaron también a Cantabria –con unos cuarenta focos-, al País Vasco, Navarra y Galicia. En total, varios miles de hectáreas de monte y bosque quedaron calcinadas en la cornisa cantábrica. Sólo en Asturias, la superficie alcanza las 3.500 hectáreas quemadas, llegándose a registrar franjas de fuego de 17 kilómetros de longitud.

Provocados

Lo excepcional del número de focos de incendio llevó a las autoridades a solicitar la colaboración ciudadana para tratar de encontrar a posibles autores de quemas. Fuentes del Servicio de Protección de la Naturaleza, consultadas por ECD, asumen que “buena parte de los fuegos parecen haber sido provocados”.

Actualmente, los equipos del Seprona investigan los epicentros de los fuegos para determinar si existen pruebas de algún tipo de medio de ignición en el origen de los incendios. De momento, explican, no han podido acceder a todas las zonas, y en las que se ha buscado “no se ha encontrado nada aún”.

Según explican estas voces, las condiciones meteorológicas eran “perfectas” para que se desatase una crisis similar. Las altas temperaturas, las fuertes rachas de viento procedente de África y la escasez de lluvias en las últimas semanas condicionaron el rápido avance del fuego.

Sin embargo, el hecho de que no se hayan producido tormentas ni rayos –principal causa de los incendios forestales no intencionados- hace pensar a los investigadores que hay personas detrás del origen del fuego.

Ganaderos y cazadores locales, señalados

¿Quién puede estar detrás de la oleada masiva de incendios provocados? Las fuentes extraoficiales de la Guardia Civil consultadas por ECD señalan que la investigación actual se centra en “ganaderos y cazadores de las zonas próximas” a los focos.

Según explican, ambos colectivos “tienen intereses” en los resultados que producen estos incendios. Por una parte, los ganaderos “obtienen más pastos para su ganado”, y los cazadores “fuerzan a algunas especies a abandonar su habitar protegido hacia zonas donde se puede permitir la caza”.

Uno de sus objetivos: los lobos

Y ambos colectivos, afirman estas fuentes, tienen un “enemigo común: el lobo”. La población de lobos ibéricos ha aumentado exponencialmente en la última década gracias a políticas de protección de la especie.

Pese a que sigue estando amenazado, el lobo ibérico ha repoblado los montes de la cornisa cantábrica, especialmente los Picos de Europa y amplias zonas de Asturias. Representa “un contratiempo para ganaderos y cazadores”.

A los primeros supone una amenaza para el ganado, mientras a los segundos pone en riesgo la población de especies susceptibles de ser cazadas. El objetivo de los fuegos, en estos casos, sería “forzar a la población de lobos a irse de estas zonas” boscosas, lugar donde habita esta especie.

De hecho, aseguran fuentes del Seprona, en algunas áreas donde se han registrado focos de incendios se han producido recientemente muertes a disparos de estos animales.

No creen que haya un complot

El inusual número de incendios ha despertado dudas en torno a la posible existencia de un complot entre decenas de pirómanos que, organizados, hayan iniciado los fuegos de forma simultánea.

Sin embargo, explican estas fuentes, de momento “no hay ninguna prueba” de ello. La hipótesis principal es que se haya producido una quema “en cadena”, es decir, que conociendo los factores favorables y viendo fuegos en poblaciones cercanas –que desvían la atención sobre otras zonas-, decenas de personas se hayan “animado” a quemar otras tierras y montes.

Por otro lado, queda casi descartado que los incendios formen parte de algún ataque coordinado relacionado con las elecciones generales. En las primeras horas circularon incluso hipótesis de un posible atentado terrorista, recordando que en manuales difundidos por Al Qaeda -de los que informó ECD- se hacía un llamamiento a realizar incendios forestales cerca de áreas pobladas.

Eso sí, admiten que la vigilancia de las Fuerzas de Seguridad en las horas previas a una jornada electoral se centra más en núcleos rurales habitados que en zonas boscosas.