¿Influye el porno en mi imagen corporal? ¿Y en cómo me ve mi pareja?

Vanessa viene a la consulta por problemas en las relaciones sexuales. Al preguntar por su pareja, si va a venir o viene ella sola, nos cuenta que es que él dice que el problema es de ella. Que no se comporta de forma suficientemente sexi. ¿Él ve porno? Sí, claro, dice ella, todos los días.

Hace ya muchos años que el porno forma parte de nuestra sociedad. Internet ha facilitado el acceso de manera sencilla, anónima y asequible. Si su consumo es elevado en condiciones ordinarias, durante la actual pandemia COVID-19 ha aumentado un 11,6% mundialmente. 

Puede que el porno forme parte de tu vida o de la de tu pareja ¿Te has preguntado qué impacto tiene sobre la percepción de tu cuerpo y el de otras personas? ¿Has comparado alguna parte de tu cuerpo, como por ejemplo tus genitales, o tus prácticas sexuales con lo que aparece en el porno?

Estas preguntas se las han hecho muchos investigadores en las últimas décadas y han intentado identificar los efectos específicos del porno sobre los consumidores y sus parejas. Estudios previos confirmaban que los medios de comunicación impactan sobre la imagen corporal más de lo que suponemos. En casos de anorexia nerviosa u otros trastornos de la conducta alimentaria, los pacientes han reconocido que compararse constantemente con modelos, actores o actrices había sido uno de los detonantes para empezar a alterar sus ingestas.

En muchos materiales pornográficos se muestran cuerpos que cumplen con determinados patrones de tamaño, proporciones o capacidades que se asociarían con una mayor probabilidad de éxito en la vida sexual. Cuando se preguntó a los usuario/as si se comparaban con lo/as protagonistas de estos vídeos, se observaron varias cuestiones. La primera es que las mujeres tenían opinoines mucho más críticas con el porno. Ellas consideraban que el porno reforzaba un estándar social de belleza con cuerpos delgados, representaciones genitales estereotipadas y normas sobre el vello púbico. Se vio también que a mayor edad, las comparaciones eran menores, quizá debido a la mayor madurez y a la mayor experiencia sexual adquirida con el tiempo.

Ojo que el porno te podría distraer de lo importante

Otros estudios han observado que aquellas personas que consumen pornografía más frecuentemente muestran una mayor tendencia a la insatisfacción con sus propios cuerpos, a una peor autoestima, mayor vigilancia y comprobación del aspecto de su cuerpo que les lleva a distraerse más durante las relaciones sexuales. En vez de centrarse en el placer, focalizan su atención en su cuerpo y en qué piensa su pareja sexual de su apariencia 1–3. 

Sin embargo, estudios en la misma línea han encontrado justo lo contrario, como Emily Vogels de la Universidad de New Brunswick, en Fredericton (Canada), quien detectó que las personas que habían consumido porno más frecuentemente percibían la pornografía de manera más realista y mostraban una imagen corporal más positiva 4. Esto nos indica que se necesitan más estudios para entender qué sucede con nuestra imagen corporal cuando vemos porno y si hay otras variables que estén influyendo, como la educación sexual, la edad o las experiencias previas.

¿Se parecen mis genitales a los de las porn stars?

Mario ha consultado ya a tres urólogos para ver si le pueden alargar el pene. Lo tres han rechazado su propuesta, le dicen que tiene un pene normal en tamaño y longitud. Pero Mario no está convencido y no entiende por qué le recomiendan que vaya a un psicólogo, pero bueno, aquí está sentado contando su historia. ¿Ves porno? Sí, desde la infancia. Desde luego no es la única variable, pero su obsesividad y ansiedad general no se benefician si las alimentamos con la pornografía. 

Se ha encontrado que quienes consumen porno con mayor frecuencia suelen estar más insatisfechos con su imagen corporal sexual, posiblemente debido a la comparación entre su cuerpo y el de quienes hacen el porno. Es conocido que si una persona tiene complejos o está insatisfecha con diferentes partes del cuerpo, es muy probable que tampoco esté satisfecha sexualmente. 

 

Hay incluso quien se plantea la cirugía estética para modificar el aspecto de sus pechos o genitales. Aunque las investigaciones en este ámbito también parecen contradecirse. Algunos estudios detectaron que en aquellas personas expuestas al porno era más probable que se plantearan cirugía estética5. Sin embargo, otros autores no encontraron diferencias entre grupos teniendo en cuenta el consumo de porno6.

Casi la totalidad de los hombres de los estudios comentados confirmaron que, aunque sabían que el tamaño del pene de los actores porno suele estar por encima del promedio, habían experimentado emociones negativas al compararse con ellos.

Si mi pareja consume porno ¿puede afectar a mi imagen corporal?

La respuesta es que sí. Según un estudio llevado a cabo por Albright7, investigador de la Universidad de Southern California, se observó que era más probable que las mujeres experimentaran críticas respecto a su cuerpo por parte de sus parejas consumidoras de porno. Los hombres consumidores de porno, por su parte, presentaron una probabilidad mayor que las mujeres de ser más críticos y exigentes con el cuerpo de sus parejas.

En un estudio similar del año pasado, Tylka y Calogero 8 encontraron que las parejas de quienes consumían porno presentaban mayor preocupación por la grasa corporal de su cuerpo, por la propia dieta, y mayor culpabilidad tras comer, con provocación del vómito.

Podríamos decir que aunque no seas tú quien mira porno directamente, el consumo de porno de tu pareja podría llegar a afectar a la manera en que percibes tu propio cuerpo. Esto se daría si tu pareja te compara con las actrices o actores porno y es crítica con tu apariencia física con frecuencia.

Valorando todos estos hallazgos en conjunto, no es de extrañar que haya incrementado tanto el interés por lo que se conoce como “porno casero” o “porno amateur”. Muchos consumidores consideran que es un porno más realista y con el que pueden sentirse más identificados. Por el momento muy pocos estudios han comparado el porno profesional con el amateur, pero parece ser que los consumidores del profesional se plantean más consumir esteroides anabólicos que los del amateur 9. 

En conclusión, todo parece indicar que el porno puede llegar a influenciar la manera en que aceptas tu propio aspecto físico, sobretodo al compararte con los actores y actrices. Sin embargo, hacen falta más estudios en esta línea para llegar a conclusiones más sólidas.

 

Gemma Mestre Bach. Psicóloga. Doctora en Medicina Traslacional. Investigadora Universidad Internacional de la Rioja.

 

Carlos Chiclana Actis. Médico. Psiquiatra. Doctor en Medicina. Facultad de Medicina. Universidad CEU San Pablo. Miembro de la World Association for Sexual Health.

 

Bibliografía

 

1.     O’Brien JE, Li W, Burton DL. Eating Disordered Behaviors and Body Disapproval in Adolescent Males Adjudicated for Sexual and Nonsexual Crimes. Journal of Child Sexual Abuse 2015; 24:922–942.

2.     Doornwaard SM, Bickham DS, Rich M, et al. Sex-related online behaviors and adolescents’ body and sexual self-perceptions. Pediatrics 2014; 134:1103–1110.

3.     Goldsmith K, Dunkley CR, Dang SS, et al. Pornography consumption and its association with sexual concerns and expectations among young men and women. Canadian Journal of Human Sexuality 2017; 26:151–162.

4.     Vogels EA. Loving oneself: The associations among sexually explicit media, body image, and perceived realism. Journal of Sex Research 2019; 56:778–790.

5.     Truong C, Amaya S, Yazdany T. Women’s Perception of Their Vulvar Appearance in a Predominantly Low-Income, Minority Population. Female Pelvic Medicine and Reconstructive Surgery 2017; 23:417–419.

6.     Sharp G, Tiggemann M, Mattiske J. Factors That Influence the Decision to Undergo Labiaplasty: Media, Relationships, and Psychological Well-Being. Aesthetic Surgery Journal 2016; 36:469–478.

7.     Albright JM. Sex in America online: An exploration of sex, marital status, and sexual identity in internet sex seeking and its impacts. Journal of Sex Research 2008; 45:175–186.

8.     Tylka TL, Calogero RM. Perceptions of male partner pressure to be thin and pornography use: Associations with eating disorder symptomatology in a community sample of adult women. International Journal of Eating Disorders 2019; 52:189–194.

9.     Griffiths S, Mitchison D, Murray SB, et al. Pornography use in sexual minority males: Associations with body dissatisfaction, eating disorder symptoms, thoughts about using anabolic steroids and quality of life. Australian and New Zealand Journal of Psychiatry 2018; 52:339–348.

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