Javier Fumero

Ser de izquierdas es guay: lo dice Cristina Pedroche

Cristina Pedroche ha vuelto a hacerlo. La presentadora de La Sexta, que este fin de semana ocupa la portada del dominical de El Mundo, ha sido la encargada de recordarnos a todos, con una inocente frase, eso que algunos llevan tantos años repitiendo: la izquierda es moralmente superior al resto.

Pedroche ha reconocido en varias ocasiones sus simpatías por Izquierda Unida, partido político al que suele votar. Pues bien. El pasado sábado La Vanguardia publicó una entrevista a la periodista. Cuando se le preguntó qué le parecían aquellos que critican que se pueda ser de izquierdas y tener un iPhone, declaró lo siguiente:

-- “Ser de izquierdas significa querer el bien para todo el mundo”.

Y añadió:

-- “Si yo ingreso más dinero que mi madre, que gana 700 euros al mes, entiendo que me deben quitar más IRPF de mi sueldo y debo pagar un IVA. Pero esos impuestos quiero que se destinen a hospitales y a educación pública. No, que se pierda en bolsillos de políticos corruptos”.

Estoy completamente de acuerdo con esto último. Y me parece una completa majadería reprobar a alguien por ser de izquierdas y tener un teléfono caro: es otra memez. Pero la frasecita sobre “el bien para todo el mundo” tiene su miga.

Según afirma Pedroche, lo que para ella caracteriza a la izquierda es la búsqueda del bien. Es decir, que, aplicando un simple silogismo, ser de centro o ser de derechas significa no hacerlo. Esta inclinación a mejorar el mundo no se encuentra en quien no es de izquierdas, porque eso es precisamente lo que distingue a unos de otros.

Pedroche se apunta así al barco de quienes consideran que la izquierda está dotada, por el simple hecho de serlo, de un halo de santidad. La izquierda es así la más sensible con los problemas sociales, la más cercana a los pobres, la más combativa en la defensa de los derechos humanos, la más sensata, la más cabal... En definitiva, como digo, es superior en lo moral a cualquier otra ideología.

Fruto de esta pobre y simplona visión maniquea de la vida, Pedroche está convencida de que la derecha roba y cabildea por sistema, porque es lo normal. Son los ricos y siempre han explotado a la plebe. Jamás harán nada a derechas (valga el juego de palabras). Son mezquinos, tramposos y parte del problema. Por principio.

 

Es increíble. Parece como si en este país hubiéramos suspendido todos en historia. Como si nunca hubieran existidos los gulags soviéticos, un Lenin o un Troski. Ni un caso Filesa, ni los GAL, ni el expolio de los fondos reservados, ni ahora los ERES de la Junta de Andalucía, ni el robo de los cursos de formación.


Es que el dogma de los Pedroche de turno establece que las buenas intenciones son suficientes, dados los mejores ideales y principios que –como el valor en el Ejército- a la izquierda se les presupone.

No es verdad.

Conozco personajes muy cabales en la izquierda pero otros muy zotes y malas personas, que no buscan precisamente el bien para todo el mundo. En cualquier caso nunca diría que eso es lo que caracteriza a los de una tendencia política porque hay de todo. En la derecha y en el centro también hay gente muy decente: si Cristina realiza un mínimo esfuerzo y sale de su burbuja, topará con ellos sin duda.

Sucede, sin ir más lejos, lo que pasa con los presentadores de televisión: que los hay brillantes y zoquetes.

Más en twitter: @javierfumero

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