Jeep Cherokee Overland 2.2 D Automático AWD: con mucho carácter
Muy confortable en carretera a la vez que efectivo en conducción campera
Dotado con un motor diésel de 2,2 litros de cilindrada (195 CV) acoplado a un cambio automático de 9 velocidades, el Jeep Cherokee Overland 2.2 D Automático AWD ofrece una completísima dotación de serie y un sistema de tracción integral Active Drive II.
Si dentro de Jeep, el Wrangler constituye todo un icono, no por ello el Cherokee deja de reivindicar su peso dentro de la historia de la legendaria firma de vehículos todoterreno.
Porque el Jeep Cherokee es un emblemático modelo con 44 años de existencia y varias generaciones a sus espaldas. La primera presentada en sociedad en 1974.
El modelo actual, la quinta generación, inició su comercialización en 2014 y se sometió a una puesta al día en otoño de 2018. Dicha actualización introdujo algunas modificaciones de calado a nivel de diseño exterior, aunque a simple vista no diera esa impresión.
En el frontal encontraron acomodo nuevos faros full led así como paragolpes y capó de nuevo cuño, mientras el protagonismo lo sigue acaparando la tradicional parrilla de siete ranuras verticales, característica de la marca.
En el lateral tampoco faltan los clásicos pasos de rueda trapezoidales, asimismo representativos de Jeep. Con respecto a la parte trasera cabe destacarse un portón rediseñado al que acompañan unas vistosas ópticas.
El modelo que nos ocupa, el Jeep Cherokee Overland 2.2 D Automático AWD es el tope de gama, dado que el nivel de acabado Overland es el superior e incluye una más que generosa dotación de serie. Tiene un precio de 59.400 euros, si bien hay una versión con idéntica denominación que cuesta 58.000 euros.
Las diferencias hay que buscarlas en el sistema de tracción integral (AWD). Mientras nuestro modelo (el más caro) monta el Active Drive II, la otra variante equipa el Active Drive I. Estos dos sistemas de tracción total cuentan con un embrague multidisco de accionamiento automático que conecta ambos ejes.
Hay que destacar que son activos, es decir, también son capaces de intervenir en la dinámica del vehículo jugando con el reparto de par entre ejes.
Sistema de tracción integral Active Drive II
En condiciones normales de adherencia la tracción corre a cargo del eje delantero, pero cuando se detecta el más mínimo síntoma de deslizamiento el embrague empieza a transferir proporcionalmente y de forma automática par al eje trasero.
Con respecto al Active Drive I, el Active Drive II incluye una especie de reductora a base de una primera marcha muy corta de la caja de cambios, cuya gestión electrónica propicia que se retrase el cambio a la segunda velocidad. Además añade un sistema de control de descenso de pendientes.
Al lado de la palanca de cambios va el selector de modos de conducción (Select Terrain), una ruedecilla que permite escoger entre cuatro programas: Auto, Snow (nieve), Sport y Sand/Mud (arena/barro).
Dicha ruedecilla acoge en el centro dos botones que sirven, respectivamente, para conectar la reductora y el control de descenso de pendientes.
A diferencia de la mayor parte de sus rivales este Jeep Cherokee brinda un efectivo comportamiento campero, lo que le posiciona en una excelente posición de partida de cara a aquellos usuarios que buscan un vehículo con auténticas cualidades todo terreno.
Porque entre sus poderes, además del eficaz sistema de tracción integral, figuran una altura libre al suelo de 21 cm así como una altura de vadeo de 48 cm.
En este apartado de la conducción fuera de carretera hace valer la tradición todo terreno de Jeep, sin embargo, asimismo, el Cherokee ha sabido adaptarse perfectamente a la filosofía SUV o todocamino, totalmente en línea con las tendencias del mercado.
Resulta un coche muy confortable en carretera, dotado con una suspensión eficiente a la par que cómoda. No balancea en exceso en las curvas con fuerte apoyo, proporcionando un agradable confort de marcha al que se suma el buen aislamiento acústico del habitáculo.
Cabe resaltar que el Jeep Cherokee dio un enorme giro en lo concerniente a comportamiento dinámico con el lanzamiento de la vigente quinta generación, pues abandonó el tradicional eje rígido trasero a favor de una suspensión independiente de tipo multibrazo.
Motor diésel 2.2 Multijet II de 195 CV
El motor de esta lujosa versión Overland del Jeep Cherokee es un diésel 2.2 Multijet II de 4 cilindros en línea y 2,2 litros de cilindrada que desarrolla 195 CV.
Cuenta con culata de aluminio de 16 válvulas, distribución mediante doble árbol de levas y sistema de inyección directa mediante conducto común, cuya presión de inyección máxima llega hasta los 2.000 bar.
La sobrealimentación corre a cargo de un turbocompresor de geometría variable para una pronta respuesta, integrado en el colector de escape.
El sistema de depuración de gases de escape adopta un catalizador de reducción selectiva e inyección de AdBlue para el tratamiento de los óxidos de nitrógeno, además del preceptivo filtro de partículas, por lo que esta mecánica cumple con la normativa Euro 6D-Temp.
Es un motor que, aunque un poco ruidoso, proporciona mucho agrado en la conducción. Una percepción en la que también tiene mucho que ver el cambio automático de 9 velocidades, de convertidor, que lleva acoplado.
Un cambio de suave funcionamiento y rápida respuesta que por primera vez permite su manejo manual-secuencial mediante unas levas en el volante. Las prestaciones se cifran en una velocidad máxima de 202 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 8.8 s, mientras el consumo combinado en ciclo NEDC es de 6,6 l/100 km.
A efectos prácticos, circulando por carretera y sin tener muchas contemplaciones a la hora de hundir el pie en el acelerador, es decir, practicando una conducción alegre, el consumo puede cifrarse en unos 8 l/100 km.
Generosa dotación de serie
El Cherokee mide 4,62 m de longitud, por lo que se encuadra dentro del sector de los todocamino de tamaño medio (segmento D). Cuenta con un amplio a la par que versátil habitáculo.
La banqueta trasera puede desplazarse longitudinalmente, lo que propicia que se pueda modular tanto el tamaño del maletero como el espacio disponible para las piernas de los ocupantes de las plazas traseras. En función de la posición del asiento, el volumen del maletero oscila entre 448 l y 570 l.
La consola central incluye un espacio destinado a la carga de smartphones y otros dispositivos junto a la toma USB.
El cuadro de instrumentos incluye una pantalla TFT en color configurable de 7 pulgadas en la que se muestra al conductor varios tipos de información, datos de navegación, velocidad, avisos de seguridad, información de audio, control de crucero adaptativo, etc. Adopta, en lo que respecta al sistema multimedia, el Uconnect TM de cuarta generación con una pantalla táctil NAV de 8,4 pulgadas.
A través de la misma se pueden operar las distintas funciones de a bordo como, climatizador, sistema de audio, manos libre o navegador. Hay que añadir que Uconnect TM es compatible con las funcionalidades Apple CarPlay y Android Auto.
La dotación de seguridad es bastante completa. Incluye: aviso de colisión frontal con frenado de emergencia y detección de peatones, control de frenada avanzado, control de crucero adaptativo (ACC), sistema de mantenimiento de carril, detector de ángulo muerto con control de cruce en la parte trasera, cámara de visión trasera, limitador de velocidad activo, ocho airbags, etc.
El nivel de acabado superior, el Overland, está especialmente enfocado a los clientes más sibaritas, a los que lo quieren todo.
A este respecto nada o casi nada se echa en falta en este acabado Overland, que incluye los siguientes elementos: paragolpes en el color de la carrocería, pantalla TFT en color de 7 pulgadas para el cuadro de instrumentos,
