El ministro de Exteriores llama la atención al embajador en Moscú por sus elogios a las elecciones rusas
Ignacio Ybáñez manifestó que había sido "un ejercicio de transparencia" y fue criticado por el PP y la oposición
Los comentarios en Twitter del embajador español en Rusia, Ignacio Ybáñez, el día de las elecciones presidenciales rusas provocaron que el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, le llamase la atención por teléfono al día siguiente, según informaron a ECD fuentes diplomáticas.
Ybáñez consiguió con sus tuits, en los que valoraba positivamente el desarrollo de los comicios rusos, que tanto el Partido Popular como PSOE y Ciudadanos criticasen sus afirmaciones.
El embajador mostró imágenes de la “Sede Pública para el Monitoreo y Control de las Elecciones Presidenciales en Moscú”, destacando el “ejercicio de transparencia” y cómo se resolvían las irregularidades detectadas en diferentes mesas electorales, de cuyo análisis hizo un “balance positivo”.
El Kremlin manda todo
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, fue el primero en reaccionar, preguntándose si lo que decía el embajador era “la posición del Gobierno de España ante lo que ha montado Putin en Rusia”.
Por su parte, el eurodiputado popular Esteban González Pons se mostró muy crítico con las valoraciones de Ybáñez: “En una Rusia en que el Kremlin decide quién se presenta a las elecciones, ¿centros de observación ‘ejemplares’ y no controlados? Los aliados expulsando diplomáticos y nosotros alabando la observación internacional de elecciones que son como de Maduro. No lo entiendo. Lo siento”.
Putin, una amenaza
La vicepresidenta de la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, la española Beatriz Becerra (ALDE), censuró que, “mientras toda Europa ve a Putin como una amenaza, nuestro embajador ante Rusia ensalza la transparencia de un proceso electoral que todos saben falsificado”, por lo que pidió explicaciones a Dastis.
Mientras, el secretario de Relaciones Internacionales del PSOE, Héctor Gómez, advirtió que mensajes como los de Ybáñez no están “a la altura de lo que debería ser la diplomacia española”.
