Pedro Sánchez tiene sobre la mesa la petición de los independentistas de cesar a Borrell

Moncloa filtró la candidatura del ministro a las europeas después de que PDeCAT y ERC pidieran su cabeza como contrapartida para seguir apoyando al Gobierno

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Gabriel Rufián y Josep Borrell tras su disputa ayer en el Congreso.

Josep Borrell está en el punto de mira de los independentistas. Lo demostró este miércoles Gabriel Rufián en el Congreso, que le acusó de “fascista” y de ser el “ministro más indigno de la democracia”. El Grupo Socialista respaldó al titular de Exteriores ante ese ataque y el amago de escupitajo del republicano Jordi Salvador, pero Pedro Sánchez se ausentó en pleno duelo dialéctico entre ambos.

Según explican al Confidencial Digital altos cargos del Gobierno, el presidente conoce, desde hace varias semanas, que tanto Esquerra como el PDeCAT “quieren la cabeza de Borrell” y supeditan cualquier tipo de apoyo futuro al Ejecutivo a que éste deje de ser ministro. Un ultimátum que ha hecho mella en un Sánchez que ya no se cierra a la marcha del titular de Exteriores.

Se lo han exigido hasta en tres ocasiones

Las fuentes consultadas afirman que los independentistas han aprovechado reuniones con el propio presidente, o con sus colaboradores más cercanos -como la vicepresidenta Carmen Calvo- para dejar claro que quieren a Borrell fuera del Gobierno.

Tanto PDeCAT como Esquerra Republicana ven imposible cualquier entendimiento con el Ejecutivo si forma parte del mismo un ministro que, en su opinión, ha protagonizado ataques constantes al Govern y, tal y como dijo ayer Rufián, apoya a Sociedad Civil Catalana, una plataforma contraria al independentismo que ambas formaciones consideran “fascista”.

Además, las dos fuerzas soberanistas no perdonan a Borrell que, en plena negativa de los ex convergentes y los republicanos para aprobar los Presupuestos, afirmara que finalmente respaldarían las cuentas “por su propio interés”, en referencia a lo mal que les iría en unas nuevas elecciones generales.

Esa “chulería”, tal y como la calificaron después otros cargos del Gobierno, fue la “guinda” para los independentistas, que volvieron a exigir con contundencia, en conversaciones privadas con el entorno de Sánchez, el cese del ministro.

La filtración de la candidatura europea

Fue entonces, aseguran desde Exteriores, cuando se filtró la posible candidatura de Josep Borrell a las elecciones europeas de mayo. Una noticia que publicó El País y que rápidamente fue replicada por otros medios de comunicación.

Los colaboradores más próximos al ministro reconocieron a este medio que la difusión de esa noticia no procedía, en absoluto, de Exteriores, pero tampoco de Ferraz. Estas fuentes, de hecho, señalaron directamente a Moncloa como el lugar donde se originó la filtración.

Josep Borrell, de hecho, se “enteró por la prensa” de que su nombre estaba sobre la mesa para encabezar la lista del PSOE a Bruselas, una circunstancia que tampoco conocía la presidenta del partido y mujer del ministro, Cristina Narbona. Un dato más que hacía presagiar que esa candidatura había sido “cocinada” desde Presidencia.

 

Dos semanas fuera de Madrid

En un primer momento, el titular de Exteriores rechazó tajantemente, tanto en público como en privado, esa posible candidatura. Un mensaje que también se encargó de difundir su equipo de colaboradores, afirmando que su objetivo era continuar como ministro hasta el final de la presente candidatura.

Borrell quiso dejar clara su postura antes de protagonizar, en las siguientes dos semanas, una agenda plagada de visitas tanto nacionales como internacionales. El ministro, después de que se filtrara su posible marcha a Bruselas, se mantuvo lejos de Madrid viajando a Jerez, Perú, Guatemala y Bruselas.

A su regreso, Borrell se encontró con que las noticias que le situaban lejos de Exteriores a partir de mayo no habían remitido. Una circunstancia que, según su entorno, ha empezado a hacer mella en el ministro: “Empieza a asumir que Pedro Sánchez le quiere enviar a Bruselas. Él es muy disciplinado y hará lo que le digan, pero sabe que esto es una exigencia de los independentistas”.

Un cese a cambio de gobernar

Las sospechas del ministro son compartidas por otros compañeros del Gobierno, que ven “más que posible” que Pedro Sánchez ofrezca a los independentistas la cabeza de Borrell para seguir gobernando; dando, eso sí, una salida digna a una persona que fue un apoyo fundamental durante las primarias del PSOE.

Desde el Ejecutivo asumen que los Presupuestos de 2019 son ya imposibles, pero ven todavía viable gobernar a base de decretos... siempre que se tengan garantizados los apoyos parlamentarios necesarios.

En ese sentido, las fuentes consultadas afirman que, con la marcha de Borrell, Sánchez tendría garantizado el respaldo de los independentistas a los próximos decretos. Una circunstancia que está siendo sopesada, y mucho, por el presidente.

Moncloa elegiría al sucesor

El propio gabinete de Sánchez, de hecho, insiste al presidente en que tome esa decisión como “gesto” a los socios de la moción de censura. Una “contrapartida” que podría servir para seguir gobernando e intentar agotar la legislatura.

Los defensores de esta medida insisten en que el relevo de Borrell “no sería traumático”, ya que el de Exteriores es un ministerio mucho más técnico que político:

-- “El sucesor lo elegirían los responsables de Internacional del propio gabinete de Sánchez, con José Manuel Albares al frente. Lo tendrían tan fácil como descolgar al teléfono y convencer a un embajador de confianza para que acepte el puesto”.

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