Los Mossos prolongan hasta enero la vigilancia especial por la crispación independentista

Los meses de estado de alarma por la epidemia del coronavirus han supuesto un paréntesis en la conflictividad política en las calles de Cataluña. Al menos así lo considera la Prefectura de los Mossos d’Esquadra, que ha ordenador retomar el dispositivo ‘Toga’ en los juzgados y otros despliegues paralelos.

Confidencial Digital ha consultado un comunicado interno firmado por el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, y remitido hace unas semanas a todas las unidades. En ese comunicado, Sallent indica que se han de extender los despliegues especiales de seguridad motivados por “el clima político y social en Cataluña”.

Hasta el 31 de enero de 2021

Con ese comunicado, a finales de mayo Sallent ordenó que esos despliegues, que se enmarcan en el Plan Operativo Minerva, se prolonguen al menos hasta el mes de enero.

“Dado que persisten las causas por las cuales se activó el plan y vistos los informes de valoración de la Comisaría General de Información, la Prefectura de la Policía ha decidido prolongar la vigencia del Plan Operativo Minerva hasta el 31 de enero de 2021”, indica el comisario jefe de los Mossos.

De esta forma, el plan ‘Minerva’ alcanzará casi los tres años. Lo puso en marcha la cúpula de la policía autonómica en marzo de 2018, es decir, después de la intentona secesionista de otoño de 2017, “atendiendo al clima político y social que se vivía en Cataluña [...] con el objetivo de dar respuesta a las necesidades de seguridad y garantizar el desarrollo normal de la convivencia y la seguridad ciudadana”.

‘Toga’, para proteger juzgados

La extensión del Plan Operativo Minerva supone mantener, y de hecho en muchos casos recuperar tras el recorte que se hizo con la epidemia de coronavirus, los cinco dispositivos específicos que componen dicho plan.

El más extenso, el que detrae más agentes de los Mossos d’Esquadra de otras tareas de vigilancia y patrullaje, es el dispositivo ‘Toga’, dedicado a proteger edificios de la administración de justicia en Cataluña por los ataques que empezaron a sufrir juzgados por parte de radicales independentistas.

El ‘Toga’ lleva años provocando quejas de muchos agentes y mandos de los Mossos. Se redujo antes de la Nochebuena de 2019, pero nuevos ataques en juzgados obligaron a reponer las condiciones anteriores. De nuevo en febrero se decidió rebajar la vigilancia, pasando en muchos casos de ser fija y estática a dinámica. A principios de marzo se limitó al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y a la Ciutat de la Justicia, en Barcelona.

Fuentes consultadas por ECD apuntan que con la crisis del coronavirus e incluso un poco antes, en gran parte se desmontó el ‘Toga’ y otros de estos dispositivos especiales. El confinamiento de Igualada y Conca d’Odena (Barcelona) por el brote de contagios de Covid-19 llevó a los Mossos a activar otro plan operativo, el ‘Oris’, para desplegar más agentes en las calles para confinar a la población y garantizar que ello no implicaba saqueos en comercios y otros incidentes.

Una vez que el confinamiento se ha ido relajando y por tanto hay más movilidad en las calles, se han retomado las vigilancias especiales en juzgados según el dispositivo ‘Toga’.

Sede de partidos, edificios de la Generalitat y del Estado

Junto al ‘Toga’ para los edificios judiciales, el Plan Operativo Minerva contempla otros cuatro dispositivos específicos:

-- Fórum: protección de sedes -las centrales y otras- de partidos políticos.

-- Estadi: blindaje de edificios de organismos del Estado y de las instituciones europeas en Cataluña, así como las comisarías de policía y las instalaciones militares, y de otros organismos oficiales europeos y de determinados países.

-- Atrium: trata de “dar respuesta a las necesidades de seguridad y de orden público que puedan ser necesarias en cualquier momento y en cualquier lugar de Cataluña”.

-- Porta: protección de edificios y espacios de la Generalitat de Cataluña.

Nuevos ataques a cajeros, sedes de partidos...

Sobre el ‘Toga’, que como se ha indicado se suavizó en parte en febrero, Eduard Sallent da ciertas instrucciones a todas las unidades. Destaca la importancia de hacer “protecciones estáticas discontínuas” en las horas de apertura y cierre de los juzgados y en las franjas horarias en las que ha habido más ataques.

También subraya que “es conveniente alternar las franjas horarias de realización de estos puntos estáticos para dificultar la planificación de actuaciones contra los edificios”, y que se debe dar a los agentes indicaciones para que mantengan una actitud proactiva y de alerta durante estas vigilancias.

Fuentes internas de los Mossos señalan a Confidencial Digital que los CDR están retomando sus movilizaciones y sus acciones de protesta, y por ejemplo miembros de Arran han quemado cajeros, ha habido un ataque incendiario contra una sede del PSC, algunos colectivos más radicales han amenazado con la lucha armada...

Todo ello se suma a que se va a reanudar el juicio en la Audiencia Nacional al jefe de los Mossos d’Esquadra durante el 1-O, el mayor Josep Lluís Trapero, lo que puede provocar nuevos picos de tensión del independentismo.

La comunicación del comisario jefe añade que la Comisaría General de Información de los Mossos, la dedicada a vigilar desde el terrorismo a movimientos políticos extremistas como el independentismo radical, “continuará haciendo los informes de valoración de amenazas correspondientes y los informes de previsión de riesgos para los acontecimientos concretos que lo requieran”.