La mujer que compró un barco para salir a rescatar inmigrantes
La historia parece sacada de una película pero la contaba este lunes con bastante detalle el diario El Mundo. Regina Catrambone es de Calabria pero vive en Malta.
Un día, escuchó al Papa Francisco clamar en Lampedusa contra la “globalización de la indiferencia” de Occidente, que contempla impertérrita la muerte de inmigrantes en el mar sin mover un dedo. Y se sintió personalmente interpelada.
Regina se dedica al sector inmobiliario con su marido Christopher. Habló con él y decidieron hacer algo. Unos meses antes, mientras disfrutaban de un estupendo crucero por Túnez avistaron desde la nave los restos de un naufragio. El capitán del barco les confirmó sus sospechas: allí habían muerto muchas personas intentando alcanzar un futuro mejor.
La mujer lo reconoce: aquello fue “como un puñetazo en el estómago” y las palabras del Papa, la mecha que encendió todo. Decidieron pasar a la acción.
Compraron en Estados Unidos un barco de 43 metros de eslora y fundaron Migran Offshore AidStation, una organización sin ánimo de lucro, integrada por paramédicos, ingenieros, personal de tripulación y varios operadores expertos.
Ahora dedican tiempo y esfuerzo a colaborar en misiones de búsqueda y rescate de desaparecidos y rescatar barcazas en peligro. Mantienen informadas a las autoridades en todo momento, obedecen las órdenes que reciben y actúan de acuerdo al Derecho internacional.
No sé si esta historia ha salido a la luz porque los periódicos andan estos días un poco escaso de noticias “importantes”. Ahora que todos están de vacaciones, hay más espacio para pequeños relatos, sucesos menores, asuntos curiosos.
Bendito verano, entonces. Yo me alegro mucho de haber conocido la historia de Regina y Christopher.
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