José Apezarena

¡Otro papelón para el rey!

Felipe VI en la Corrida de la Beneficiencia
Felipe VI en la Corrida de la Beneficiencia

Felipe VI recibirá el lunes y el martes a los representantes políticos, para conocer de primera mano si existe o no posibilidad de investidura, antes de tener que disolver las Cortes y convocar elecciones generales anticipadas.

Ya estuvo preocupado el monarca en la anterior ocasión, cuando tampoco existía mayoría suficiente. En aquel momento, ante la inusitada negativa de Mariano Rajoy a aceptar la nominación, con la oculta intención de que no hubiera candidato y se convocarán de nuevo elecciones, el rey decidió encargar a Pedro Sánchez que lo intentara. Y este aceptó.

¿Por qué tomó esa decisión, contradiciendo los deseos del entonces presidente del PP y del Gobierno? Porque quiso cumplir escrupulosamente el artículo 99 de la Constitución, que regula el proceso de investidura y que establece que el rey "propondrá un candidato".

Digo que entonces existió inquietud en La Zarzuela, porque consideraron que un fracaso en el procedimiento, la irresolución del problema, precisamente en la primera ocasión en que intervenía el nuevo monarca, podía castigar la imagen de Felipe VI,  si se imponía un razonamiento elemental del tipo de "para una cosa que tiene que resolver el rey...".

Con fundamento o no, en la Casa del Rey se vinculaba de alguna manera el prestigio de la Corona al buen éxito del proceso de investidura.

Bueno, pues, salvo sorpresa mayúscula y de última hora, en estos momentos tampoco habrá investidura. Se repetirán elecciones y este país anotará otro negativo más a las instituciones en general, y a los políticos en particular. Lo cual nunca es una buena noticia.

Ya este verano, Felipe VI se animó a expresar una opinión, cuando habló de la conveniencia de llegar a un Gobierno estable, eludiendo así la repetición de elecciones. Es el mismo mensaje que trasladó ayer a Meritxell Batet, presidenta del Congreso, durante el despacho en el que le comunicó las fechas del 16 y 17 para las consultas.

Aparte de ese deseo, el rey no tiene capacidad alguna para "convencer" a los representantes políticos de que alcancen el acuerdo imprescindible para la formación de Gobierno. Ni siquiera para intentarlo. Una vez más, solo escuchará, y después sacará la conclusión.

En cinco años desde su llegada al trono, Felipe VI habrá protagonizado siete rondas de consultas, frente a las diez que protagonizó su padre en 39 años. Demasiado.

 

Y, en efecto, el fracaso del procedimiento para designar candidato a presidente del Gobierno tampoco le hace ningún favor a su figura. A pesar de que en ese proceso su papel se circunscribe a escuchar lo que tienen decidido los partidos.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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