Pánico en el PP por la crisis en Ciudadanos: pone en juego los pactos

Génova ve peligrar los gobiernos de Madrid y Castilla y León. El modo en que se han producido las dimisiones de Toni Roldán y Javier Nart vaticina una etapa de inestabilidad en el socio preferente

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Pablo Casado y Albert Rivera.

El de ayer no fue un día fácil para Ciudadanos. Las dimisiones de Toni Roldán y Javier Nart por discrepancias de fondo con la dirección nacional dejaron tocado a Albert Rivera. Muchos interpretaron esta crisis como un triunfo para el PP, llegando a afirmar que “Pablo Casado se estará frotando las manos”. La realidad en Génova 13, sin embargo, es bien distinta.

Así lo aseguran al Confidencial Digital cargos de la ejecutiva nacional del PP, que alertan de los riesgos que puede tener, para el partido, la guerra civil de su socio preferente: “La inestabilidad no es buena, y podemos ser víctimas de esa pela interna”.

En ese sentido, las fuentes consultadas explican que las salidas de Roldán y Nart “no han sido pacíficas” y que, por tanto, la situación no se ha normalizado en Ciudadanos: “Si Albert Rivera hubiese logrado un consenso absoluto, los disidentes se hubieran ido sin hacer ruido, pero no ha sido el caso. Ha sido una llamada para el resto de críticos”.

Peligran los pactos de gobierno

La primera consecuencia de esta crisis abierta en Ciudadanos, afirman desde el PP, es que las negociaciones para la formación de gobierno en Madrid, Castilla y León y Murcia pueden estancarse: “Vox presionará y Rivera no sabrá cómo reaccionar, y eso juega en nuestra cuenta”.

Cabe recordar, además, que el candidato de Ciudadanos en Castilla y León, Francisco Igea, prefería pactar con el PSOE y, una vez confirmada la dimisión de Roldán, puso en Twitter una foto suya con el ex portavoz de Economía de Cs en el Congreso. Un “aviso a navegantes” de lo que puede pasar en los próximos días.

En Murcia, por su parte, no han gustado, “como es lógico”, los insultos del portavoz de Vox a la ministra Dolores Delgado. Algo que, tras las críticas internas a la política de pactos de Rivera, puede dificultar un acuerdo.

Por último, desde el PP advierten de otro riesgo evidente: con la oleada de deserciones en Cs -también ha dimitido el cabeza de lista por Asturias- “cualquier concejal que se vaya del partido al grupo mixo puede romper las mayorías actuales y forzar cambios de gobierno en los ayuntamientos a través de una moción de censura”.

 

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