José Apezarena

Papa Francisco, la inmigración y Vox

Entrevista de Jordi Évole al Papa Francisco en LaSexta.
Entrevista de Jordi Évole al Papa Francisco en LaSexta.

La entrevista al Papa Francisco tenía un hilo principal, aunque Jordi Évole aprovechara también para plantear otras cuestiones, interesantes casi todas. El asunto era la inmigración.

Sobre ese desafío, el Pontífice no pudo ser más rotundo. "No entiendo la insensibilidad, no entiendo la injusticia de hambre y de explotación que hace que gente venga a Europa, y no entiendo la injusticia de quien cierra las puertas".

Bien claro lo expresó, pues. Habló de la injusticia de "quien cierra las puertas".

Ahí el entrevistador estuvo rápido, planteándole qué tenía que decir "a los católicos españoles que rechazan la inmigración". Para añadir que "hay partidos políticos que lo han capitalizado". No cabe duda de que Évole estaba apuntando a Vox, sin citarlo. Así se entendió al menos.

Si estuvieron siguiendo en directo la entrevista, seguramente los inspiradores de Vox y sus actuales dirigentes contuvieron por un instante la respiración hasta escuchar la respuesta del Papa Francisco

Primero, porque entre ellos se cuentan no pocas personas de inspiración, e incluso práctica, católica. Para los que, por tanto, la voz del Romano Pontífice resulta de una importancia singular.

Y, segundo, porque la inmigración se ha convertido, en efecto, en una de las más importantes bazas electorales de ese partido. Quizá al mismo nivel que la denuncia del desafío independentista catalán.

¿Y qué dijo el Pontífice? "Que lean el Evangelio, que sean coherentes". Es el mensaje del Papa. Pero, ¿cómo se concreta eso en la práctica? No parece tan sencillo.

Évole preguntó también sobre los que quieren levantar muros, tanto en Ceuta como en Melilla, que, como resulta bien sabido, constituye una de las propuestas que defiende Vox.

 

"Quien levanta un muro se hace prisionero de su propio muro, se queda solo. La alternativa son los puentes, que son un invento de Dios, son las alas de los ángeles para que los hombres puedan comunicarse", respondió el Papa Francisco. 

El entrevistador le mostró una concertina de la valla de Melilla. El Papa mudó el rostro, y afirmó: "Nos hemos acostumbrado a esto. El hombre se olvidó de llorar. Esto es lo más inhumano que hay. Esto demuestra hasta donde es capaz de descender la humanidad de una persona". 

¿Estaba diciendo que había que quitar todas las barreras? Evidentemente, no. ¿Entonces, dónde está la solución? Y aquí aparece el problema del formato de la entrevista televisada, en las que resulta muy difícil, yo diría que imposible, la matización. Más aún en cuestiones tan espinosas y complejas.

Imagino yo que los inspiradores de Vox, y sus líderes públicos, estarán dando vueltas a esos concretos comentarios del Romano Pontífice, buscando cómo conciliarlos con el problema real y práctico de la inmigración descontrolada.

Y lo mismo estarán haciendo, posiblemente, muchos de los que, vinculados al mundo católico, y por ello sensibles a la voz que llega de Roma, se encuentran ahora decidiendo su voto para las elecciones generales.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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