Pedro Sánchez ha cosechado dos éxitos y dos fracasos en la crisis de Venezuela

Pedro Sánchez logró ayer dos victorias personales con la crisis de Venezuela, después de varias jornadas muy intensas para la diplomacia española. El presidente del Gobierno tuvo que cambiar sobre la marcha de estrategia, después de las respuestas en contra de sus socios europeos a las propuestas que él lanzaba. Pese a ello, ha logrado tener el protagonismo que buscaba.

Según explican al Confidencial Digital fuentes conocedoras de las gestiones del Gobierno en las últimas dos semanas, Sánchez pasó de “hacer equilibrios” para no enfadar a su socio Podemos a querer liderar el reconocimiento europeo a Juan Guaidó. Entre medias, recibió dos importantes negativas de Bruselas, pero también ha logrado “colgarse” dos importantes “medallas”.

Ni equipo de mediación...

La primera reacción de Sánchez a la autoproclamación de Guaidó fue “mirar a sus lados”. Por una parte, a los socios europeos con los que compartía mesa y mantel en Davos y, por el otro, a la reacción de Podemos a lo que estaba sucediendo en Venezuela.

La formación morada censuró, desde el primer momento, la decisión adoptada por el presidente de la Asamblea Nacional, hablando incluso de “golpe de Estado”.

Pablo Iglesias, de hecho, afirmó que “a Trump y a sus aliados no les interesa la democracia y los derechos humanos en Venezuela, les interesa su petróleo. España y Europa deben defender la legalidad internacional, el diálogo y la mediación pacífica, no un golpe de Estado”.

Estas declaraciones, afirman las fuentes consultadas, “calaron” en Pedro Sánchez, que ya en Davos sondeó a los líderes europeos ahí presentes sobre la opción de crear un equipo de mediación con Venezuela.

La propuesta, añaden desde Exteriores, también llegó a Bruselas de la mano de Josep Borrell -al que Sánchez ordenó plantear esa opción ante sus homólogos- y a México, donde el presidente del Gobierno volvió a insistir en la posibilidad de “mediar” con Venezuela. La respuesta, en todos los casos, fue negativa.

La más contundente a la hora de rechazar esa propuesta fue la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, quien aseguró que la Unión Europea no debía negociar con un gobierno, el de Nicolás Maduro, que Bruselas considera “ilegítimo” desde las últimas elecciones de mayo de 2018.

… ni declaración conjunta

Una vez descartada la creación de un equipo de mediación, Pedro Sánchez asumió que la mejor opción era seguir los pasos de Francia, Alemania, y el criterio de la Comisión, y dar a Maduro un “ultimátum” para que convocara elecciones o, de lo contrario, reconocer a Juan Guaidó como presidente provisional de Venezuela.

Con ese nuevo escenario sobre la mesa, el presidente del Gobierno buscó impulsar un frente común de todos los Estados miembros de la UE, con el objetivo de que todos, ayer lunes, reconocieran al presidente de la Asamblea Nacional.

La operación parecía complicada, por las reticencias de los países escandinavos y del italiano Salvini. No obstante, Josep Borrell “lo intentó hasta el final” en la jornada de ayer en Bruselas, pero sin ningún éxito.

Logró ser “el primero”

Esas gestiones infructuosas del ministro de Exteriores se produjeron después de que Pedro Sánchez, desde el Palacio de La Moncloa, reconociera, en una declaración institucional, a Guaidó como “presidente encargado” de Venezuela. Una comparecencia que desde el Gobierno se preparó hasta el último detalle.

Desde hacía días, los principales gobiernos europeos habían pactado reconocer públicamente al presidente de la Asamblea Nacional y Sánchez, al que muchos diplomáticos echaron hace dos semanas no asumir un papel protagonista en la crisis venezolana, quería, esta vez, liderar la nueva postura europea.

Para ello, Moncloa, en conversación con otros gabinetes de presidentes europeos, preparó la comparecencia de Sánchez a las diez de la mañana, para ser el primer mandatario de la UE en reconocer a Guaidó.

En esta ocasión, el plan salió según lo previsto y el reconocimiento de Sánchez fue el más madrugador, adelantándose a los posteriores anuncios de Emmanuel Macron, Angela Merkel y otros mandatarios europeos.

Pese a ello, el primer anuncio propiamente dicho lo hizo el ministro francés de Exteriores Jean-Yves Le Drian, quien en una entrevista radiofónica adelantó la postura de su gobierno y de otros Estados europeos.

El “G-8” de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez, además, y a pesar de no haber logrado una declaración conjunta de los Veintiocho, sí ha conseguido poner de acuerdo a sus principales socios europeos para celebrar una gran cumbre sobre Venezuela el próximo jueves en Montevideo (Uruguay).

Tal y como confirmó ayer Mogherini, se ha aprobado la creación de un grupo internacional de contacto sobre Venezuela, “para tratar de encontrar una solución democrática y pacífica a la crisis”.

El grupo de contacto reunirá a representantes de la UE, incluida Mogherini y a ministros de ocho de sus Estados miembros: España, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Portugal, Suecia y el Reino Unido. Junto a ellos, también estarán presentes los ministros de Exteriores de Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay.

De esta forma, Sánchez ha logrado constituir su particular “G-8 europeo” para abordar la crisis de Venezuela, logrando que España sea, en cierto modo, protagonista en una crisis que afecta a cerca de 300.000 españoles residentes en el país latinoamericano.