Pedro Sánchez tuvo que escuchar gritos de “Con Iglesias sí” a la puerta de Ferraz

La pérdida de 3 escaños hizo que el PSOE planeara una fiesta más austera, pero los militantes acudieron en masa y el presidente habló desde un escenario en la calle. Anunció “generosidad” con los rivales para formar Gobierno

Celebración electoral en Ferraz.
Pedro Sánchez celebra la victoria electoral.

El PSOE vivió este domingo una noche electoral con sensaciones contrapuestas. Con el 50% escrutado, se confiaba en crecer con respecto a abril, pero la cifra de 120 diputados dejó a cargos del partido algo fríos. Los militantes, sin embargo, celebraron la victoria a lo grande y animaron a Sánchez a hacer un discurso más triunfalista.

La jornada, por tanto, acabó con aplausos y muchas sonrisas, pero lo cierto es que a primera hora de la tarde cargos del PSOE y del Gobierno reconocían, off the record, que las perspectivas del partido eran mayores.

Del objetivo de 130 escaños…

Como ha pasado en las últimas jornadas electorales, José Luis Ábalos y Carmen Calvo fueron de los primeros integrantes del Gobierno en llegar a Ferraz.

La vicepresidenta accedió a la sede socialista diez minutos antes de las ocho de la tarde, y aseguró a los periodistas que la “elevada participación”, a pesar de la caída con respecto a las generales de abril, era una “buena noticia”, ya que indicaba que la izquierda no se había quedado en casa.

Además de Calvo y el ministro de Fomento, estuvieron presentes en la planta noble de Ferraz otros miembros relevantes del Gobierno, como Nadia Calviño, Teresa Ribera, y Pedro Duque, que llegó a Ferraz a las nueve y media. También estuvieron presentes integrantes de la ejecutiva socialista, como Santos Cerdán y Gómez de Celis.

Una hora después de empezar el escrutinio, y a pesar de que en las sedes del PP y Ciudadanos ya habían realizado una primera valoración pública del sondeo de GAD 3, ningún representante de la dirección del PSOE compareció en la sala de prensa.

A través de mensajes de WhatsApp, eso sí, cargos socialistas y del Ejecutivo insistían en asegurar que tanto Moncloa como Ferraz esperaban unos resultados mejores a los publicados por RTVE. Concretamente, se afirmaba que el partido aspiraba a los 130 escaños.

…a dar por buenos los 120

Ese objetivo, sin embargo, se iba descartando según avanzaba el escrutinio, aunque en Ferraz se celebraba que, a mitad del recuento de votos, el PSOE superaba los 123 escaños obtenidos en abril.

La cifra de 124 diputados que alcanzó el partido durante varios minutos, no obstante, fue decreciendo. De hecho, cuando Pedro Sánchez llegó a Ferraz, minutos antes de las diez de la noche, el PSOE ya había bajado a los 122.

 

Finalmente, ya con el 80% del escrutinio realizado, la cifra de 120 diputados permaneció inamovible, causando una sensación de “bajón” en los militantes que ya llenaban el hall de Ferraz.

Con el paso de los minutos, sin embargo, ese resultado se asumió como bueno, al no descender de la barrera psicológica de los 120. Una circunstancia que, como apuntaron miembros del PSOE, podría haber sido utilizada por los partidos rivales, especialmente PP y Podemos, como munición contra Sánchez.

La fiesta fue a más gracias a la militancia

El resultado final no fue valorado por ningún integrante de la ejecutiva, pero desde el equipo de prensa se notificó a los periodistas que Pedro Sánchez comparecería, en una declaración pública con los militantes, en el sótano de Ferraz.

La sala estaba repleta, y sobre el escenario posaron sonrientes ministros del Gobierno de Sánchez, miembros de la ejecutiva federal, y otros cargos socialistas.

Entre ellos, estaban Nadia Calviño, María Jesús Montero, Josep Borrell, José Guirao, Margarita Robles, Reyes Maroto, José Manuel Albares, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, Ángel Gabilondo, Rafael Simancas, Pepu Hernández y César Luena.

La idea, por tanto, era protagonizar una fiesta austera en la que Sánchez, rodeado de los suyos, se dirigiera a los militantes, a los periodistas, y al país. No obstante, cada vez llegaba más y más gente a la puerta de Ferraz. Y el PSOE decidió trasladar el discurso del presidente a la calle.

Del “Con Rivera no” al “Con Iglesias sí”

Un grupo de operarios se dispuso a montar, a toda prisa, el escenario en el que Sánchez iba a dirigirse a todos los votantes congregados en la calle de Ferraz. Mientras, el presidente analizaba el nuevo escenario político con sus colaboradores más estrechos: Iván Redondo, Félix Bolaños, Carmen Calvo y José Luis Ábalos.

Después de varios minutos de espera, Sánchez, acompañado de su mujer, Begoña Gómez, y también de Adriana Lastra, Cristina Narbona, Santos Cerdán y los ya citados Calvo y Ábalos, se dirigió a los militantes reivindicando la tercera victoria del PSOE en las urnas del año y comprometiéndose a formar un “gobierno progresista”.

Ante este primer anuncio, un numeroso grupo de personas empezaron a gritar, de forma insistente, “Con Iglesias sí”, modificando el lema de abril, el “Con Rivera no”. Sánchez, como ya pasó entonces, dejó abiertas todas las posibilidades y, ante las constantes interrupciones, pidió a los militantes que le dejaran hablar para explicarse.

El presidente en funciones anunció “generosidad” con todos los partidos para acabar con el bloqueo político, salvo con aquellos que se “autoexcluyen de la convivencia”, en referencia a los independentistas catalanes.

Los militantes respondieron al unísono, dirigiéndose directamente a los actuales partidos de la oposición: “Hemos ganado, dejadnos gobernar”.

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