Se avecina una nueva guerra total entre Pedro Sánchez y Susana Díaz. Después de las elecciones del 2 de diciembre y la pérdida de la Junta de Andalucía, el líder del PSOE considera que el tiempo de su rival en las primarias ha terminado. No obstante, Ferraz descarta forzar un congreso regional antes de las municipales del 26 de mayo, aunque quiere control total sobre las listas andaluzas.

Esa ambición de Sánchez y de la ejecutiva federal será, según dirigentes nacionales del PSOE, la “espita” que reabra el fuego cruzado entre el secretario general y Susana Díaz. Todo ello porque la presidenta de la Junta está dispuesta a dar la batalla y de ser ella la que decida a todos los candidatos para las elecciones locales.

La presidenta de la Junta, afirman desde Ferraz pero también desde Sevilla, es consciente que “le debe mucho a mucha gente” y que gran parte de sus aliados “se han quedado sin nada” tras las autonómicas del 2 de diciembre. Por eso, quiere tener plena libertad en la composición de las listas de las municipales para “colocar a toda su gente”.

Ferraz presentará candidatos en grandes ciudades

El objetivo de Susana Díaz, explican las fuentes consultadas, es “cuidar a sus afines” de cara a un congreso extraordinario que Ferraz se plantea forzar después de las municipales de mayo.

La ex presidenta de la Junta, de hecho, ya se prepara para esa “batalla”. Tal y como se adelantó en estas páginas, la todavía dirigente autonómica aprovechará la reforma en los Estatutos del PSOE, impulsada por Sánchez en el congreso extraordinario de 2017, para evitar que Ferraz disuelva su ejecutiva.

En concreto, Díaz se amparará en el artículo 5 bis del citado texto, en el que se especifica que el proceso de “renovación o censura” a un secretario general deberá ser “aprobado por la militancia y afiliados/as directos/as del respectivo ámbito en una consulta que deberá celebrarse en el plazo de un mes desde el acuerdo de censura del Comité Federal”.

De esta forma, quiere “blindarse” con la militancia del PSOE andaluz y los cargos intermedios, a los que pretende situar en puestos de salida en las listas a las municipales. Un plan que encontrará la réplica por parte de Pedro Sánchez.

Al presidente del Gobierno le gustaría que Ferraz pudiese elaborar todas las listas del PSOE andaluz a las municipales, sobre todo teniendo en cuenta que Díaz no situó a ningún sanchista en las autonómicas y después se la pegó en las urnas. Por eso, y a pesar de que el poder de influencia de la ejecutiva federal es limitado, tiene ya preparada su ofensiva para tener candidatos propios.

En concreto, Sánchez se amparará en un cambio del reglamento del PSOE, impulsado por él mismo, que obliga a la celebración de elecciones primarias para elegir los cabezas de lista en ciudades de más de 50.000 habitantes. De esta forma, impedirá que Díaz sitúe directamente a sus afines en hasta 29 grandes municipios, incluyendo las siete capitales de provincia.

Si la ex presidenta se empecina en promover en esas ciudades una candidatura no avalada por Ferraz, la ejecutiva federal impulsará un cabeza de lista alternativo, que competirá con los propuestos por Díaz.

Prueba de cara al congreso

Desde Ferraz esperan que, ante la amenaza de una “guerra civil” en Andalucía por las listas, Díaz “acepte” llegar a un acuerdo con la ejecutiva federal en la composición de listas. De no optar la sevillana por esta opción, “decidirán los militantes”.

Las fuentes consultadas explican, en ese sentido, que si finalmente hay primarias para elegir las candidaturas en las grandes ciudades, servirán como laboratorio de pruebas para que Pedro Sánchez que, de esta manera, podrá calcular los apoyos que encontraría en la región a una hipotética decisión, por parte de la ejecutiva federal, de cesar a Susana Díaz.