Javier Fumero

Pena por la bandera de España

Un plato de aceitunas servido con banderitas de España hace unos días en Madrid
Un plato de aceitunas servido con banderitas de España hace unos días en Madrid

A poco que uno sale fuera de nuestro país se cerciora de que algo extraño pasa con la bandera de España. No es normal. Da igual si uno pone rumbo al norte, al sur, al este o al oeste. Allí donde vayas, te encuentras a ciudadanos encantados de la vida con su enseña.

La muestran orgullosos, la lucen en prendas y accesorios, la tratan con respeto y admiración. Adornan muchos objetos personales con sus colores. Y sobre todo, percibes que están encantados con la identidad que les otorga.

Creo que en esto hay dos países que se llevan la palma: Estados Unidos e Italia. Los norteamericanos llevan años proclamando al mundo su adoración al paño con la barra y las estrellas. Lo colocan en las puertas de las casas, lo izan en sus jardines, une a demócratas y republicanos, echan pestes de quien ose realizar alguna afrenta... Es como una especie religión.

Los italianos (y esto lo he vivido de primera mano) también veneran a su bandera tricolor. Enloquecen con sus colores y se sienten muy orgullosos de mostrarla.

Digo todo esto por contraste a lo que sucede con nuestra rojigualda. Aquí, demostrar un poquito de afición a la bandera de España es de fachas… lo que sea que eso signifique: extrema derecha, pseudo-franquismo camuflado, falangismo de tercera generación…

Da igual que uno presente una hoja de servicios muy alejada de esos estadios ideológicos. Si te gusta mucho la bandera de España debes hacértelo mirar. Cojeas de una pierna. No eres muy normal. Das síntoma de algo extrañamente radical y muy malo.

Después está toda la cuestión catalana para ponerle la guinda a este pastel. El otro día me topé con una fotografía de unas aceitunas en un plato, adornadas con palillos que iban coronados con pequeñas banderitas de España. Es la foto que acompaña a este blog. La instantánea incorporaba el siguiente comentario:

-- “Vas a Madrit a un bar del Retiro i com que parlem català ens serveixen així les olives...” (“Vas a Madrid a un bar del Retiro y como hablamos catalán nos sirven así las aceitunas ...”).

Qué pena me da.

 

Más en twitter: @javierfumero

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