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Porsche Cayenne. No renuncies a nada

La tercera generación del Porsche Cayenne llega cargada de contundentes argumentos para seguir siendo el rey de los SUV deportivos

Entre sus poderes figuran unas potentes mecánicas, una inigualable puesta a punto del chasis, acabados de primerísima calidad y conectividad para satisfacer a los más exigentes en este apartado. La gama está compuesta por tres modelos, el Cayenne (340 CV), el Cayenne S (440 CV) y el Cayenne Turbo (550 CV).

El lanzamiento, en 2002, del Porsche Cayenne constituyó un revulsivo, una auténtica revolución. Hasta ese momento la marca de deportivos de Stuttgart solo ofertaba dos modelos, el sempiterno 911 y el Boxster. Para Porsche supuso una incursión en un terreno totalmente nuevo, el de los SUV o todocamino, además de ser el primer Porsche de cuatro puertas. Pero una firma cuya actividad siempre estuvo ligada al universo de los deportivos también tenía que dejar su particular impronta a la hora de desarrollar su nuevo todocamino, de tal forma que fuese un auténtico fuera de serie, la referencia entre la competencia. Y esa impronta que no es ni más ni menos que una deportividad extrema quedó plasmada en el Cayenne, que pasaba a ostentar el cetro del SUV de lujo más deportivo del mercado y, por extensión, de todos los SUV. De todas formas puede afirmarse que, el todocamino más deportivo del mercado es asimismo un deportivo SUV. El orden de los factores no afecta la esencia del producto final. Aunque lo primero que se perciba sea un todocamino de gran tamaño,  lo cierto es que bajo esa carrocería se esconde el genuino espíritu deportivo del 911 en toda su extensión.

 

El nuevo Porsche Cayenne, la tercera generación del modelo, es uno de los pocos vehículos multifunción de toda la producción mundial. Lo mismo sirve de vehículo familiar, que aporta el lujo y el poder de representación necesarios para acudir a la Ópera con vestidos de gala. Ofrece prestaciones, comportamiento y sensaciones de conducción típicas de un auténtico deportivo pura sangre. Ningún otro SUV del mercado es capaz de superar ni su deportivo y preciso tacto de conducción ni la eficacia que muestra su refinado chasis en los trazados más sinuosos. Pero sus aptitudes no terminan aquí. Sus cualidades off-road le permiten competir sin restricciones  con los más avezados todocamino del mercado. Aunque carece de reductora, el sistema de tracción integral, la suspensión neumática de altura variable, las relaciones del cambio automático de 8 velocidades (muy cortas las primeras) y el generoso par motor de los propulsores le permiten transitar con total garantía por territorios reservados a los todo terreno de verdad. Además dispone de 4 programas específicos para circular fuera del asfalto: grava, barro, arenas y rocas. A estas virtudes se unen tanto un confort de marcha como un equipamiento digno de las mejores berlinas de lujo. Una complicada amalgama solo al alcance de una marca como Porsche.

Desde que debutara en 2002, hay rodando por todo el mundo cerca de 800.000 unidades del Cayenne, distribuidas a lo largo de dos generaciones. Todo un éxito que pretende revalidar el nuevo Porsche Cayenne con  argumentos de gran calado. El chasis, una vez más, ha vuelto a ser uno de los ejes principales en torno al cual ha girado su desarrollo. Para mejorar aún más el dinamismo monta neumáticos de distinta medida delante y detrás, estando disponibles llantas de hasta 21 pulgadas. Por primera vez   puede adoptar un eje trasero direccional, que mejora la dinámica a alta velocidad, mientras a baja velocidad facilita los  giros y la maniobra de aparcamiento a base de girar las ruedas traseras en sentido contrario a las delanteras.  El modelo Cayenne Turbo incluye de serie (opcional en el resto de las versiones) la suspensión neumática de tres cámaras de aire por amortiguador. Una solución que posibilita variar la flexibilidad de los fuelles neumáticos  jugando con tres constantes elásticas asignadas a cada modo de conducción,  pero conmuta rápidamente a la rigidez óptima en función de las condiciones de conducción.

Toda la gama se beneficia del sistema de tracción integral activa. Consta de un embrague multidisco, situado a la salida del cambio, que reparte de forma automática el par entre los ejes trasero y delantero en función de las condiciones dinámicas y de adherencia, primando normalmente la tracción al eje posterior. También todos los Cayenne montan la nueva caja de cambio automática de convertidor de par Tiptronic S de 8 velocidades, de gran rapidez y suavidad de funcionamiento. Las 6 primeras marchas de relación cerrada para primar las prestaciones, mientras que la séptima y la octava son más largas en aras a recortar el consumo a la hora de circular por autopista a elevada velocidad. En el apartado de los frenos aparece una auténtica primicia a nivel mundial, el disco de fundición gris con revestimiento en carburo de wolframio (de serie en el Turbo); una tecnología que reduce el desgaste, alargando hasta un 40% la duración de los discos a la vez que mejora los valores de fricción. Por supuesto siguen estando disponibles, coronando la oferta en este apartado, los frenos cerámicos. Junto a esta primicia, por primera vez el Cayenne se beneficia del Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC), un dispositivo que  sirve para compensar los balanceos de la carrocería en curva. Utiliza ahora  actuadores eléctricos en vez de hidráulicos para ofrecer un tiempo de respuesta mucho más corto. Dichos actuadores se alimentan de la nueva red eléctrica de 48 voltios. Como consecuencia digiere con pasmosa facilidad los continuos cambios de apoyo, propios de trazados con abundantes curvas, la vez que se incrementa notablemente el confort de marcha al rodar por autovía.

La evolución estilística del Porsche Cayenne ha ido ligada a la del 911 contemporáneo. Esta tercera generación evoluciona en diseño a base de unas líneas muy marcadas en el capó que sugieren gran dinamismo estado el coche parado. Su parecido con el actual 911, salvando estructura y tamaño, resulta evidente. Monta de serie faros de Led, con los cuatro puntos característicos que componen la luz diurna de todos los Porsche. En esta misma línea, las ópticas traseras son mucho más estilizadas, estando unidas por una franja luminosa. En la parte trasera cobra relevancia el spoiler adaptativo del techo, tomado del Panamera Sport Turismo. Puede adoptar hasta cuatro posiciones, incluyendo una de frenado de emergencia por encima de 170 km/h. En este caso contempla su máxima apertura para hacer de aerofreno y reducir la distancia de frenado en 2 metros, circulando a una velocidad de 250 km/h.

Con respecto a las dimensiones exteriores, crece hasta los 4,92 m de longitud, con una batalla de 2,90 m. De ello se deriva un amplio habitáculo, muy práctico para un uso familiar, a lo que se suma un generoso maletero de 770 l (100 l más que el anterior modelo). El interior resulta exquisito, tremendamente lujoso. El diseño general del salpicadero es herencia del Panamera, transmite calidad y refinamiento tecnológico. La consola central incorpora un panel táctil que ha permitido prescindir de alguno de los tradicionales botones en aras a simplificar el manejo de los distintos sistemas. En el centro del salpicadero acapara el protagonismo la gran pantalla táctil de 12,3 pulgadas del sistema multimedia. Es configurable por parte del conductor para tener un cómodo y rápido acceso a las funciones que más utilice. Con respecto al cuadro de instrumentos mantiene, como no podía ser de otra forma, la esencia deportiva de Porsche. Destaca en el centro un cuentarrevoluciones analógico flanqueado a izquierda y derecha por sendas pantallas de 7 pulgadas, asimismo configurables.

La gama Porsche Cayenne está compuesta por tres modelos. El de acceso, el Cayenne, monta un motor 3.0 V6 turboalimentado con 3 litros de cilindrada (340 CV). Alcanza los 245 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 5,9 s. Su precio es de 87.759 euros. En el siguiente escalón se sitúa, el Cayenne S, que asimismo incorpora una mecánica de 6 cilindros en V, pero de 2,9 litros de cilindrada y sobrealimentada por dos turbocompresores. Desarrolla 440 CV que le permiten alcanzar los 265 km/h e invertir 4,9 s en pasar de 0 a 100 km/h. Tiene un precio de 107.127 euros. Coronando la gama aparece, el Cayenne Turbo, que vale 160.613 euros. Bajo su capó alberga un propulsor 4.0 V8 de 4 litros de cilindrada, asimismo sobrealimentado por dos turbocompresores. En este caso la potencia asciende a 550 CV, que autoriza una velocidad máxima de 286 km/h y una fulgurante aceleración: 3,9 s.

 

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