José Apezarena

Del PP a Vox, un voto de ida y vuelta

Pablo Casado valora los resultados de las generales del 28-A
Pablo Casado valora los resultados de las generales del 28-A

Además de otros errores de bulto cometidos por la nueva dirección, la realidad más firme es que, en estas elecciones generales, al Partido Popular la corrupción le ha pasado un tremenda factura.

Es la pesada herencia acumulada durante tantos años de tejemanejes, mamandurrias, chanchullos, mangancias y robos, dicho sea esto último con toda claridad, a la que en tantos casos la dirección del partido respondió mirando a otro lado, cuando no tolerando y callando. Esa es la realidad.

Tal análisis lleva a una conclusión bastante elemental: si el candidato a la presidencia del Gobierno el 28-A hubiera sido Mariano Rajoy, el varapalo recibido habría resultado incluso más doloroso.

La corrupción ha pasado una enorme factura al PP a nivel nacional, en toda España, pero con mucha mayor intensidad aún en la Comunidad Valenciana, escenario de innumerables atropellos en una región en la que durante décadas ha sido formación hegemónica. Por eso, allí el derrumbe resulta escandaloso. Posiblemente se tardarán décadas en recuperar imagen y votos, si es que lo logra algún día.

Las críticas a Pablo Casado y su equipo por el pésimo resultado de las generales parecen ahora bastante obvias: derechización del mensaje, actitudes agresivas, cambio absoluto de caras en las candidaturas, recurso a José María Aznar...

Lo que pasa es que esas denuncias tiene un cierto matiz oportunista, porque en muchos casos se formulan ahora, una vez visto el mal resultado alcanzado. Porque antes del 28-A no resultaban tan evidentes. Al menos no se escucharon con esa rotundidad. Es que, a toro pasado, todo el mundo sabe cómo organizar la lidia.

Parece claro que gran parte del futuro de Pablo Casado se va a decidir en lo que ocurra en mayo, en las elecciones locales y autonómicas.

Si, por ejemplo, conserva algunos de los feudos del PP amenazados, pero sobre todo, salva los muebles en Madrid, manteniendo el gobierno de la Comunidad, aunque sea pactando, con otro partido, tal vez podrá sobrevivir. Porque estará en condiciones de afirmar que la recuperación habría comenzado.

Reconocen en Génova que en la campaña de las próximas elecciones van a "tapar" a Casado, para que desarrollen el protagonismo principal y se la jueguen los candidatos locales, de forma que ellos, que tienen el pulso de su demarcación, den la batalla en primera línea.

 

Y hay que suponer que, en efecto, algo de "recuperación" se va producir el 26 de mayo a favor del PP. No se van a repetir los contundentes registros de las generales. También porque son unos comicios más cercanos, en los que pesan mucho los liderazgos locales

Más de un voto perdido retornará al redil popular, en aplicación de la inevitable ley del péndulo, pero también tras haber comprobado muchos, y lamentado, la enorme victoria de Pedro Sánchez, que seguirá gobernando plácidamente en la próxima legislatura.

Así pues, no pocos de los ex votantes del PP que se han pasado a Vox ya se han desfogado en las generales. Ya han "castigado" al partido. Y han comprobado que ha servido para muy poco, porque, con el magro resultado conseguido, la formación de Abascal no va a ser relevante en absoluto.

Y habrán entendido que ese desvió de voto es la causa, entre otras, del mal resultado de un bloque de derechas dividido en tres partes, que ha sacado más apoyos que la izquierda pero se ha quedado a una veintena de escaños del conglomerado que forman PSOE-Podemos.

Habrá voto de ida y vuelta. Vox ha conseguido su mejor resultado posible, y ahora ya solo le queda bajar. Lo veremos.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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