Javier Fumero

El PSOE maneja el miedo como arma de movilización masiva

Rodríguez Zapatero conversa con Pedro Sánchez en un acto del PSOE.
Pedro Sánchez conversa con José Luis Rodríguez Zapatero durante un acto del PSOE.

El presidente del Gobierno recibió este lunes en La Moncloa a un buen grupo de periodistas. Se trataba de la tradicional copa de Navidad que ofrece el Ejecutivo. Es la primera vez que Pedro Sánchez ejercía como anfitrión.

En los corrillos se refirió, como no podía ser menos, a la situación política. Y deslizó una idea interesante: el PSOE podría salir beneficiado del acuerdo entre Ciudadanos, PP y Vox para gobernar Andalucía. A juicio del presidente (y sus asesores) la trágica derrota de Susana Díaz se debió de forma mayoritaria a la desmovilización de la izquierda. Los socialistas se quedaron en casa.

Ahora será distinto. Los votantes de izquierda se darán cuenta –explica Sánchez- de lo que eso supone. Verán gobernar al centro derecha y se llevarán las manos a la cabeza por el recorte en derechos, libertades… Eso será suficiente para recuperar a los simpatizantes que, una vez castigada la política presidencial sobre Cataluña en el voto andaluz, volverán al redil para evitar un gobierno nacional liderado por Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal.

A mí este razonamiento me recuerda a Zapatero. Muchos conservarán en la memoria aquel suceso de febrero de 2008. Faltaba un mes para las elecciones generales y Zapatero acudió al plató de Cuatro para una entrevista en el informativo que entonces dirigía y presentaba el periodista Iñaki Gabilondo.

Aquella noche, la cadena distribuyó al resto de televisiones unas imágenes de recurso, informales, en las que los protagonistas charlaban de forma distendida tras su intervención… sin darse cuenta de que los micrófonos recogían la conversación privada que estaban manteniendo.

Lo que allí se dijo fue, más o menos, lo siguiente:

Iñaki Gabilondo: “¿Qué sondeos tenéis?”.
Zapatero: “¡Bieeeen! Nada. Bien...”.
G: “Sin problemas ¿no?”
ZP: “... lo que pasa es que yo creo que nos conviene que haya tensión...”.
G: “Os conviene muchísimo...”.
ZP: “… Yo voy a empezar a partir de este fin de semana a dramatizar un poco. Pero nos conviene mucho. Si no, la gente... bueno...”.

Tensión. El miedo como arma de movilización masiva. Entiendo que en política vale cualquier estratagema legal para arañar votantes. Pero analizado el caso fríamente, el plan denota una extrema debilidad. A falta de ideas originales, de un proyecto político ilusionante, se recurre al miedo…

¿Servirá? En cinco meses lo veremos.

Más en twitter: @javierfumero

 
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