El PSOE propone favorecer a la industria armamentística española

Una Proposición No de Ley plantea introducir en los concursos cláusulas que obliguen a las empresas extranjeras a que la producción cree empleo o deje conocimiento en España. Está pendiente la renovación de los Harrier

AV-8B Harrier II Plus.
AV-8B Harrier II Plus.

Si hay que comprar armamento, que sea preferentemente español. Es el objetivo que subyace en una propuesta con la que el PSOE pretende cambiar la forma en la que el Ministerio de Defensa y los ejércitos adquieren material bélico.

Confidencial Digital ha podido consultar el texto de una Proposición no de Ley registrada recientemente por el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados, en la que se insta al Gobierno de Pedro Sánchez a dar un giro en la política de compras de armamento de forma que se consiga maximizar la conservación y generación de empleos en España y a que la actividad generada por este sector revierta directamente en territorio nacional.

La crisis del coronavirus ha golpeado duramente la economía española. Los daños son diversos según sectores, pero también la industria dedicada a producir armamento y material del sector de la Defensa está sufriendo el parón y la caída de inversiones.

La iniciativa parlamentaria del PSOE insta al gobierno a “continuar con las acciones destinadas a fomentar, preservar, apoyar y priorizar frente a industrias de terceros estados, tanto recursos industriales y tecnológicos de las empresas españolas del sector de la Defensa”.

Lo que el Partido Socialista pretende concretamente con esta iniciativa es conseguir que todos aquellos contratos que dependan de dinero público y se enmarquen en asuntos de Seguridad y Defensa deberán llevar una ‘carga nacional’, es decir, deberán revertir en España. No es un modelo nuevo en el mundo, sino que ya lo aplican países como Francia o Italia.

El PSOE busca así que cuando se saque a concurso público cualquier tipo de licitación relacionada con el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas, las empresas que concursen sean de carácter nacional u ofrezcan un “eminente retorno nacional”.

La industria de Defensa necesita empresas extranjeras

Hay componentes que la industria española, por sus capacidades o porque no existen empresas específicas, no puede fabricar. En el Grupo Socialista en el Congreso, explican a ECD, son conscientes de esta realidad y que por la libre competencia no se puede impedir a las empresas extranjeras presentarse.

Por tanto, la propuesta no contempla que no se puedan aceptar ofertas extranjeras, sino que estas deben cumplir a partir de ahora con un condicionante recogido en los pliegos de la propuesta, pudiendo ser la generación de empleo o que se deje el ‘know-how’ en territorio nacional, o cualquier otra forma que aporte beneficios tangibles a España.

Por ejemplo, si se sacase a concurso, con fondos públicos, la fabricación de un nuevo avión de combate, podrían presentarse empresas nacionales o extranjeras. El PSOE entiende que al utilizarse dinero estatal, la contratación de la producción de esos aviones tendría que llevar aparejada una serie de beneficios para nuestro país. Podría producirse en España el ensamblaje de los equipos, por ejemplo, mejorándose así las capacidades estratégicas y conocimientos nacionales.

 

Además, los socialistas proponen que se favorezca la descentralización de la industria de Defensa, para que vertebre el territorio y no solo genere empleo en las grandes capitales, sino en la España vaciada.

El 8x8 ‘Dragón’

Esta propuesta tiene un reflejo en el proyecto 8x8 ‘Dragón’, los Vehículos de Combate sobre Ruedas que irán destinados al Ejército de Tierra. La ministra de Defensa, Margarita Robles, presidió la firma del contrato para la fabricación de 348 vehículos, con diez años de duración.

Este proyecto pretende alcanzar el objetivo del 70% de participación de la industria nacional en la fase de desarrollo y producción del VCR 8x8.

Este desarrollo, totalmente español, aporta a la industria soberanía tecnológica sobre su sistema de carácter estratégico, que representa un factor prioritario en el sector de la Defensa de cara a su proyección nacional e internacional, fomentando el desarrollo de industrias propias.

Se prevé que el potencial tractor del programa genere una expansión de la actividad económica con una repercusión directa en la creación de empleo cualificado en España. Defensa estima que se generen aproximadamente 8.750 empleos entre puestos directos, indirectos e inducidos.

Los nuevos vehículos de Tierra se van a fabricar principalmente en la fábrica que Santa Bárbara tiene en Trubia, en Asturias.

El AFJT de Airbus encaja en la propuesta

Las Fuerzas Armadas tienen en sus planes una serie de programas de renovación de sistemas de armas que se podrían ver condicionados de forma importante si se implantaran las cláusulas de protección de la industria nacional que plantea ahora el PSOE.

Por ejemplo, el Ejército del Aire necesita sustituir el caza F-5, el avión escuela de los pilotos, entre 2027 y 2028. Airbus España tiene un plan para el nuevo avión entrenador avanzado del Ejército del Aire. El AFJT (Airbus Future Jet Trainer) sería la base para el entrenamiento del futuro Avión de Combate Europeo (FCAS) del Ejército del Aire.

El proyecto AFJT contempla una posible venta de entre 50 y 55 aviones. El proyecto nacional permitiría a España continuar como actor principal en el sector aeroespacial y de defensa.

Airbus DS espera contar con Indra, Tecnobit, ITP, FMV y Cesa, cinco empresas españolas del sector, que desarrollarían las capacidades. La empresa estima que el proyecto generaría entre 2.100 y 2.500 puestos de trabajo por cada inversión de 100 millones de euros.

Además, señalan que el programa AFJT devolvería al Estado gran parte de la inversión mediante impuestos y contribuciones fiscales, el efecto desborde de las tecnologías y capacidades a otros sectores, la consolidación de la cadena de suministro y la creación de puestos de trabajo de alta cualificación.

La renovación pendiente de los Harrier

La industria de Defensa se vería favorecida por otras compras que deberá hacer Defensa para continuar con la renovación de sistemas que están al límite de su vida operativa. Entre ellos se encuentran los aviones de despegue vertical Harrier de la Armada, para los que la única alternativa hasta el momento parece el F-35B americano.

Se trata de versión STOVL del F-35, que es el elegido por la Marina Militare italiana para sustituir a sus Harrier II. Los Harrier forman parte de la Flotilla de Aeronaves (Floan), ubicada en la base de Rota (Cádiz). La Floan cuenta con siete escuadrillas y una flota de aeronaves con una media de edad superior a los cuarenta años.

La prioridad es el reemplazo de sus cazas de combate AV8B Plus Harrier, que actúan desde el buque de la Armada KHD ‘Juan Carlos I’. Los 12 cazas podrían extender su vida operativa hasta 2030.

El actual ‘Memorando de Entendimiento (MOU) de Apoyo al Ciclo de Vida del Programa Harrier AV-8B Plus’ aprobado en 2014 contempla una duración hasta 2024, que podría extenderse dos años más. Después podrían entrar en una fase que en la Armada califican como una ‘extensión unilateral de vida’.

Los F-35B de Lockheed Martin son el único avión en el mercado capaz de despegar y aterrizar de modo vertical desde la cubierta de un buque como el ‘Juan Carlos I’. Por tanto, la propuesta socialista podría condicionar la renovación de los caza.

Además, el Ejército tiene en mente la modernización de los blindados ‘Pizarro’ de la Fase 1, adquiridos en los años 90, y los oruga ‘TOA’. Además, el Ejército del Aire deberá renovar los F-18 Hornet, 20 de ellos en 2023 y 65 en 2030.

Un impulso a la economía

Los últimos datos de la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE) basados en el último ejercicio disponible en 2019 reflejan que el tejido empresarial factura 13.040 millones de euros, exporta el 71% de sus productos y servicios, contribuye con un 1% al PIB, genera 57.600 empleos de alta cualificación técnica y dedica el 9% de su facturación a la innovación.

La base industrial dedicada a innovación sirve para impulsar a la economía. Se estima que la productividad por empleado es de casi 115.000 euros y por cada euro invertido se generan 2,5.

En cualquier caso, como ya se publicó en estas páginas, la situación derivada de la Covid-19 podría retrasar todas las compras de armamento. Un editorial de la revista del Ejército del Aire era optimista y se inclinaba porque la intervención militar ante el coronavirus permitiría reivindicar mejoras presupuestarias. Otros altos mandos entienden sin embargo que llegan tiempos de austeridad y recortes, sobre todo en los programas de compras y modernización de material en los ejércitos y la Armada.

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