Al PSOE no lo va a conocer ni la madre que lo parió
La adaptación al Partido Socialista de la frase que hizo famosa Alfonso Guerra refiriéndose a España se escucha estos días en boca de importantes dirigentes socialistas. Hay una gran preocupación por lo que está pasando, por las últimas decisiones del presidente del Gobierno, que está fracturando la formación hasta límites nunca vistos.
Lean esta crónica y entenderán el alcance de la situación. Pero por explicarlo de manera sencilla diré lo siguiente. Por un lado, en el PSOE hay quien defiende esa figura del “relator” propuesta por el Gobierno para ir bajando el suflé de Cataluña. Los argumentos que maneja este grupo son los siguientes:
a) Los independentistas buscan ahora a la desesperada un simple gesto, un guiño aunque sea menor, que les permita apoyar los Presupuestos. Su objetivo prioritario en estos momentos es evitar la llegada al poder de la derecha, que aplicaría sin dudar el 155. Pero no pueden dar su apoyo al PSOE sin algo que justifique esa cesión frente a sus incondicionales.
b) ¿Y qué supone –de hecho- nombrar un simple intermediario? Nada grave, dicen estos socialistas. No es una concesión que afecte a la Constitución, nada que suponga un menoscabo para la unidad de España. Hubo mediadores designados por PP y PSOE para acabar con el terrorismo de ETA, por ejemplo. Y no pasó nada: bueno sí, se acabó con la banda.
c) La política intolerante de Rajoy no logró nada. Nos llevó, de hecho, hasta este callejón sin salida. La diplomacia es el arte de ceder en cosas menores para lograr las mayores. Es propio de la izquierda contemporizar, tender puentes, buscar entendimientos.
Quienes se oponen de manera tajante a esta visión de la realidad desde dentro del PSOE, argumentan fundamentalmente tres cosas:
1. Esta figura del “relator” es una concesión gravísima. Y que Pedro Sánchez y Carmen Calvo no se den cuenta de ello indica su levísima consistencia. El actual presidente del Gobierno declaró públicamente (el vídeo circula por ahí estos días) que el espacio de mediación que marca la Constitución es el Congreso de los Diputados, donde reside la soberanía nacional. No hay mesas paralelas que valgan si se negocia algo que pertenece a todos los españoles.
2. ¿Han servido para algo las concesiones que se han hecho al separatismo? Y se enumeran: Se acercó a los presos a Cataluña, se dejó indefenso al juez Llarena, se toleraron los lazos amarillos en espacios públicos, se está jugueteando con el indulto, se ha eliminado el delito de rebelión en la acusación de la abogacía del Estado… ¿Cuál es el balance? No han servido para nada.
3. Bueno sí: para perder un gobierno autonómico y dar vida a la ultraderecha. Esta política de Pedro Sánchez demuestra (lo que es más grave de todo) que no ha aprendido la lección de Andalucía. Los ciudadanos nos van a pasar por la piedra. Transversalmente. El PSOE va a quedar reducido a pavesas, convertido en pura anécdota. No lo va a conocer ni la madre que lo parió.
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