Que se besen

Lo que se les dice a los novios el día de la boda, también valdría para los políticos en este momento. Los hemos visto pelearse como los niños en el recreo, insultarse, llamarse de todo: incompetentes, perezosos, los que llegan siempre tarde cuando les conviene, a costa del malestar de los ciudadanos, quienes les ven inútiles para cualquier cosa que no sea echar la culpa a los demás de lo que ellos han dejado de hacer, mientras se peleaban.

Ese oficio de político requiere muchas tragaderas porque muy difícilmente consigue contentar a todos, Primero a la oposición, que no puede dejar pasar el momento de una pifia o una decisión desacertada, para cargar contra el gobierno correspondiente, sea nacional, autonómico o municipal. Un baranda ha dado con la clave: “el gobierno ha puesto la economía por encima de la salud”.

Se refería a otro gobierno distinto al suyo, sin percibir que eso mismo era también aplicable a sí mismo, con su ristra de ministros/as y colaboradores/as a quienes se les ha resuelto la vida al estar en el machito con unos buenos sueldos a costa de los impuestos, al creer posiblemente que al modo más saludable de vivir se llega antes con un buen sueldo que pidiendo limosna en la calle. Algo con lo que no es difícil estar de acuerdo.

¿Es mejor la economía o la salud? Si decretamos el confinamiento para mejorar la salud, la gente se rebota porque quiere cobrar lo suyo o incluso más, si se diera el caso: una buena subvención salvaría muchos negocios y puestos de trabajo, que peligran más aún con ese confinamiento ¿que nos va a hacer más saludables? Quién sabe. Y lo que se necesita es poner de acuerdo, que se besen, economía y salud, alcanzar acuerdos que beneficien a todos, no pelearse ni echarle las culpas de todo a los demás.

 
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