Los ricos ya tienen alternativa para ‘salvar’ sus amenazadas Sicav
Despachos fiscales están ofreciendo derivar el capital a vehículos de inversión localizados en Andorra que garantizan privacidad total, mayor rentabilidad y no exigen un mínimo de accionistas
La cruzada política contra las Sicav es una de las armas electores más poderosas. PSOE, Ciudadanos y Podemos consideran estos instrumentos un mecanismo para que las grandes fortunas españolas se ahorren impuestos utilizando artimañas poco ortodoxas. El simple anuncio de revisarlas ha movilizado ya a los asesores fiscales de estos altos patrimonios.
Según ha sabido El Confidencial Digital por fuentes próximas a varios despachos fiscales, los profesionales de estos bufetes están tranquilizando ya a sus clientes VIP presentándoles una alternativa para estas Sicav españolas que están ahora en el punto de mira de los partidos emergentes. Confirman que las consultas de las grandes fortunas sobre este asunto se han disparado en los últimos días.
Se les transmite, en concreto, que las sociedades de inversión de capital variable en Andorra son especialmente atractivas para patrimonios españoles de entre dos y diez millones de euros. Por varios motivos: por sus menores costes y por la privacidad total que otorgan. Ninguna de estas ventajas se puede lograr ahora en España.
En Andorra, además, no está estipulado un número mínimo de accionistas que necesita la sociedad para constituirse y ser considerada como un instrumento de inversión colectiva y, con ello, beneficiarse de las distintas ventajas fiscales que proporciona. En España se exige un mínimo de 100 partícipes por Sicav.
Otorgan privacidad total al inversor
Estas sociedades están bajo la supervisión del Instituto Nacional Andorra de Finanzas (INAF), que es el organismo local que asume en el país vecino los papeles que aquí llevan a cabo el Banco de España y la CNMV.
Están sujetas a auditoría ante el regulador andorrano. Pero tan sólo tienen que estar registradas en el banco depositario y en su sociedad gestora, es decir, no existe un registro como tal.
Las Sicav españolas tienen que estar registradas en la CNMV, que incluye la actualización trimestral de las carteras, por lo que las decisiones de inversión de los accionistas son de dominio público.
El patrimonio mínimo para constituir una Sicav es de 1,25 millones en el caso andorrano, frente a los 2,4 millones que se exigen en España. Se permite también que los activos en los que se puede invertir sean activos reales, y no sólo financieros.
La cruzada contra las Sicav en ‘Salvados’
Hace unos días, los líderes de los dos partidos emergentes en España, que jugarán un papel relevante en el Parlamento que salga de las urnas el 20 de diciembre, fueron extremadamente críticos con las Sicav durante el programa ‘Salvados’ de Jordi Évole.
Pablo Iglesias abogó directamente por acabar con todas ellas: “Son un dispositivo para que los ricos no paguen impuestos”, sentenció.
Albert Rivera no hizo una enmienda a la totalidad, pero sí afirmó que la mayor parte de las veces son ilegítimas y deberían someterse a una revisión exhaustiva:
-- “Metería inspecciones fiscales a todas esas Sicav para detectar los casos que sean verdad, que creo que son la minoría según los inspectores de Hacienda; todas las demás tributarían lo que les tocaría. Tampoco es verdad que así la riqueza huiría del país, porque mucha de esa gente va a seguir teniendo su patrimonio en España”, concluyó.
El PSOE de Pedro Sánchez plantea endurecer las condiciones a la caza de engaños y trampas. Se propone establecer, por ejemplo, un “porcentaje de participación máximo”. Las Sicav tienen que estar compuestas por 100 inversores. En muchas ocasiones, explican, solo hay un accionista real acompañado de 99 personas que solo ponen el nombre. En este caso, la Sicav deja de ser un instrumento colectivo para ser un instrumento de gestión del patrimonio particular.
Las Sicav se encuentran en máximos históricos
El número de Sicav en España, a cierre del pasado mes de septiembre, alcanzaba las 3.381, con un patrimonio total de 33.663 millones de euros.
Los fondos de inversión cerraron el mes con 218.000 millones de euros, cada vez más cerca del récord de más de 240.000 millones que llegaron a atesorar en sus años de esplendor entre 2006 y 2007.
El gran declive de las Sicav se produjo en 2012, cuando su número cayó por debajo de las 3.000. Buena parte de los grandes inversores decidió salir de estos vehículos porque necesitaban liquidez, entre ellos grandes inversores del ladrillo.
Otros optaron por cambiar de estrategia, como Amancio Ortega, el mayor accionista de Inditex, que decidió clausurar ese año la suya y empezar a invertir en el sector inmobiliario.
