Qué ropa usar en verano para cuidar la piel

Ropa suelta tras una quemadura solar, prendas transpirables durante las actividades deportivas o vestir con tejidos naturales para prevenir alergias y dermatitis son algunas de las indicaciones para proteger la piel de las altas temperaturas.

Armario de verano.
Armario de verano.

Quemaduras, hongos, sarpullidos o alergias son algunos de los aspectos menos agradables del verano. Las altas temperaturas también pueden traer enfermedades en la piel como la denominada ‘dermatitis de verano’. Para evitarlo o ayudar en la recuperación de estas dolencias, la ropa es un factor fundamental. PERCENTIL.com, la tienda online de ropa casi nueva para mujer y niños, ha elaborado una lista de recomendaciones con las prendas más indicadas para cada caso.

1. Quemaduras por el sol: es, sin duda, el problema cutáneo más común en verano. Durante el periodo de recuperación es fundamental dejar que la piel respire, por lo que hay que huir de las prendas ajustadas, la lycra, los vaqueros largos y las telas sintéticas que retienen mucho el calor. En este caso, los tejidos de algodón, hilo, lino y la ropa suelta son los más indicados. Es recomendable, además, cubrir con ropa la zona afectada en posteriores exposiciones al sol y proteger zonas delicadas como la cabeza o los ojos, utilizando sombreros, gorras y gafas de sol.

2. Hongos: la humedad, el calor, el sudor y la falta de oxígeno en la piel son los causantes directos de sufrir hongos durante el verano. ¿Cómo evitarlos? En los días de playa y piscina es fundamental no estar demasiado tiempo con el bañador mojado. A la hora de hacer deporte, hay que optar por ropa transpirable para dejar respirar a la piel y evitar sudar en exceso. Las camisetas de tirantes tampoco son las prendas más indicadas porque pueden ocasionar quemaduras por el sol, sobre todo en actividades deportivas al aire libre en zonas de poca sombra.

3. Sarpullidos y arañazos: en verano es habitual realizar excursiones y acampadas en el campo o la montaña. A pesar de que estemos en pleno periodo estival, estas rutas se realizan a horas de calor no extremo en las que se puede prescindir de ropa corta y apostar por prendas que cubran la piel y eviten el contacto con plantas que provoquen sarpullidos o arañazos, así como el impacto directo del sol.

Nos puede jugar una mala pasada mantener contacto con alguna planta venenosa, como la hiedra o el roble venenoso, o flores que provocan irritaciones, como el crisantemo, la lavanda, el narciso o el lirio. Evitar caminar o acampar en zonas con hierba alta y conocer las plantas que pueden dañar la piel es fundamental.

La ropa más indicada para estas excursiones son pantalones largos no muy ajustados, porque pueden provocar heridas por el sudor, ni demasiado holgados para no engancharnos en las plantas. Lo más adecuado es, por tanto, pantalones largos, transpirables y con bolsillos donde poder guardar objetos.

Las camisetas deben ser de algodón o tejidos transpirables y no excesivamente cortas o de tirantes. Los calcetines son la prenda a la que hay que prestar más atención al hacer senderismo; en la época estival es importante usar calcetines, preferiblemente de algodón, que absorban bien el sudor, sean suaves y se ajusten perfectamente al pie.

Un jersey es además un básico indispensable en estos casos, pues la temperatura puede bajar al anochecer o en determinadas áreas de montaña y es una forma de evitar, también, el contacto directo de las plantas con la piel. Tampoco hay que olvidar llevar una gorra o un sombrero para proteger la cabeza.

4. Foliculitis: los folículos pilosos, responsables del crecimiento del vello corporal, son una de las estructuras cutáneas más activas y dinámicas por lo que a veces se inflaman, sobre todo, a consecuencia del calor. No utilizar en esta temporada ropa elástica y ajustada es lo mejor para prevenir un posible daño.

 

5. Miliaria y herpes: son dos tipologías de reacciones cutáneas que se multiplican en verano, por lo que es recomendable usar ropa fresca y suelta, zapatos abiertos y evitar el uso de perfumes, maquillajes y cosméticos durante la exposición al sol, sobre todo en las horas de calor extremo.

6. ¿Alergia a la ropa?: según los expertos, algunas personas padecen cierta intolerancia a determinadas prendas. ¿Los motivos? Depende, sobre todo, de la fibra o tejido y también del tipo de piel. Precisamente, aquellos con constitución atópica, piel seca o alergias respiratorias la padecen en mayor medida.

No existe un patrón de lo que se podría denominar ‘alergia a la ropa’, aunque lo más habitual es la aparición de eczemas en la piel. Una vez confirmado que se trata efectivamente de una intolerancia, la mejor forma de prevenirla es evitar el contacto con lo que hace daño, especialmente en verano cuando la piel suele estar más sensible. Las fibras sintéticas o artificiales son las menos indicadas para prevenir alergias por las sustancias químicas que han sido utilizadas en el proceso de fabricación.

La ropa de géneros naturales, como el algodón, la seda o el lino, en colores claros y sin teñir, es la más apta para evitar alergias y reacciones cutáneas en el periodo estival. Usar prendas de algodón 100% es lo más aconsejable en el caso de los bebés que tienen una piel muy sensible y delicada, más en esta temporada veraniega.

Para prevenir alergias e irritaciones cutáneas es importante lavar la ropa antes de estrenarla por los productos químicos que le ponen a las telas, una precaución sobre todo indicada para la ropa interior. Es aconsejable hacer la colada a temperaturas altas, con detergentes sin colorantes ni perfumes, aclarar muy bien y dejar secar preferiblemente al sol.

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