Sánchez ha chequeado los apoyos para una prórroga del estado de alarma en Madrid y ha visto que está solo

Pedro Sánchez afronta el escenario de tener que prorrogar el estado de alarma en Madrid. Pero Moncloa ha constatado que no cuenta con los apoyos en el Congreso para esta medida, y aunque necesita solo mayoría simple, el Gobierno no ha recabado ningún ‘sí’. A día de hoy, solo tiene amarrado el voto a favor del PSOE y de Unidas Podemos.

La Comunidad de Madrid viene reclamando con insistencia que el Ejecutivo central levante cuanto antes el estado de alarma en la región. Así se lo trasladó este martes el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, al propio ministro Illa.

Pero el Gobierno lo descarta por el momento. Con una incidencia acumulada de 500 casos por cada 100.000 habitantes, Sanidad no ve posibilidad de acceder a esa petición y ha fijado ahora como horizonte la perspectiva de que se sitúen por debajo de los 200 casos.

De momento, para imponer la restricción del derecho a la movilidad en Madrid, al Gobierno le ha bastado con aprobar un decreto. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, acudirá este jueves al Congreso de los Diputados para explicar la decisión del Gobierno y las medidas que comporta.

Necesita aval para una prórroga

Sin embargo, si Moncloa decide prolongar el cierre de la capital, Pedro Sánchez tendrá que acudir al Congreso antes de que se cumpla el plazo de dos semanas, el próximo viernes 23 de octubre, y solicitar autorización. 

Para que el estado de alarma continúe otros 15 días más -el periodo establecido por la ley-, es necesario una mayoría simple. 

Es decir, no se tienen en cuenta las abstenciones, y harían falta más ‘síes’ que ‘noes’. Teniendo esto en cuenta, por el momento, tan solo con los votos del Gobierno de coalición, Sánchez tendría asegurados 155 votos a favor (PSOE y Podemos) de los 176 necesarios.

ERC y PNV se están resistiendo

En el Gobierno asumen que una de las claves, si fuera necesaria una votación de urgencia la próxima semana en el Congreso, será la postura que tomen los partidos nacionalistas. 

Por el momento, el PSOE ha encontrado gran resistencia en algunos de sus socios. Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras de las primeras conversaciones que dirigentes socialistas han mantenido con algunos grupos parlamentarios, el mensaje que han trasladado, tanto en ERC (13 diputados) como el PNV (7), es que se desmarcan del apoyo al Ejecutivo en esta cuestión.

No pasan por alto que, si los contagios van en aumento en Cataluña y País Vasco en las próximas semanas, sientan un precedente para la imposición también del estado de alarma en sus territorios. 

Un escenario que están tratando de evitar a toda costa con la aprobación por su cuenta de medidas restrictivas que les permitan controlar la expansión del virus. Con este mismo argumento, Sánchez tampoco cuenta esta vez con JxCat y la CUP.

Ciudadanos, la principal incógnita

También se da por hecho el rechazo del PP a la propuesta, gobernando Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, y tras la exigencia de Pablo Casado a Pedro Sánchez de que levante el estado de alarma. Por lo tanto, los ‘noes’ suman 170 (Vox, PP, JxCat, CUP, ERC y PNV).

Tras el portazo que han recibido de ERC y PNV, fuentes del Gobierno conocedoras de las conversaciones aseguran a ECD que la principal incógnita es la posición que adopte finalmente Ciudadanos, con 10 escaños en el Congreso. 

Altos cargos del partido de Inés Arrimadas no han descartado en los últimos días apoyar una prórroga del estado de alarma en Madrid y han afirmado que dependerá del nivel de incidencia del virus y del criterio de los científicos y los técnicos.

Si el voto de Cs es afirmativo, la cifra llegaría a los 165, pero a Sánchez no le bastaría el apoyo de los partidos minoritarios como es el caso de Más País (3), Teruel Existe (1), PRC (1), Bildu (2) y las formaciones canarias (2). De esta forma, se quedaría en los 175 votos. 

Unas votaciones muy ajustadas

Hay que recordar que el anterior estado de alarma pasó sin problema las tres primeras prórrogas -gracias al apoyo del PP-, pero las tres siguientes fueron un suplicio parlamentario para Pedro Sánchez. 

Ante la negativa de ERC a secundarlas, el presidente tuvo que buscar el apoyo de los diez diputados de Ciudadanos. Para la formación de Inés Arrimadas no fue un paso fácil y provocó de hecho que algunas de sus caras más conocidas abandonaran el partido: Juan Carlos Girauta, Carina Mejías y Marcos de Quinto.