José Apezarena

Sánchez se ha propuesto domesticar a Ciudadanos

Pablo Casado y Albert Rivera.
Pablo Casado y Albert Rivera.

ECD publicó ayer la noticia del llamado "Pacto de la Moncloa", el acuerdo entre Pedro Sánchez y Pablo Casado para ningunear políticamente a la tercera fuerza política del país, Ciudadanos.

Tal como se explicaba, la propuesta correspondió al presidente del Gobierno, que con ello cogió por sorpresa al líder del PP: no se esperaba tal bienvenida.

Sánchez tiene voluntad de "aupar" todo lo posible Pablo Casado, y así consolidar su título de líder de la oposición, que le disputa Albert Rivera.

Para empezar, el lunes extremó los detalles personales y protocolarios con el líder popular: entrevista en Moncloa de más de una hora duración, utilización de la "sala grande" para su rueda de prensa.

Contrastó con el trato otorgado a los otros dos visitantes, y en concreto Albert Rivera, con el que estuvo reunido bastante menos tiempo, y al que se aderezó la "sala pequeña" para la comparecencia ante los periodistas.

Una operación tenaza sobre Ciudadanos, por parte de los dos principales partidos, tendría explicación, porque el partido naranja busca robar votos a los dos, en las dos direcciones, es decir, por la derecha (el PP) y por la izquierda (el PSOE).

La "alianza" con Pablo Casado ofrece bastante sentido, en el caso de Pedro Sánchez. Le conviene contar un Partido Popular en fase depresiva, frustrado por la pérdida de 71 diputados en las generales, y no con un crecido Ciudadanos, que ganó 29 y quedó a solamente 9 escaños del PP.

Recurriendo a trucos como la duración de la entrevista y la sala de la rueda de prensa, y amenazando con una tenaza PSOE-PP, Sánchez intenta "domesticar" a Ciudadanos.

Le ha lanzado el mensaje de que, si persiste en el famoso "no a Pedro Sánchez" de cara a la investidura, lo que le espera es el desierto. Incluida la posibilidad de que le dejen fuera de la Mesa del Congreso cuando se constituyan las nuevas Cortes, como a Vox.

 

A partir del "Pacto de La Moncloa", Ciudadanos ha reaccionado acogiéndose al victimismo: me persiguen, quieren acabar conmigo.

Una opción que a corto plazo podría resultar rentable, en términos de opinión pública y de cara a las elecciones del 26 de mayo, pero que, en la práctica y más allá, si el cordón sanitario se consolida, puede dejarle, en efecto, fuera de juego para los próximos cuatro años. Y eso es mucho tiempo.

Domesticar a Ciudadanos resultará para Sánchez un objetivo muy, muy difícil. Pero no imposible. Sobre todo si tiene en cuenta algunas disidencias internas con la posición "dura" de Albert Rivera.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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