Nuevo marco regulatorio tras el ‘no’ a la independencia

Gestiones de Iberdrola en Escocia para evitar una fuerte subida de impuestos a Scottish Power

La eléctrica ‘huyó’ en febrero a Reino Unido por el aumento de la presión fiscal en España y desvió a su filial el 40% de la inversión para los dos próximos años

José Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.
José Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.

El rechazo a la independencia en Escocia no zanja los problemas para Iberdrola. Está pendiente de los cambios regulatorios en el país, que podrían condenarle a una mayor presión fiscal. Es uno de los motivos, precisamente, de los que se quejó Sánchez Galán a principios de este año y argumentó para reducir su inversión en España.

Iberdrola respiró tranquila la semana pasada cuando se confirmó el ‘no’ a la independencia de Escocia. Recuperó el 3% perdido en Bolsa en las últimas dos semanas por la incertidumbre del referéndum.

Pero la negativa a la secesión también trae algunas incertidumbres, ya que Londres ha prometido transferir más competencias al Gobierno y Parlamento escocés, incluyendo áreas que podrían afectar a las empresas como la política fiscal.

Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes del sector, la eléctrica se mantiene expectante ante los posibles cambios regulatorios que se pueden desencadenar en Escocia en los próximos meses.

Le inquietan, sobre todo, aquellas modificaciones que pueden afectar fiscalmente a la compañía, que a su vez tendrían un impacto negativo en sus beneficios.

Según las fuentes consultadas, directivos de Iberdrola en Reino Unido han realizado ya las primeras gestiones con representantes del Ejecutivo escocés para que concrete cuanto antes la nueva situación. Su peor escenario: nuevos impuestos a la generación eléctrica.

Reino Unido se lleva el 40% de la inversión

Esa preocupación por el futuro incierto en el mercado energético escocés se explica por la fuertes inversiones que el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, anunció para los dos próximos años en Reino Unido.

“Ya somos más británicos, estadounidenses o mexicanos que españoles”. Esa frase pronunciada por Sánchez Galán sentenciaba cuáles eran los planes más inmediatos de la eléctrica: crecer en el exterior, a la vista de que en España solo reciben bofetadas regulatorias que recortan sus beneficios a pasos de gigante y aumentan la presión fiscal.

Iberdrola dio a conocer en ese momento en Londres su plan estratégico 2014-2016. Durante ese bienio, tiene previsto invertir 9.600 millones de euros, de los cuales solo el 15 % (1.500 millones) se quedarán en España, pero solo para mantenimiento de la red.

El grueso del dinero viajará a Reino Unido, donde gastará el 41%; Latinoamérica (especialmente México) se llevará el 23 %; y Estados Unidos, el 17 %.

 

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