Los secretarios de Estado se han acostumbrado a usar los aviones “Falcon”, en lugar de los CASA militares
Lo de los viajes presidenciales en avión ha coleado. Días atrás, Fernández de la Vega fue interpelada en el Congreso sobre la utilización de los aviones oficiales por el presidente del Gobierno. La pregunta está relacionada con la polémica por algunos discutibles desplazamientos de Rodríguez Zapatero: a Londres para unas compras en Harrod’s, a Berlín para asistir a una representación de ópera, un fin de semana familiar en Turquía, etc.
La respuesta fue que el presidente viaja menos que su antecesor, José María Aznar, y que por ello gasta menos en esa partida. Lo que provocó la respuesta de la oposición criticando precisamente la falta de desplazamientos de Zapatero en cumplimiento de su función oficial, mientras que menudean los que no son estrictamente políticos.
En cualquier caso, el ahorro de gastos aducido por Fernández de la Vega debe de ser solamente en La Moncloa. Le cuentan a El Chivato que los secretarios de Estado han logrado algo que sus colegas anteriores, con el PP, conseguían difícilmente: utilizar con normalidad los pequeños reactores Falcon que tiene el Ejecutivo para transporte de personalidades, equipados también como aviones VIP.
La diferencia es apreciable respecto a los aparatos militares de CASA, de hélice, que acostumbraban a tomar los secretarios de Estado hasta la llegada de Zapatero al Gobierno. Eran tan sobrios, que había que ponerles los asientos civiles cada vez que se organizaba un viaje.
