José Apezarena

El siguiente conflicto para España: el País Vasco camina hacia la autodeterminación

PNV
Íñigo Urkullu en un acto del PNV

No cabe llamarse a engaño. Íñigo Urkullu lo advirtió a Pedro Sánchez en junio, durante la reunión que mantuvieron en La Moncloa: el Gobierno Vasco va a dar más pasos hacia la autodeterminación. Y lo está haciendo. En el nuevo Estatuto que se viene redactando ahora, cuyo texto ha publicado ECD.

Antes de la moción de censura, y como contrapartida por su voto, Pedro Sánchez llegó a un acuerdo con el PNV aceptando que el futuro Estatuto incluyera el reconocimiento de una “identidad nacional vasca”.

Después, en la reunión de junio, el lehendakari trasladó a su anfitrión que la “Ponencia de Autogobierno”, que tramitaba el Parlamento de Vitoria, germen de la reforma estatutaria, iba a ir un poco más allá, para hablar de “nación” o, como mínimo, de “nacionalidad vasca”.

Pero Urkullu ha seguido adelante. Ha pactado con EH Bildu un texto que se asemeja, e incluso supera, al Estatuto de Cataluña de 2006. Quienes han estudiado el documento afirman que, no solo recuerda al Plan Ibarretxe, derrotado en 2003, sino que es incluso una “versión extendida y mejorada” de aquel.

Políticos socialistas y populares del País Vasco comentan: "Si sale adelante, supone un reconocimiento implícito de la independencia del País Vasco, y será urgente una reforma de la Constitución porque se la salta”.

El texto no solo ratifica, la “nacionalidad vasca” anticipada por Urkullu a Pedro Sánchez, sino que incluye una serie de disposiciones que dotan a Euskadi de un estatus de Estado propio, incompatible por tanto con el orden constitucional vigente.

Admite la celebración de “consultas y referendos” sobre las relaciones de Euskadi con el Estado español, incluyendo una consulta habilitante de la ciudadanía vasca. Propone nuevas denominaciones para el País Vasco, como: Comunidad estatal vasca, Comunidad de carácter nacional, Comunidad foral vasca, Comunidad nacional vasca, Estado autónomo vasco (definición utilizada en el Estatuto de 1931) y Estado foral vasco.

Establece un nuevo modelo de relación con el Estado, bilateral, de igual a igual, de respeto y reconocimiento mutuo y de no subordinación, e incorpora un régimen de garantías que blinde el autogobierno vasco.

Habrá un Poder Judicial Vasco independiente, con un Tribunal Superior de Justicia Vasco. Las instituciones vascas tendrán plena independencia en la designación de los magistrados y jueces, así como para la organización y funcionamiento de un Ministerio Fiscal propio. Todo lo cual anula las atribuciones del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional.

 

El País Vasco camina hacia la autodeterminación. Mientras, el Gobierno sigue poniendo cara de póker. No en vano se encuentra cogido por salva sea la parte gracias a los votos que le dieron en la investidura, votos que siguen manteniendo a Pedro Sánchez en La Moncloa.

El dogal aprieta. Como acaba de verse con la demanda de Urkullu de una inmediata trasferencia de la competencia de prisiones, como condición para su apoyo a los Presupuestos.

Como digo, en Madrid, en La Moncloa, siguen mirando hacia otro lado. ¿Hasta que estalle un conflicto como el padecido en Cataluña?

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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