José Apezarena

Los socialistas odian a Madrid

Pedro Sánchez y su Ejecutiva saludan a la militancia en IFEMA.
Pedro Sánchez y su Ejecutiva saludan a la militancia en IFEMA.

No suele ser común que un presidente del Gobierno arremeta directamente contra una comunidad autónoma con nombres y apellidos. Pero menos aún que le acuse de dumping fiscal, que es lo que acaba de hacer Pedro Sánchez con la Comunidad de Madrid. Un lugar donde, casualmente, no gobierna el PSOE.

Según el jefe del Gobierno, Madrid se ha situado económicamente a la cabeza de España, superando también a Cataluña, porque se dedica a bajar impuestos, lo cual perjudica a otros territorios, ya que atrae la llegada de grandes empresas y patrimonios.

El ataque no es un hecho anecdótico, porque desde hace tiempo el socialismo español no aguanta que esa comunidad prospere de forma tan clara aplicando políticas económicas y fiscales "de derechas". Sobre todo en materia de impuestos.

Es que el caso de Madrid se ha convertido, en la práctica, en el más espectacular desmentido a las políticas de izquierdas basadas en impuestos elevados, frente a la práctica de la derecha consistente en bajarlos con el argumento de que así se crea más riqueza.

Lo que ocurre en la comunidad madrileña les deja en evidencia, y por tanto hay que hacer todo lo posible por eliminar las distancias. A como dé lugar. Incluso con acusaciones de dumping.

Es lo de siempre, igualar por lo bajo.

La ministra de Hacienda, por su parte, lleva tiempo con el foco colocado en Madrid. Durante la inauguración del Congreso de Inspectores de Hacienda, celebrado en Zaragoza, María Jesús Montero insistió en que las comunidades autónomas con impuestos más bajos tienen que pagar más. O sea, Madrid. A la que quiere obligar a subirlos.

Aparte de ideologías y de esos odios antiguos, ahora hay también otro problema: que, tal como anunció la ministra, si el PSOE gana las elecciones va a aprobar un alza masiva de impuestos. Lo dijo, con toda claridad, durante su discurso ante el Congreso de la Empresa Familiar.

Sin embargo, al mismo tiempo el Gobierno ha descartado la subida del Impuesto de la Renta a los grandes contribuyentes, con el argumento de que no lo pone en marcha porque era "una propuesta de Podemos". En concreto, no se aplicará a los contribuyentes que reciben más de 140.000 euros de renta anual.

 

¿Qué hay detrás? Un claro interés electoral y político. Se trata de un "favor" a Cataluña, que es donde se encuentra el mayor colectivo de afectados. Allí hay más de 22.000 personas que cobran por encima de los 140.000 euros. Los votos mandan, y Pedro Sánchez podría necesitar el respaldo de los partidos nacionalistas catalanes. Se está preparando el terreno.

Hablando de votos, no sé si el presidente del Gobierno va a ganar muchos apoyos en Madrid si insiste en que hay que subir los impuestos en esa comunidad. Me malicio que no cosechará demasiadas simpatías con semejante propuesta.

La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ha aprovechado la coyuntura, las acusaciones de dumping, para afirmar que "Pedro Sánchez ha dejado de ser el presidente de los madrileños". Y eso hasta puede traducirse en votos. Ya se verá.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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