La recuperación económica está disparando las ausencias injustificadas

Los sueldos subirán un 3% sólo si los sindicatos acaban con los trabajadores ‘vagos’

Es la oferta final de los empresarios para pactar el incremento. El absentismo laboral cuesta 6.200 millones al año a las compañías

Tras meses de estancamiento, las posiciones que defienden UGT y CCOO y las que plantean CEOE y Cepyme han comenzado a registrar un importante acercamiento en el marco de las conversaciones para alcanzar un nuevo acuerdo de salarios y negociación colectiva para este año y el siguiente. Los empresarios pelean por reducir el absentismo.

De momento, los sindicatos decidieron desconvocar las movilizaciones previstas para el pasado fin de semana, “ante el desbloqueo de la negociación del acuerdo de convenios estos últimos días”.

Con este gesto, han pretendido “dar una última oportunidad a la negociación”, teniendo en cuenta, precisaron, que se ha producido “un cambio relevante” aunque aún no se haya alcanzado todavía ningún acuerdo concreto.

El pacto para subir salarios es inminente

Según las fuentes consultadas por ECD, la patronal y los sindicatos tienen previsto intensificar esta semana las reuniones para intentar cerrar un acuerdo que sirva de guía en la negociación de los convenios colectivos y permita una foto en Moncloa de los agentes sociales y el Gobierno, tras la reunión de la semana pasada con Pedro Sánchez.

Por ahora, CEOE y Cepyme proponen una subida salarial del entorno del 2% más un 1% variable en función de la productividad. Los sindicatos defienden un incremento de los sueldos del 3% para que se recupere el poder adquisitivo perdido durante la crisis y que los salarios más bajos lleguen al menos a 1.000 euros por convenio en 14 pagas.

Pero la patronal se ha mostrado dispuesta a hablar de los sueldos más bajos para acercarse a las reivindicaciones sindicales, eso sí, en un horizonte de dos o tres años.

Plan contra el absentismo como en la Administración

Ahora, las fuentes conocedoras de las conversaciones revelan a El Confidencial Digital que “el único y mayor escollo para el pacto se encuentra en alcanzar unos mínimos para luchar contra el creciente absentismo laboral”.

Los empresarios han insistido en que la ausencia del trabajador de su puesto de trabajo, cuando estaba prevista su presencia, se configura como un “problema grave” para las compañías, con un impacto directo sobre la productividad y los costes empresariales, que lastra la competitividad.

Por ello, reclaman que debe desarrollarse la metodología de medición del absentismo en las empresas, en un plan muy serio de lucha contra el absentismo, como en el caso de los empleados públicos. La idea sería avanzar no a un sistema de catálogo, ya que siempre puede tener una distinta interpretación, sino a un sistema de porcentajes

Destacan el plan nacional del Gobierno contra el absentismo en la Función Pública en el que se prevén sanciones para casos reincidentes. Hacienda va a obligar a cada administración a diseñar un plan de control del absentismo, que deberá difundirse públicamente, a través de sus respectivos portales de transparencia, donde tendrán que publicar datos de absentismo, clasificados por su causa, con una periodicidad semestral.

 

Coste de 6.200 millones al año para las empresas

En su sentido más amplio, el absentismo laboral incluye tanto las ausencias al puesto de trabajo por una baja médica (situaciones de incapacidad temporal, IT), como el resto de causas.

En concreto, con 4,5 millones de procesos de incapacidad temporal por contingencias comunes, el absentismo laboral tuvo un coste directo para las empresas de 6.273 millones de euros, a los que, según la patronal, habría que sumar otros 63.863 millones de impacto sobre el PIB por el coste de oportunidad perdido ante la rebaja de producción de bienes y servicios.

A esta cifra habría que sumarle otros 6.614 millones de euros de la factura que generan las bajas a la Seguridad Social lo que acaba arrojando un impacto económico global de 76.000 millones de euros ligado al absentismo laboral, según las estimaciones de los empresarios.

La recuperación económica aumenta las ausencias

El creciente volumen de absentismo equivale a que 920.000 trabajadores no hubieran acudido ningún día del año a su puesto de trabajo. Y, aunque el efecto también se debe a la incorporación de un mayor número de ocupados, la proporción viene aumentando frente a lo más duro de la crisis. En 2013 la media fueron 18,5 empleados de baja por cada 1.000 y en 2017 la cifra aumentó a 23.

Desde la CEOE explican que no es posible delimitar qué porcentaje del absentismo es fraudulento y cuál corresponde a enfermedades o accidentes reales. En cualquier caso, los empresarios reconocen su preocupación por el alza con la recuperación económica.

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