Los taxistas de Madrid registran una caída de la demanda del 80%
Se quejan de que tienen que pagar la letra de la licencia, el mantenimiento del vehículo y la cuota de autónomos pese al desplome de la facturación
El sector del taxi está siendo uno de los más castigados por la crisis del coronavirus. La caída de la movilidad, fruto del confinamiento de los ciudadanos, dificulta enormemente el desempeño habitual de su trabajo.
Según ha podido saber Confidencial Digital, los taxistas estiman que la caída de la demanda durante este tiempo oscila entre el 70 y el 80% con respecto al mismo período en una situación de normalidad.
La prórroga de la cuarentena anunciada por el Gobierno de Pedro Sánchez no es una buena noticia para el sector, que ha visto muy disminuida su capacidad y volumen de trabajo con motivo de esta crisis sanitaria.
La incertidumbre sobre la duración de la pandemia y el confinamiento asusta a un sector que no vio satisfechas algunas de las demandas que pidió al Gobierno, como en el caso de la suspensión de la cuota de autónomos por un período de dos meses.
Los taxistas tienen que seguir pagando determinados gastos fijos producto de su trabajo como las letras de la licencia o el mantenimiento del propio coche, además de la citada cuota de autónomos.
Reducción de jornada
El pasado 19 de marzo, el Ayuntamiento de Madrid publicaba en el Boletín Oficial un decreto por el cual los taxistas cuya licencia acabe en un número par, solamente podrán trabajar los días pares. Igualmente, las que acaben en impar operarán los días impares.
Según este mismo decreto, cada licencia de taxi podrá prestar servicio un máximo de 16 horas entre lunes y viernes. Los fines de semana el tope de trabajo se sitúa en 8 horas.
Barcelona vive una situación similar
Tal y como adelantaba hace unos días el diario El País, el sector del taxi en la capital catalana está viviendo una situación pareja a la que vive en Madrid.
Los taxistas de la ciudad condal han visto como en poco más de un mes su actividad era por dos veces castigada. Primeramente, por la cancelación del Mobile World Congress, donde perdieron el 70% de la facturación extra que trae consigo la celebración del evento; y ahora, por el confinamiento producto de la pandemia.
