Trump o Biden, ¿le importa a la economía quién gane?

Trump, ¿cuatro años truncados por el virus?

Trump o Biden
Trump o Biden

La economía estadounidense presenta a día de hoy un panorama muy distinto al que presentaba en enero, cuando la reelección de Trump para un segundo y último mandato parecía casi segura y las preocupaciones del americano medio estaban más enfocadas hacia la pugna comercial con China o a la escalada bélica con Irán, que hacía presagiar un aumento de la presencia de EEUU en la zona.

Ahora la atención del público -al otro y a este lado del Atlántico- ha virado de forma inesperada, e incluso el virus preocupa casi más por sus efectos en nuestro bolsillo que en nuestra salud y por ello el resultado de las próximas elecciones a la Casa Blanca, y por ende los programas de sus candidatos, afectarán al resto del mundo tanto o más que a los propios Estados Unidos.

Trump, ¿cuatro años truncados por el virus?

Era un consenso prácticamente general que a pesar de lo histriónico del personaje público el presidente Donald Trump había sabido mantener y potenciar el rumbo ascendente que la economía del gigante americano llevaba ya durante el último mandato de Obama, pero el cisne negro del coronavirus ha cambiado las reglas del juego para todo el mundo causando un desplome de los indicadores financieros similar al que hubiese provocado una guerra.

Hasta el año pasado la confianza de los consumidores venía manteniéndose alta, y es que con el incremento salarial, el aumento de la producción y el descenso del desempleo todo parecía indicar que EEUU iba a afrontar con mayor fortaleza la crisis financiera que ya se venía atisbando -y que nada tenía que ver con la aparición de la primera pandemia global del siglo XXI-. Ahora el discurso de Trump de cara a la reelección se centra en un resurgimiento del poderío americano tras la catástrofe y en el miedo a las medidas de una supuesta izquierda radical, representada en este caso por Biden -algo dudoso salvo para los más convencidos, ya que Biden forma parte del establishment capitalino desde hace muchos años-, político al que acusa también de no despertar ningún entusiasmo entre el electorado.

Biden, la última oportunidad de un político casi octogenario

Minimizar la brecha salarial interracial, fomentar la creación de empleo y potenciar a las empresas nacionales son a grandes rasgos las principales propuestas del demócrata para llevar a la economía estadounidense del fondo del pozo a una nueva época dorada, puntos que cualquiera con dos dedos de frente firmaría ahora mismo, pero quizás está más allá del poder de una administración, por mucho que la cabeza de la misma se siente en el mismísimo despacho oval.

Las promesas electorales de Biden se han visto irremediablemente inspiradas por las tesis de Sanders -uno de los candidatos situados más a la izquierda en el partido demócrata- como por ejemplo la sensibilidad con respecto a la cuestión racial, pero a la vez es uno de los candidatos más moderados, por lo tanto es de esperar que la política interior y exterior de la primera potencia mundial cambie muy poco, quizás se suban algo los impuestos a las grandes empresas y se aplique en parte una redistribución de la riqueza que genera el país, pero EEUU continuará siendo la cabeza visible del capitalismo y el libre mercado -al menos en el imaginario colectivo- y la línea en política exterior continuará buscando mantener la preponderancia estadounidense en el mundo. Quizás EEUU vuelva a financiar los organismos internacionales de los que se desvinculó durante el mandato de Trump, pero a grandes rasgos es razonable creer que la política de Washington seguirá su línea habitual y por lo tanto los mercados ya han descontado el impacto del resultado de las elecciones, probablemente mucho menor que el del coronavirus.

El trader experimentado: intentar aprovechar el impacto de las elecciones en las inversiones

Es indudable que el impacto de las elecciones en la cotización del dólar es algo que se debe tener en cuenta y si se es trader debe decidirse una línea de actuación y actuar en consecuencia, si se va a operar o mantenerse al margen a la espera de acontecimientos. El trader de Forex que ya haya realizado sus cábalas acerca del rumbo del dólar y otros mercados durante la campaña electoral y después, y quiera abrir sus posiciones, puede elegir un bróker, como por ejemplo Plus500, uno de los brókeres líderes del sector del trading online, y que presenta en su plataforma útiles gráficos que reflejan el comportamiento de las cotizaciones. Además de hacer su predicción del comportamiento de las cotizaciones también debe tener en cuenta los altos riesgos asociados al trading online, ya que la amenaza de pérdida de capital igual o superior al depósito del trader debido al apalancamiento que se utiliza al operar no es precisamente menor. Para evitar perder más de lo depositado y deber dinero al bróker habrá que asegurarse de trabajar con brókeres que apliquen protección frente a saldos negativos para las cuentas de sus clientes minoristas. Por último, no olvidar que los mercados actualmente presentan incertidumbre, lo que crea volatilidad, además de que el del Forex es un mercado volátil de por sí, si se invierte que sea con consciencia de los riesgos asociados.

 

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