Videoconferencias de cárcel a cárcel: el último privilegio para los políticos catalanes

Prisiones suele conceder este servicio solamente para hablar con las familias, nunca entre acusados en la misma causa

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La reunión entre Oriol Junqueras y Pablo Iglesias en la cárcel de Lledoners sirvió para descubrir una serie de privilegios para el ex vicepresidente de la Generalitat. Entre otros, tener a su disposición una sala de vis a vis que utiliza como despacho para decidir el futuro de Cataluña. No obstante, el líder de ERC, y el resto de políticos presos, cuentan con más tratos de favor.

Así lo reconocen al Confidencial Digital los funcionarios de prisiones consultados, tanto de Lledoners, donde están ingresados Junqueras, Raül Romeva y los Jordis; como de Puig de les Basses, la cárcel a las que fueron enviadas, desde Madrid, la ex consejera Dolors Bassa y la ex presidenta del Parlament, Carme Forcadell.

En ambos centros penitenciarios, afirman estas fuentes, existe un “trato preferencial” para los políticos presos, que ya está provocando que se generen “tensiones” con el resto de los internos: “Algunos empiezan a pedir lo mismo que se les concede a los ex consejeros, lo que nos pone a nosotros en problemas”, afirman.

Ya pasó, por ejemplo, cuando se conoció que Dolors Bassa había visitado a su madre al hospital subida a un Audi conducida por Mossos d´ Esquadra vestidos de paisano: “En este tipo de situaciones, y también cuando el preso sale para acudir a un funeral, se procura que los agentes eviten el uniforme, pero jamás se lleva a los internos en un coche de alta gama”.

De hecho, añaden, “si estos privilegios se concedieran en una cárcel más conflictiva, como la de Cuatro Caminos en Barcelona, ya hubiéramos tenido alguna rebelión interna”. Todo ello porque esas prebendas “se conceden, en muchos casos, con el resto de presos al lado, lo que empieza a cansar a la población penitenciaria”.

Videoconferencias entre los ex consejeros

Uno de los tratos de favor “menos disimulados” se produce, precisamente, en un lugar muy frecuentado por todos los presos: la sala de ordenadores o “locutorio” donde, durante un limitado periodo de tiempo, y siempre con permiso previo, se permite a los internos realizar videocinferencias.

Este tipo de comunicaciones, explican los funcionarios de prisiones, se suelen autorizar únicamente para que los presos puedan hablar con sus familias. No obstante, en el caso de Oriol Junqueras y el resto de ex consejeros, “se utilizan para hablar entre ellos”.

Así, el ex vicepresidente de la Generalitat, y también Romeva, han podido informarse de la situación penitenciara de Dolors Bassa y de Carme Forcadell, con las que han establecido comunicación a través de este sistema. Una circunstancia que se conoce en ambos centros penitenciarios y que se permite, pese a las reticencias de otros internos y de los funcionarios.

Algunos de estos últimos explican a ECD que es “insólito” aceptar este tipo de comunicaciones entre presos, sobre todo teniendo en cuenta que “están acusados por la misma causa y podrían estar pactando una estrategia conjunta e incluso qué decir en el juicio”.

 

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