Vox, no te presentes en las provincias pequeñas
Es el mensaje que acaba de lanzar Pablo Casado al partido que más votos le está arrebatando, Vox: que no se presente a las generales en provincias pequeñas, donde no tiene posibilidad de conseguir un escaño, porque, si lo hace, beneficiará al PSOE.
Comentando la decisión del PAR aragonés, de no concurrir a estas elecciones para no provocar "dispersión del voto constitucionalista", el líder del PP ha reclamado a los "partidos nuevos" una reflexión sobre si conviene que se presenten, porque eso hará que se divida el voto del centro-derecha y, por lo tanto, salgan beneficiados PSOE y Podemos. No citó expresamente a Vox, pero es una evidencia que hablaba de ellos.
"Lo que tengo que decir es que ojalá otros partidos también hicieran este análisis de responsabilidad: pensar que en aquellas convocatorias electorales en las que no van a tener representación en algunas circunscripciones, si merece la pena dividir el voto para que algunos escaños pasen al PSOE y a Podemos", ha añadido.
Sobre el acuerdo a que han llegado Esquerra y Bildu, insistió en que los independentistas "se ponen de acuerdo para romper España" y los constitucionalistas están "fragmentando el voto".
Haciendo pedagogía, el candidato popular ha explicado que en provincias de menos de seis diputados, que suponen "casi la tercera parte del Congreso", los últimos escaños, unos veinte en total, basculan entre el PP, el PSOE y Podemos.
Apretando aún más el argumento, ha apuntado que la fragmentación del voto constitucionalista en esas provincias provocará que sus escaños vayan a "engrosar las filas de la izquierda radical, en manos de Torra, los independentistas y los batasunos". Lo que revalidará "el Gobierno más letal de la historia reciente de España": traerá "otro Gobierno frankenstein o sanchenstein".
Siguiendo con la pedagogía, que es en lo que está ahora, Pablo Casado se ha dirigido a los votantes que creen que puede repetirse lo ocurrido en Andalucía en diciembre, para explicarles que la diferencia es que allí las provincias tenían más de diez escaños, lo que difumina el tremendo impacto de la ley d`Hont en provincias con tres, cuatro y cinco escaños.
La proclama de Pablo Casado tiene su enjundia, porque de alguna manera traspasa a sus rivales la responsabilidad de que Pedro Sánchez consiga o no la mayoría que le permita repetir mandato.
Algunos partidos tendrán que considerar -ha insistido- si presentarse es algo positivo para su electorado, o lo mejor es concentrar el voto en las generales. Si, haciéndolo, no se convierten precisamente en aliados de sus rivales más evidentes.
Ciertamente, los veinte escaños que basculan en las provincias pequeñas son muchos escaños. Si acaban en el PSOE, Pedro Sánchez se acercará a los 130 diputados que le otorga el CIS amigo, el CIS de Tezanos. Por el contrario, si acaban en el PP, los populares podrían superar la barrera de 100 diputados y convertirse incluso en los ganadores.
Es más que evidente que hay mucho en juego. Y Casado está en su papel recordándolo.
Vox ya ha respondido que no piensa renunciar a estar en todas las provincias con candidaturas propias.
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