La Estrategia Española de Seguridad nace herida de muerte: el Gobierno no la consensuó con el PP, que previsiblemente ganará las elecciones y tendrá que aplicarla
La flamante Estrategia Española de Seguridad, recién aprobada por el Gobierno, ha echado a andar con poca fortuna. Una prueba ha sido el escaso eco que ha merecido en los medios de comunicación. Pero, sobre todo, el problema es que ha sido redactada sin contar para nada con el primer partido de la oposición.
Con la EES, España se une al creciente grupo de países que se han dotado de una Estrategia de Seguridad Nacional en los últimos años, como Estados Unidos, Reino Unido, Francia (Libro Blanco), Países Bajos, Polonia, Eslovaquia, Canadá y Rusia, además de la propia Unión Europea.
Según Francisco J. Ruiz González, analista del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), en un informe publicado por Funciva (Fundación Ciudadanía y Valores), la aprobación de la EES de nada servirá, si la administración del Estado, más allá de los ministerios de Defensa e Interior, no acoge los mandatos y orientaciones del documento y los desarrolla. “Ese es, sin duda, el gran reto”.
El problema, añade, es que el documento ha sido elaborado sin participación de la oposición (el Partido Popular), además de que se ha aprobado al final de la legislatura. De hecho, la portavoz de Defensa del PP, Beatriz Rodríguez-Salmones, declaró: “No es un documento que vayamos a suscribir. Su aprobación en este momento no tiene sentido”.
Esa falta de consenso entre los dos grandes partidos “supone un lastre para la Estrategia recién aprobada, en especial para su pretendida vigencia de diez años”, añade Ruiz González.
Otro dato negativo que destaca es la escasa repercusión que la aprobación de la EES mereció en los principales medios de comunicación. “En ninguna de las páginas de inicio de las ediciones digitales de los periódicos figuraba noticia alguna sobre esta aprobación, y se debía hacer una búsqueda específica para localizar alguna referencia a la misma”.
