En la Audiencia Nacional

Juicio al ex militar que vendía camisetas con decapitaciones del Daesh

Fue detenido en agosto de 2015 y acusado de apología del terrorismo. Le piden dos años de cárcel

Escena de la decapitación de Alan Henning representada en las camisetas.
Escena de la decapitación de Alan Henning representada en las camisetas.

Los investigadores han descartado que se trate de una persona próxima al yihadismo, pero las actividades de Cadelo Tojeiro, ex militar español, le han llevado al banquillo de la Audiencia Nacional. Le acusan de vender camisetas con imágenes de ejecuciones del Estado Islámico.


Paga la coca, primer aviso” es el lema –escrito en árabe- que aparecía en una de las camisetas que tenían intención de vender Cadelo Tojeiro, natural de Narón (Ferrol), y que fabricaba en el local de serigrafía que regente en dicha localidad gallega.

Lo que llamó la atención de la policía no fue ese eslogan de la camiseta, sino la imagen que lo acompañaba: la del cooperante británico Alan Henning, decapitado por el Estado Islámico en 2015.

Según el escrito de conclusiones del fiscal, el perfil de Facebook de Tojeiro –que se hacía llamar a si mismo como ‘Ayatolá Al-Xuvaiani’- contenía mensajes e imágenes de contenido "claramente laudatorio y propagandístico" del terrorismo yihadista.

Además, según asegura la acusación, en su empresa de serigrafía se vendían otros artículos con imágenes referentes a grupos terroristas como Al-Qaeda, Hamas, Harakat Al Islam, Hezbolá o Sendero Luminoso.

El ex militar niega absolutamente todos los cargos, y asegura que este tipo de material estaba realizado en sentido crítico. “No apoyo esas salvajadas y lo que hago con la camiseta es denunciarlo” aseguró en una entrevista a La Voz de Galicia poco después de su detención.

Mañana jueves comienza su juicio en la Audiencia Nacional. Se enfrenta a una pena de dos años de cárcel por un delito continuado de difusión pública del terrorismo.

El pasado mes de abril, como forma de protesta, Tojeiro envió a la Audiencia Nacional una dura carta en la que les advertía que pensaba saltarse la libertad condicional:

“Hola que hay:

Estoy hasta los huevos, sois una banda criminal, unos terroristas hijos de puta, y me arde la sangre cada vez que pienso que estoy sometiéndome a vosotros.

 

No pienso hacerlo más, es demasiado doloroso, y tengo miedo de volverme loco. Siento una vergüenza enorme al pensar que estoy colaborando con vosotros.

No perdáis el tiempo con tonterías, no pienso hacer ni puto caso a ninguno de vuestros papeleos ni mierdas, así que mejor recurrid directamente a vuestros pistoleros cuando queráis algo de mí, porque no esperéis más asentimiento por mi parte.

Iba a escribir algo más elaborado pero paso, lo vuestro es el pistolerismo, y no tiene sentido intentar razonar con pistoleros.

Esta carta supongo que llegará antes de que se produzca mi primera quiebra de la condicional, así que estaréis avisados.

 Mi nombre, Octavio Cadelo Tojeiro”



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