Propuesta al Congreso para proteger al militar ‘quemado’ por acoso, estrés y traumas
Factores que provocan el síndrome: desigualdad de sueldos, participar en misiones internacionales, Informes Personales de Calificación…
El síndrome del ‘quemado’ define a aquellos militares que han atravesado situaciones límite, especialmente durante su servicio en operaciones internacionales. Pero también afecta a miembros de los tres Ejércitos en su día a día. Esta semana, UPyD ha presentado una iniciativa en el Congreso para que se estudie dicho síndrome y se desarrollen medidas para prevenirlo y tratarlo.
En términos clínicos, dicha enfermedad psicológica se refiere a un estado de agotamiento producida por la implicación en situaciones laborales especialmente exigentes. En el caso de los militares, el mayor factor de riesgo es la participación en misiones internacionales como las de Irak, Afganistán o Líbano.
La sanidad militar española dispone de especialistas para tratar este tipo de situaciones. Sin embargo, esta misma semana se ha presentado en el Congreso una proposición no de ley, a cargo de UPyD, para que se cree un plan integral de prevención y tratamiento del síndrome del ‘quemado’.
En la exposición de motivos de dicha iniciativa se recogen algunos de los factores que convierten a los militares en un gremio especialmente expuesto a este síndrome. Entre ellos, la “frustración” que generan las evaluaciones para ascensos, los Informes Personales de Calificación a los que se someten anualmente los militares, la desigualdad de salarios con respecto a otros funcionarios estatales o los cambios de destino.
Además, este cuadro médico convierte a quienes lo sufren en personas más proactivas a ejercer actos de violencia doméstica, por lo que afecta gravemente no sólo a los militares sino también a sus familias.
UPyD insta al Gobierno a poner en marcha “en el plazo de tres meses” un estudio “riguroso y sistemático” del síndrome del ‘quemado’ que sirva para determinar medidas para evitarlo y curarlo, y ayude a desterrar la percepción de “la enfermedad mental como señal de debilidad personal y profesional” asegura la formación.
