Por qué el BCE no compra deuda española. El Gobierno cometió el error de presionarle directamente en lugar de ganarse a Merkel, y se saltó a Mario Draghi
El Gobierno lleva días reclamando liquidez al Banco Central Europeo para resolver los ataques de los mercados a España. Pero el equipo económico de Mariano Rajoy se ha dado cuenta de que ha sido un error haber presionado tanto al organismo. Ahora apuesta por ganarse a Alemania, con influencia decisiva sobre el BCE, para que compre deuda española.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, admitió ayer que la situación que atraviesa España, con la prima de riesgo y la rentabilidad del bono a 10 años en niveles récord, es “crítica” y “crucial”, e insistió, no sólo en la necesidad de apostar más aún por el euro, sino también en que el BCE debe responder con “firmeza y fiabilidad” a los mercados.
Pues bien, según ha podido saber El Confidencial Digital, de fuentes del Gobierno, en la cúpula económica del Ejecutivo se reconoce que España ha presionado demasiado al BCE.
Y fuentes financieras de alto nivel advierten que el banco con sede en Frankfurt no admite que le digan lo que tiene que hacer.
Acercamiento a Merkel
En el Gobierno se lamentan ahora de no haber mantenido un contacto más cercano con el equipo de Angela Merkel -que sí cuenta con una influencia decisiva sobre el Banco Central Europeo- para convencer a Mario Draghi de la necesidad de comprar deuda española y así aliviar las tensiones en los mercados.
Pero en Moncloa no se dan por vencidos. Quieren agotar el último cartucho para llegar al BCE que, precisamente, es Alemania. Según las fuentes consultadas, representantes del Ejecutivo español han intensificado en las últimas horas sus contactos con el equipo de Merkel.
Y el mensaje que están transmitiendo a Berlín es claro. La canciller alemana, totalmente opuesta a la compra de deuda soberana por parte del BCE, está siendo advertida de que, “si España e Italia caen, las consecuencias también las sufrirá Alemania”.
Una intervención de ambos países afectaría de forma directa a los bancos alemanes, que son los que más han invertido en deuda española a nivel europeo en los dos últimos años.
