El Banco de España investigará las cuentas de la CAM y el Banco de Valencia. El Gobierno ha dado orden de que la inspección comience tras la salida de Fernández Ordóñez para no interferir en las fusiones
Luis de Guindos quiere llegar hasta el final en la investigación de los responsables de la quiebra de la CAM y el Banco de Valencia. El Gobierno de Mariano Rajoy ya ha dado la orden. Pero la ejecución no comenzará hasta el relevo de Miguel Ángel Fernández Ordóñez como Gobernador del Banco de España pero, sobre todo, una vez que el proceso de fusiones para reestructurar el sector financiero esté encarrilado.
Según ha podido saber El Confidencial Digital, de fuentes financieras, De Guindos no quiere, en este momento, que las investigaciones para esclarecer las responsabilidades sobre la gestión de las dos entidades intervenidas por el Banco de España (CAM y Banco de Valencia) puedan perjudicar a la subasta de la propia entidad valenciana o interferir en el proceso de fusiones que está impulsando el Gobierno.
Pero tampoco está dispuesto a que los gestores que han llevado a la CAM y al Banco de Valencia a la intervención se vayan de rositas.
Pues bien. Según las fuentes consultadas, el ministro de Economía ya ha dado orden de que la inspección dé comienzo, aproximadamente, a comienzos del verano, justo en el momento en el que vence el mandato de Fernández Ordóñez al frente del Banco de España.
El objetivo del Gobierno es utilizarlo como un golpe de efecto para que el nuevo Gobernador nombrado por el PP pueda estrenarse con un anuncio estrella y de gran repercusión. Y también que el desgaste por los fallos en la supervisión que han llevado a la situación de estas dos entidades pueda ser achacado a la gestión de los últimos años de MAFO al frente del supervisor.
Rodrigo Rato se ‘blinda’ ante la investigación
Según las fuentes consultadas, la decisión de Rodrigo Rato de pedir una auditoría que valore de nuevo los activos incorporados en su día a todo el entramado financiero de las siete cajas que ahora forman Bankia no es casualidad.
Rato es consciente de que tendrá que defenderse si se le acusa de algún tipo de responsabilidad en la caída del Banco de Valencia. Y con la auditoría -a la que se opone en redondo Bancaja y, por extensión, José Luis Olivas- intenta clarificar que él no es el responsable último de la gestión de la entidad valenciana.
También se protege así de las actuaciones legales que los accionistas del banco pudieran emprender por los perjuicios de la quiebra de la entidad.
