La venta de Cadbury dispara el interés por comprar “empresas que puedan ver y tocar”: las familias Costafeda, Resusta, Meigos y Jove invierten en energía, viñedos y componentes

La puesta en venta de Cadbury ha disipado las reticencias de las grandes fortunas familiares españolas: escarmentadas por el pinchazo inmobiliario, los ‘Madoffs’ y la caída bursátil, están comprando empresas “que puedan ver y tocar”.

Fuentes del sector financiero, con acceso a las principales ‘family offices’ - oficinas creadas para la gestión integral del patrimonio de una familia y que se ocupan de sus inversiones financieras, inmobiliarias, empresariales, su fiscalidad, su sucesión y su planificación financiera global- del país, señalan a El Confidencial Digital que la puesta en venta del gigante agroalimentario Cadbury ha despertado el apetito inversor no sólo de multinacionales como Kraft o Unilever, sino de las grandes fortunas nacionales.

Ahora, con un millón de euros se puede comprar una empresa y levantarla” asegura al respecto Enrique Quemada, consejero delegado de ONEtoONE Capital Partners. Conscientes de ello, son muchas las familias que han creado bastantes para gestionar patrimonios fruto de la venta de una empresa o de un importante activo inmobiliario.

Al año se venden en España más de 3.000 empresas, según fuentes financieras, y algunas familias tras la venta crean su Family Office. Algunos de los más conocidos, Ponte Gadea de Amancio Ortega, Rosp Corunna de Rosalía Mera, Inveravante de Manuel Jové, Inversiones Hemisferio de la familia Lara, Auris 4 Investments de la familia Vall Pla, o Valmenta de la familia Mencos.

Tal y como ha sabido ECD, tras el ‘batacazo’ bursátil, el pinchazo inmobiliario y la sucesión de escándalos y colapsos financieros –“muchas de estas familias se han visto pilladas en casos como el de Madoff o por la caída de Lehman Brothers” recuerdan los gestores de estos patrimonios-, “las familias quieren invertir en algo que puedan ver y tocar, en empresas cuyas fábricas puedan visitar”.

“En renta fija no hay dinero, la bolsa da miedo, la banca privada está tocada y con el inmobiliario a ver quién es el que se atreve a invertir ahora” resume un conocido gestor de patrimonios a este confidencial. A ello hay que sumar que varias de estas familias han hecho caja en los últimos años, tras operaciones importantes.

Es el caso de los Suescun, que tras vender Corporación Dermoestética están comprando ahora empresas familiares de sectores anti-cíclicos tal o los Costafeda, que tienen ganas de invertir en empresas familiares los beneficios de la venta de Panrico. Mientras, Manuel Jove destina los réditos de la operación Fadesa a viñedos, bodegas e inversiones en energía, o Íñigo Resusta, alma mater de KA Internacional, que está invirtiendo en cadenas de tiendas especializadas o en componentes de automóvil.

“Otros están vendiendo fincas y casas que han pertenecido desde siempre a la familia para invertir en sectores punteros como la fibra óptica o paneles solares” añaden profesionales del sector. También los Serratosa han apostado por la fotovoltaica, comprando fabricantes de paneles en Valencia. 

 

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